El aceite de CBD es seguro, no adictivo y muy beneficioso para tratar diversas enfermedades

Mucho se ha hablado en los últimos años del uso terapéutico del cannabidiol, o CBD, un compuesto que se extrae de la planta de cannabis (marihuana), puntualmente de su flor resinosa. Lo que quizás muchos desconocen es que sus beneficios son reconocidos desde épocas remotas, específicamente en la era cristiana, en la India, y también en la antigua Grecia. De hecho existen documentos históricos que ya indicaban los numerosos beneficios que se obtienen de este componente.

Pero exactamente, ¿que es CBD? Es uno de los compuestos principales del cannabis y se puede encontrar en mayor o menor cantidad en la planta, esto depende de la cepa. Aunque es un componente que actúa en el sistema nervioso central, por lo que está dentro de la clasificación de psicotrópico, no tiene efectos psicoactivos, como sí sucede con el THC, que aunque también tiene usos terapéuticos, es el responsable de que esta planta tenga usos “recreativos”, es decir, el que causa psicoactividad.

En tal sentido, el CBD es un compuesto conocido por sus amplios efectos positivos en el tratamiento de diversos síntomas y enfermedades, a lo que se suma que no produce efectos secundarios, y en el caso que se presenten, que serían muy leves, es cuando se trata de altas dosis. Es decir, se trata de un componente que es bastante bien tolerado por los pacientes, es seguro y no adictivo.

Numerosas propiedades terapéuticas

El CBD, que se extrae de la planta en forma de aceite, tiene numerosos beneficios terapéuticos, tantos que no se puede comparar con ningún otro compuesto medicinal natural o artificial y esto se debe a que se conecta directamente con las células cerebrales para tratar enfermedades crónicas y graves.

Su lista de propiedades medicinales es larga: es antiinflamatorio, neuroprotector, analgésico, antitumoral, anticonvulsivante, ansiolítico, antipsicótico, antiemético, inmuno-modulador, antioxidante, pero además reduce la apetencia por el alcohol, heroína y cocaína.

Todas estas propiedades convierten al aceite de CBD en una terapia natural eficaz para tratar diversas patologías.

Alivia el estrés y la depresión: este componente regula la acción de algunos neurotransmisores e inhibe la transmisión de la señal nerviosa, lo que sirve para tratar la depresión y el estrés. Este efecto es similar al que producen los fármacos antidepresivos, pero sin consecuencias secundarias.

Reduce frecuencia e intensidad de convulsiones: se ha comprobado después de diversos estudios y ensayos clínicos que el CBD tiene propiedades para disminuir la severidad y frecuencia de los ataques epilépticos.

Actúa como neuroprotector y antiinflamatorio: estas propiedades son vitales en el tratamiento de enfermedades como Alzheimer, trastornos neuro-esqueléticos, artritis neuropática, mal de Parkinson, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, toxicidad al glutamato, así como la neurodegeneración que se produce por el elevado consumo de alcohol.

Se usa como calmante y para combatir las adicciones: el aceite de CBD es un potente calmante, ya que produce un nivel de somnolencia que ayuda a las personas que tienen problemas para dormir. Se ha comprobado, además, que mejora la calidad del sueño. De igual manera, este compuesto ayuda a controlar deseos compulsivos que impulsan a las adicciones.

Entre otros beneficios del cannabidiol están que ayuda a combatir el dolor, minimiza los efectos de los tratamientos contra el cáncer y los propios síntomas de la enfermedad, así como también se está investigando la posibilidad de que tenga, incluso, efectos anticancerígenos.

De igual manera, incide en la prevención de patologías cardíacas, de hecho tiene efectos positivos en el sistema cardiovascular, reduce la tensión arterial, lo que ayuda a prevenir infartos cardíacos y también accidentes cerebro-vasculares.

También contribuye a combatir las alergias, el asma, enfermedades del hígado, afecciones en la piel, mejora los síntomas de la menopausia, síndrome premenstrual y lesiones deportivas.

Se utiliza además para tratar a pacientes con autismo, demencia, diabetes y contribuye a la pérdida de peso, además de que ayuda en la lucha para dejar el cigarrillo e, incluso, el CBD puede ser muy útil para aliviar el estrés y la ansiedad en las mascotas.