Redacción •  Negocios y Ocio •  21/10/2019

La revolución tecnológica impulsa el desarrollo de la agricultura sostenible en España

Contrariamente a lo que muchas personas piensan, la industria agropecuaria tiene un gran peso en la economía nacional, solo por detrás de la todopoderosa industria del turismo. En el caso del turismo, hay voces que demandan un turismo sostenible que modere su impacto sobre la naturaleza y sobre el tejido social. Lo mismo sucede en el caso de la industria agropecuaria, especialmente ante los retos que plantea el avance imparable del cambio climático en este sector económico. Para ello, las tecnologías sostenibles son imprescindibles. En este artículo vamos a centrarnos en cómo la revolución tecnológica está impulsando ya una sostenibilidad muy necesaria para nuestro país y para todo el planeta.

La revolución tecnológica impulsa el desarrollo de la agricultura sostenible en España

La agricultura del futuro será tecnológica o atravesará una crisis irresoluble

La FAO está por fin denunciando la gravedad de la situación. Afirma que, para lograr satisfacer una demanda de alimentos cada vez mayor debido al crecimiento demográfico y del consumo, la producción agropecuaria deberá incrementarse en un 70 % de aquí a 2050. Y ello, indudablemente, agravará los ya de por sí preocupantes estragos del cambio climático, causados en parte por la inacción de los principales países contaminantes. Pero no todo son malas noticias, afortunadamente la tecnología está tratando de revertir el curso de un futuro sombrío. Esta es una de las claves necesarias para que la agricultura logre superar los desafíos existentes a medio y a largo plazo. Resulta imposible alimentar al mundo de hoy con la agricultura de ayer.

Imagen: Pixabay

Las nuevas tecnologías al servicio de la agricultura española

Las principales innovaciones tecnológicas en la sostenibilidad agrícola se han centrado en áreas como la agricultura vertical en interiores, la automatización o smart farming, los invernaderos del s. XXI o las aplicaciones de la tecnología blockchain.

Agricultura vertical en interiores

La agricultura vertical en interiores puede aumentar el rendimiento de los cultivos, superar las limitaciones a nivel de superficie de tierra disponible e incluso reducir el impacto de la agricultura en el medio ambiente, al reducir la distancia recorrida en la cadena de suministro. La agricultura vertical en interiores puede definirse como la práctica de cultivar productos apilados unos sobre otros en un entorno cerrado y controlado. En España destacan especialmente los esfuerzos de Niwa, start-up dedicada al desarrollo tecnológico de esta nueva forma de entender la agricultura.

Automatización o smart farming

La automatización agrícola hace que las explotaciones sean más eficientes, al automatizar el ciclo de producción agrícola. Cada vez son más las empresas que trabajan en la innovación de la robótica para desarrollar drones, tractores autónomos, cosechadoras robotizadas, sistemas de riego automático y robots de siembra. Aunque estas tecnologías son bastante nuevas, están actualmente en plena expansión. Nuestro país todavía no está a la cabeza en inversiones públicas en este sentido, aunque cuenta con actores de peso como Corteva Agriscience, que fomentan la automatización agrícola española.

Invernaderos del s. XXI

Los invernaderos modernos se están volviendo cada vez más tecnológicos. Cada vez son más los que utilizan luces LED y sistemas de control automatizados para adaptar perfectamente el entorno de cultivo. Las empresas que se dedican a la explotación de invernaderos están abriendo sus instalaciones cerca de los centros urbanos para capitalizar la creciente demanda de alimentos locales, sin importar la estación del año.

Tecnología blockchain

La capacidad de la tecnología blockchain o de cadena de bloques para supervisar de manera extremadamente precisa los registros de propiedad y para evitar manipulaciones puede utilizarse para resolver problemas urgentes como el fraude alimentario, las retiradas de productos por seguridad, la ineficiencia de la cadena de suministro y la trazabilidad de los alimentos en el sistema alimentario actual.

Las soluciones tecnológicas, una verdadera revolución para el ser humano

Y el auge tecnológico no solo beneficia a un sector tan necesitado de actualizaciones como el agrícola. En estas dos primeras décadas del siglo XXI hemos asistido a una verdadera democratización tecnológica que ha cambiado para siempre la vida del ser humano. La existencia se vuelve más fácil al verse satisfechas algunas de nuestras necesidades de manera eficaz gracias a las herramientas tecnológicas. Incluso se están ganando así batallas contra enfermedades resistentes a tratamientos convencionales (no hay más que mirar el auge de la tecnología CRISPR).

Y también está cambiando de manera radical nuestro ocio. Ya no hace falta salir de casa para irnos de compras, podemos conseguir los productos menos accesibles al mejor precio desde plataformas como Amazon. Prácticamente cualquier necesidad que tengamos, podemos satisfacerla con alguna aplicación disponible en las tiendas de aplicaciones de Google o Apple. En esta última década han nacido, por ejemplo, portales online como Betway con juegos de casino, que democratiza el acceso al juego para cualquiera que tenga un dispositivo electrónico con conexión a internet, o plataformas de streaming audiovidual como Netflix, que permiten que quienes no pueden gastarse una fortuna en las salas de cine puedan disfrutar de los mejores estrenos de series y películas. También destacan las plataformas de streaming musical como Spotify, que abaratan el acceso al consumo de música, o la irrupción de la lectura electrónica con dispositivos de tinta electrónica como el Kindle, que permiten lograr un gran ahorro a la hora de entregarse a la lectura.

En resumen, la revolución tecnológica se deja sentir de manera transversal. Ahora bien, para que sea provechosa para la humanidad, debe estar orientada en todo momento hacia la sostenibilidad. Sin una producción sostenible, las actividades tanto productivas como lúdicas colapsarán más pronto que tarde. ¿Logrará la tecnología evitarlo?