PL •  Internacional •  29/11/2018

EE.UU. se queda sin mentiras para destruir relaciones con Cuba

El gobierno de Estados Unidos insiste en buscar pretextos para complicar las ya tensas relaciones con Cuba, donde advierten que la administración de Donald Trump parece quedarse sin mentiras de cara a ese propósito.

EE.UU. se queda sin mentiras para destruir relaciones con Cuba

Desde su llegada a la Casa Blanca, en enero de 2017, Trump ha puesto en marcha acciones enmarcadas en su declarado objetivo de revertir los progresos que ocurrieron en 2015 y 2016 en los vínculos bilaterales, tras el anuncio realizado en diciembre de 2014 por los entonces presidentes Raúl Castro y Barack Obama de iniciar un proceso de acercamiento.

El recrudecimiento del bloqueo económico y de la persecución financiera, el nombramiento en puestos importantes de personas con un claro historial anticubano, el regreso a una retórica que utiliza supuestas violaciones de los derechos humanos como punta de lanza y la acusación de ataques a la salud de sus diplomáticos en La Habana, son parte de la cruzada.

Los alegados incidentes de salud de los funcionarios de la embajada de Washington abrieron un nuevo capítulo de hostilidad, que llevó a una afectación severa en la labor de las embajadas de Estados Unidos en esta capital y de Cuba en Washington DC.

La víspera, la Cancillería de la isla denunció un nuevo pretexto de la administración norteamericana para estropear el interés de la mayoría de los que viven a ambos lados del Estrecho de la Florida en mantener unas relaciones de buenos vecinos, por encima de las profundas diferencias ideológicas existentes.

‘En los últimos meses, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ha ido generando un nuevo pretexto para afectar las relaciones diplomáticas bilaterales, relacionado con el proceso de otorgamiento de las visas diplomáticas y oficiales que requiere el personal de las respectivas embajadas’, advirtió.

De acuerdo con el gobierno de la mayor de las Antillas, la maniobra consiste en esgrimir que Cuba obstaculiza el otorgamiento de visas para los funcionarios designados en la embajada estadounidense, lo que supuestamente dificulta el desempeño de esa misión diplomática.

‘Acusar a Cuba de generar una situación insostenible para el funcionamiento de la Embajada de los Estados Unidos constituye una flagrante distorsión de la verdad. El Departamento de Estado utiliza el visado para afectar sus relaciones diplomáticas con Cuba’, escribió en su cuenta de Twitter Carlos Fernández de Cossío, director general de Estados Unidos de la Cancillería.

La isla acusó a Washington de encubrir deliberadamente que fue el gobierno norteamericano el que por su cuenta decidió reducir el personal de su embajada en septiembre de 2017, incluyendo en especial el encargado de los servicios consulares.

Como resultado, afectó a ciudadanos cubanos y estadounidenses que dependen de esos servicios, además de decidir la expulsión arbitraria e injusta de 15 funcionarios cubanos de la embajada en Washington DC, en octubre del año pasado, recordó la Cancillería en su declaración.

DISPOSICIÃ’N AL DIÁLOGO Y LAS BUENAS RELACIONES

El gobierno cubano señaló la víspera que ‘mantiene el ánimo de facilitar los requerimientos de cada parte para el respectivo funcionamiento de las embajadas sobre la base de la reciprocidad’.

Esta postura se enmarca en las reiteradas declaraciones de autoridades del país caribeño, incluyendo su presidente, Miguel Díaz-Canel, y el canciller, Bruno Rodríguez, acerca de la voluntad de dialogar sobre cualquier tema y de impulsar unos vínculos civilizados.

A finales de septiembre, durante su estancia en Nueva York en el contexto del segmento de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, Díaz-Canel ratificó la disposición de la mayor de las Antillas de mantener una relación respetuosa y civilizada, basada en la igualdad soberana y el respeto mutuo.

‘Esa es la voluntad del pueblo cubano y sabemos que se trata de una aspiración compartida por la mayoría de los ciudadanos estadounidenses y, particularmente, por los cubanos que residen en ese país’, precisó en la Asamblea General.

En la iglesia Riverside, en Harlem, el mandatario criticó el 26 de septiembre que los vínculos entre ambos países continúen influidos por las pretensiones de grupos minoritarios, pero políticamente poderosos dentro de Estados Unidos que promueven la tensión y la hostilidad.

‘Son grupos que aspiran a que Cuba regrese al pasado; para ello utilizan el engaño y la difamación, cuentan con poderosos recursos financieros y el respaldo manipulador de influyentes medios de prensa’, subrayó.

mem/wmr


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