Redacción •  Internacional •  27/03/2021

ACNUR accede a los campos devastados en el norte de Tigray, Etiopía

  • ACNUR encontró dos campos completamente arrasados y todas las instalaciones de ayuda humanitaria saqueadas y destrozadas por actos de vandalismo.
ACNUR accede a los campos devastados en el norte de Tigray, Etiopía

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha podido acceder a los campos de refugiados de Shimelba y Hitsats en Tigray, la región norte de Etiopía, por primera vez desde noviembre 2020, en medio de un contexto de inseguridad.

Durante una misión a la región junto con la Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de la ONU, OCHA, ACNUR encontró dos campos completamente arrasados y todas las instalaciones de ayuda humanitaria saqueadas y destrozadas por actos de vandalismo.

En Hitsats, la mayoría de los refugios del área conocida como la zona A, las oficinas de ACNUR y las instalaciones de alojamiento habían sido destruidas por el fuego. Hay una gran preocupación en ACNUR por los refugiados eritreos que habían estado residiendo allí y que han tenido que huir de los campos.

La misión conjunta pudo visitar también la ciudad de Shiraro, por donde se cree que se dispersaron los refugiados buscando con urgencia seguridad y apoyo. En una próxima misión se tratará de identificar el número de personas refugiadas que viven allí y evaluar la posibilidad de que ACNUR y la Agencia Etíope para Refugiados y Retornados del gobierno (ARRA) puedan distribuir asistencia y planificar una reubicación voluntaria.

De los 20.000 refugiados que vivían antes de que estallara la crisis en los dos campos del norte -Hitsats y Shimelba-, más de 7.000 han buscado su propio camino o han sido asistidos por las autoridades etíopes para alcanzar alguno de los otros dos campos de refugiados eritreos, Mai Aini y Adi Harush. Además, ACNUR ha podido contactar con más de 1.000 refugiados que vivían en Hitsats y Shimelba y que ahora se encuentran en otros lugares como Shire, Mekelle, Afar y Addis Abeba.

En los campos de Mai Aini y Adi Harush se ha proporcionado comida y materiales básicos de ayuda humanitaria a las personas refugiadas reubicadas allí. Estas se encuentran viviendo ahora con parientes, en colegios o en edificios comunitarios en los campos, que ya están por encima de su capacidad, así como en unos 500 refugios de emergencia recientemente construidos. A su vez, hay otros 100 refugios en proceso de construcción, pero aun así no van a ser suficientes. Es urgente identificar ubicaciones alternativas para alojar a un mayor número de personas refugiadas que van llegando, especialmente ahora que se aproxima la época de lluvias.

Los servicios de acogida, asesoramiento y registro de ACNUR se han abierto de nuevo en ambos campos. ACNUR y sus contrapartes están reforzando la protección a menores y los servicios de apoyo sobre violencia de género.

Las autoridades locales han informado de la presencia de unos 95.000 etíopes desplazados internos en el área administrativa de Shiraro. Unas 47.000 personas fueron ya registradas por las autoridades el mes pasado, mientras que el resto han ido llegando posteriormente. Hasta la fecha, la amplia mayoría de las personas desplazadas internas están viviendo con las comunidades de acogida y unas 30.000 en cinco asentamientos. En el campo de Shimelba el equipo humanitario ha identificado unas 2.000 personas especialmente vulnerables entre las desplazadas internas y la comunidad de acogida, que han buscado refugio en el campo.

Todas las personas desplazadas en Shiraro y Shimelba están en necesidad urgente de asistencia humanitaria, desde comida, agua, cobijo, atención médica hasta saneamiento. ACNUR reitera el llamamiento conjunto de la ONU a todas las partes para que permitan con urgencia el desplazamiento de las personas afectadas que buscan seguridad y asistencia, tanto dentro del país como en las fronteras internacionales, con independencia de su origen étnico. La Agencia de la ONU para los Refugiados pide también que se respete el derecho a pedir asilo.


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