Redacción •  Internacional •  18/05/2018

Greenpeace denuncia la vinculación del BBVA con la destrucción provocada por la industria petrolera de Canadá

La organización ecologista lanza una recogida de firmas para pedir al banco que se desvincule de las industrias de las arenas bituminosas del país norteamericano.

Greenpeace denuncia la vinculación del BBVA con la destrucción provocada por la industria petrolera de Canadá

Greenpeace ha lanzado hoy una recogida de firmas para pedir a Francisco González, presidente del BBVA, que amplíe sus compromisos de lucha contra el cambio climático, la protección de la biodiversidad y los derechos de los pueblos indígenas, y se desvincule totalmente de la destrucción llevada a cabo por el sector de extracción del petróleo de arenas bituminosas y también de sus infraestructuras de transporte asociadas.

Recientemente la segunda entidad bancaria española ha publicado su nueva estrategia empresarial donde defiende el cumplimiento del Acuerdo de París y afirma que trabajará para que no se superen los 2º C de incremento de la temperatura media del planeta, así como para alinear su actividad con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

Sin embargo, Greenpeace denuncia que BBVA, a través de una filial en EE. UU., (BBVA Compass) ha concedido préstamos a empresas constructoras de infraestructuras de transporte de gas y productos petroleros, entre ellas para el transporte de las contaminantes y dañinas arenas bituminosas de la provincia de Alberta, en Canadá. Además, ha prestado apoyo financiero a la empresa Kinder Morgan Inc. (KMI), que tiene una participación del 70% en su filial canadiense Kinder Morgan Canada (KML), vinculada directamente a la empresa que está construyendo el oleoducto TMEP (TransMountain Expansion Project), proyecto que de construirse supondría un grave peligro para la biodiversidad, el abastecimiento de agua y los derechos de los pueblos indígenas en Canadá.

Según la propia información ofrecida por el banco, BBVA excluye a clientes y/o transacciones involucradas en la “exploración y producción de arenas bituminosas”, pero no ha hecho extensible y explícita esa política para excluir la financiación directa o indirecta de proyectos de transporte e infraestructuras para las arenas bituminosas. Además, el banco no ha descartado públicamente la financiación de los otros dos oleoductos de arenas bituminosas propuestos, el Keystone XL y/o Línea 3.

Mientras el BBVA habla de su compromiso con el Acuerdo de París y con los derechos humanos, la realidad de sus operaciones financieras refleja más de lo mismo, ha declarado Miguel Ángel Soto, portavoz de Greenpeace España. “Decir que no financiarán la expansión de las arenas bituminosas pero permitir la construcción de sus peligrosos oleoductos al margen del consentimiento previo e informado de las tribus indígenas por cuyos territorios transitan es una incoherencia mayúscula”.

Por último, cabe destacar que BBVA Compass continúa formando parte de los bancos que han prestado fondos a la empresa Energy Transfer Partners (ETP), constructora del oleoducto Dakota Access Pipeline (DAPL), una compañía que ha intentado silenciar y amedrentar a las organizaciones que se oponen a estos oleoductos, con ejércitos de seguridad privados y demandando a las ONG ante los tribunales pidiendo multas millonarias.

La política de responsabilidad corporativa del BBVA corre el riesgo de quedarse en papel mojado. Si siguen apoyando económicamente a las empresas sucias que piden multas millonarias a las ONG y siguen apoyando a las infraestructuras de transporte que permiten expandirse al sector de las arenas bituminosas están haciendo el ridículo” ha declarado Soto.

La petición de Greenpeace al BBVA incluye:

  1. Ampliar explícitamente su política actual sobre la arenas bituminosas para incluir proyectos de expansión, transporte y proyectos de oleoductos.
  2. Comprometerse a excluir cualquier financiación futura, incluidos los préstamos corporativos, que puedan apoyar directa o indirectamente la construcción, la expansión o la operación de los oleoductos para arenas bituminosas.
  3. Finalizar su relación financiera con Energy Transfer Partners (ETP), incluida la venta de su participación actual en el préstamo del proyecto de oleoducto DAPL

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