Mario Abdo Benítez toma posesión de la Presidencia de Paraguay
Elegido en las elecciones presidenciales de abril, el líder estrosnista asumirá hoy la presidencia de un país sumido en convulsión. Antes de asumir el poder, hasta 2023, Benítez ya ha sido objeto de protestas ciudadanas, incluida una convocada para hoy, cuyos permisos fueron rechazados por las autoridades policiales.
El presidente electo Mario Abdo Benítez asumirá hoy sus funciones ejecutivas en sustitución de su compañero de partido, Horacio Cartes. Abdo Benítez, heredero político de Alfredo Stroessner, dictador militar que protagonizó la vida política del país sudamericano entre 1946 y 1990, se proclamó vencedor en las elecciones presidenciales de abril frente a la candidatura de coalición entre liberales e izquierdistas de Frente Guasú, liderada por Efraín Alegre.
No se antoja fácil la presidencia del líder derechista, a pesar de su victoria electoral con 46% de los votos, en un país azotado por las protestas populares contra una corrupción flagrante que afecta a todos los estamentos políticos del país. Sus propuestas políticas, resumidas en una reducción fiscal en un país con el estado más endeble de la región, tampoco parecen prometer una situación económica fácil.
Al acto de investidura acudirán los jefes de Estado y representantes de varios Gobiernos, como los mandatarios Evo Morales (Bolivia), Mauricio Macri (Argentina), Iván Duque (Colombia), Tabaré Vázquez (Uruguay), y Tsai Ing-wen (Taiwán). Paraguay es uno de los últimos países de Latinoamérica que aun reconoce únicamente al gobierno de Taipei en lugar de a la República Popular China.
Corrupción y energía
El nuevo presidente asume su mandato en un país en estado de convulsión. En la víspera las autoridades prohibieron manifestaciones en la Asunción (capital) durante la toma de posesión, lo cual fue criticado por las organizaciones sociales que lo consideran un ataque directo al derecho de protesta.
Las movilizaciones sociales se producen para protestar contra la corrupción, pero también contra los acuerdos nacionales alcanzados por parte del ejecutivo del que ha sido presidente hasta hoy, Horacio Cartes, sobre la represa de Yacyretá, una de las mayores centrales hidroeléctricas del país junto a la famosa represa de Itaipú. Yacyretá fue un proyecto faraónico construido a finales de los años ’90 en la frontera entre Paraguay y Argentina. Su construcción no estuvo exenta de polémica, al dispararse los costes del proyecto, que llegaron a multiplicarse por 7, la mayoría por “gastos financieros”.
Con las Notas Reversales, unos acuerdos entre el gobierno de Cartes y el ejecutivo argentino presidido por Mauricio Macri, el gobierno de Paraguay reconoce una deuda de USD 4.000 millones con el Tesoro argentino y prácticamente cede la totalidad de la central hidroeléctrica a Argentina durante 20 años.