El Libertador •  Internacional •  02/05/2018

Honduras. A 64 años de la gran huelga, ciudadanía sustituye al sindicalismo

Analistas sociales consultados por este periódico están de acuerdo en que es hora de hacer una revisión del movimiento popular hondureño, y afirman que ha surgido ya el “movimiento ciudadano” que llenó el vacío del sindicalismo. También dicen que el sindicalismo sigue vivo y deben rescatar sus fundamentos para fortalecer la lucha social.

Honduras. A 64 años de la gran huelga, ciudadanía sustituye al sindicalismo

Tegucigalpa. Después del golpe de Estado de 2009, el 1 de mayo en Honduras tomó el rumbo de la protesta con otros ingredientes donde ya la dirigencia de trabajadores pasó a un segundo plano. Hoy el discurso político y la lucha por el poder desplazó la reivindicación de conquistas laborales en un país como Honduras donde hay más desempleados que trabajadores. Por cada diez personas sólo trabajan cuatro.

El sindicalismo desapareció de las calles hace muchos años y en su lugar apareció el activismo social desde el pueblo, en un contexto donde la población desprotegida migra para huir del hambre, de la pobreza, de la violencia y la falta de oportunidades, obligada por un régimen dictatorial de mano dura, que saquea a manos llenas las instituciones del Estado, donde la impunidad, la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado, conducen un pequeño país de nueve millones de habitantes.

El Primero de Mayo en Honduras en tiempos de dictadura, con la destrucción del sindicalismo como movimiento social. Sin embargo, las federaciones, confederaciones, gremios y sindicatos en Honduras, celebra el día internacional del trabajador, que quedó establecido así un 1 de mayo de 1886 a raíz de las exigencias de los trabajadores, obligados a trabajar 12 horas, por el mismo salario, en Chicago, EEUU, el epicentro de uno de los movimientos sociales más grandes de la historia, logrando su objetivo tras diferentes huelgas y manifestaciones donde hubo muchos mártires.

Pero a diferencia de los pioneros, hoy la sociedad extraña a los antiguos líderes de la gran huelga de 1954. Sin duda, ya no vendrán, pero han surgido las convocatorias a través de redes sociales de estudiantes, de mujeres organizadas y de grupos indígenas. Ahí están los obreros y sus hijos del campo y de la ciudad, dicen los analistas.

Hace años que se cuestiona a los líderes obreros, que fueron comprados o seducidos por el patrón y el Gobierno; se les señala que entregaron las luchas y conquistas históricas como la huelga de 1954, y la sangre de los mártires. Hoy algunos hasta hace poco líderes sindicales o gremiales, pasaron a ser simples empleados o socios del capital privado, como pasó en la ENEE y en otras instituciones públicas desde 1990 a la fecha. Los trabajadores como se les conoció en el marco del sindicalismo, como tales, están desorganizados y con miedo por la carencia de nuevos liderazgos obreros.

En esencia, los trabajadores cayeron en retroceso de sus conquistas históricas, sus líderes se perdieron en la noche del neoliberalismo, pero no sólo pasó con los anteriores trabajadores organizados, todos los gremios fueron barridos, también campesinos, profesionales, etc.

Hoy otras forma de organización social va madurando mediante la marcha de las antorchas, indignados, resistencia, etc., si bien no logran aún la visión del poder del sindicalismo y las luchas son fragmentadas en función de intereses grupales. Algo nuevo ha surgido en la lucha de la ciudadanía e irá tomando dimensión total de la lucha nacional o igual morirá en la división para que surja otro movimiento popular hondureño. Salud trabajadores y pueblo hondureño.


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