Redacción •  Cultura •  01/07/2018

El conjunto arqueológico de Medina Azahara es declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad

Desde hoy, Córdoba es la única ciudad del mundo con cuatro declaraciones de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El Comité reunido hoy en Manana (Barhéin) ha resuelto conceder a esta singular ciudad califal el mayor reconocimiento cultural a escala global. Andalucía cuenta, así, con trece enclaves reconocidos con la distinción de patrimonio, de los que nueve son de patrimonio de la humanidad.

El conjunto arqueológico de Medina Azahara es declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad

Se trata de la Mezquita de Córdoba; la Alhambra y Generalife de Granada; la Catedral, el Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla; el Parque Nacional de Doñana; el Albaicín de Granada –ampliación de la Alhambra–; el Centro Histórico de Córdoba –ampliación de la Mezquita–; el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica; los Conjuntos Monumentales Renacentistas de Úbeda y Baeza (Jaén); y el Sitio de los Dólmenes de Antequera (Málaga). Los otros tres cuentan con la declaración de patrimonio cultural inmaterial:  el flamenco, la revitalización del saber tradicional de la cal artesanal en Morón de la Frontera y la Fiesta de los Patios de Córdoba.

A la Ciudad Califal de Medina Azahara, que ya contaba con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1923, se suma hoy el Sitio de los Dólmenes de Antequera (Málaga), que ha obtenido el mismo reconocimiento en la 42 sesión del Comité del Patrimonio Mundial. Alberto Montejo, nuevo director del conjunto valoró ayer “la magnífica acogida que ha tenido la jornada para los cordobeses, andaluces y visitantes de fuera de nuestro país” que además han podido disfrutar de la visita al yacimiento construido por el octavo emir de Al-Ándalus, Abd al-Rahman III entre los años 936 y 976, cuya descendencia gobernaba en la Península Ibérica desde el año 756 teniendo en Córdoba su capital: “desde el punto de vista cultural, gastronómico, musical, arquitectónico e histórico, el potencial de Medina-Azahara es único en el mundo”, ha añadido el arqueólogo, reconociendo además que la de Medina Azahara era “técnicamente la candidatura más sólida”. Montejo ha querido recordar además que la “ciudad tiene 115 hectáreas de extensión y solo está excavado el 10%”. Queda, pues, el 90% por investigar, pero “el resultado no lo vamos a ver nosotros. Esto es un trabajo de generaciones de arqueólogos, de restauradores y arquitectos que tendrán que continuar”. La ciudad cumplía la doble función de centro administrativo y residencial para Abd al-Rahman III.

Medina al-Zahara fue ordenada construir por el primer califa de Al-Ándalus, Abderramán III (891–961) como parte del programa político, económico e ideológico puesto en marcha tras la instauración del califato. Se dice que su fundación está relacionada con una favorita del califa que tendría por nombre al-Zahrá (Azahara) pero los principales motivos de su construcción son más bien de índole política-ideológica: la dignidad de califa exige la fundación de una nueva ciudad símbolo de su poder a imitación de otros califatos orientales y además para mostrar su superioridad sobre sus grandes enemigos, los fatimíes de Ifriqiyya, la zona norte del continente africano. En el 945 se produce el traslado de la corte a esta ciudad, que en esos momentos cuenta con la Mezquita Aljama (941). Al morir Almanzor en el 1002 d.C. los problemas sucesorios desembocaron en una “fitna” o guerra civil en el año 1010 d.C. hasta que en 1031 d.C. se decide acabar con el califato pasando a ser ahora Al-Ándalus un compendio de diferentes pequeños reinos o reinos de taifas, perdiendo su hegemonía y dando lugar a un mayor empuje por parte de los reinos cristianos.

Fue durante la “fitna” cuando Medina Azahara se saqueó junto a los extensos arrabales Occidentales, abandonándose y comenzando su progresiva destrucción y finalmente su olvido total.

Este conjunto recibió el año pasado 186 mil visitas, que de buen seguro aumentarán de hoy en adelante. El máximo de visitantes lo obtuvo en 2001, cuando se desarrolló la exposición sobre el esplendor de los Omeyas y se llegó a unos 400 mil.

El Comité recomienda a las administraciones públicas españolas vigilar las parcelaciones alrededor del Conjunto Histórico, aislarse de ellas mediante una pantalla vegetal, establecer unos criterios de conservación específicos, desarrollar un plan director, acercarse más a la sociedad y mejorar las comunicaciones con Córdoba para que sea más accesible a los visitantes.

Los otros lugares que han recibido el reconocimiento como Patrimonio Mundial hoy son los siguientes; el sitio arqueológico de Thimlich Ohinga (Kenya); Antigua ciudad de Qalhât (Omán); Oasis de Al –Ahsa, un paisaje cultural en evolución (Arabia Saudita); Conjuntos neogótico victoriano y ‘art déco’ de Mumbai (India); Paisaje arqueológico sasánida de la región del Fars (República Islámica del Irán); Sitios de los cristianos ocultos en la región de Nagasaki (Japón); Los ‘sansa’, monasterios budistas de las montañas de Corea (República de Corea); “Aasivissuit-Nipisat” – Cotos de caza marítimos y glaciares de los inuits (Dinamarca); Conjunto arqueológico fronterizo de Hedeby y la Danevirke (Alemania).


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