Archivo •  Redacción •  Actualidad •  22/07/2018

Tergiversación y ruido en el diario ABC: Rommy Arce y el Frente Sandinista

El medio ultraconservador responsabiliza a Rommy Arce de organizar un acto de apoyo a Daniel Ortega y el gobierno de Nicaragua con el que no tiene ninguna relación en una nueva maniobra de ruido y despiste. Desde el inicio de la andadura de los denominados ayuntamientos del cambio el diario monárquico (entre otros) no ha dudado en emplear tergiversaciones para tratar de exaltar los ánimos contrarios a la gestión municipal.

Tergiversación y ruido en el diario ABC: Rommy Arce y el Frente Sandinista

A lo largo del fin de semana una nueva polémica ha sacudido al Ayuntamiento de Madrid, tras la protesta de los grupos municipales de Ciudadanos y el Partido Popular ante el apoyo de la concejal Rommy Arce al gobierno de Nicaragua y por, en palabras de la líder del grupo municipal de Ciudadanos Begoña Villacís, “ponerse del lado de los asesinos”. La polémica saltó a la luz tras un artículo del ABC en el que se vinculaba a la concejal presidenta del distrito de Arganzuela con un acto “apoyar el régimen sandinista de Nicaragua”.

El caso no quedaría más que en un nuevo elemento de exageración de las implicaciones y connotaciones de un posicionamiento político en el ámbito internacional de no ser por un elemento que le añade aún más delirio a la polémica. Que ni siquiera es verdad. Y los actores implicados, tanto fuerzas políticas como medios de comunicación, o bien lo saben y están mintiendo de forma deliberada, o bien no lo saben poniendo de manifiesto que no hacen nada bien su trabajo.

Recapitulando, el pasado jueves 19 de julio tuvo lugar el acto “Paz para Nicaragua”, promovido por la Plataforma de Solidaridad con Nicaragua. Una información que nuestro medio recogía tras la rueda de prensa concedida por los organizadores la mañana del mismo jueves en el Club Internacional de Prensa. El acto, celebrado en coincidencia con el 39 aniversario de la Revolución Sandinista y el derrocamiento de Anastasio Somoza en julio de 1979, ofreció un análisis y una lectura de los dramáticos acontecimientos que están teniendo lugar en Nicaragua desde el punto de vista del Frente Sandinista.  

El único nexo de conexión del evento con la concejal Rommy Arce es que ella preside la Junta Municipal de Distrito de Arganzuela, lugar donde se encuentra el centro cultural público con el mismo nombre del distrito. Las solicitudes y peticiones de espacios públicos se realizan a través de Línea Madrid, una oficina de atención ciudadana a la que cualquier vecino de la capital del estado tiene acceso. No todas las solicitudes pueden ser supervisadas y pasar por presidencia de la Junta, tarea que queda asignada a funcionarios y técnicos municipales, una realidad que los grupos municipales de oposición deberían conocer perfectamente.

También sería normal que lo supiese Aitor Santos Moyá, el redactor del diario conservador que titulaba el artículo a sabiendas de que ninguna de las formaciones políticas en las cuales milita Rommy Arce participaba en la organización del acto. De hecho, se trata de un elemento que señala en su propio artículo, extremo que trataba de difuminar para continuar con su intento de vinculación de la representante municipal con la organización del evento sosteniendo que se daba “connivencia”.

No es la primera vez que los grupos de oposición municipal, en, digamos, “connivencia” con los medios de comunicación de tendencia conservadora tratan de generar una polémica en torno a la concesión de un espacio público para un evento que, a su juicio, está en contra de la dignidad política, es decir, de su lectura de los hechos. La propia Rommy Arce fue objetivo de una campaña de descrédito cuando un espacio público también situado en su distrito, que posee el infortunio de contar entre sus instalaciones con uno de los centros de actividades y ponencias más grandes de la ciudad como es Matadero Madrid, albergó un acto independentista en plena crisis catalana.

Desde el gobierno municipal se expuso en aquella ocasión, como en muchas otras, que la apertura de los centros culturales de la ciudad a organizaciones, asociaciones, colectivos y personas a título individual para realizar eventos propios completamente al margen de la programación de la institución forma parte de la política de facilitación de la participación política y ciudadana.

El caso abunda en el más estrepitoso ridículo a tenor de la posición pública de la concejal Rommy Arce al respecto de los acontecimientos que tienen lugar en Nicaragua, particularmente crítica con el gobierno de Managua.

Un elemento que en realidad no debería tener la más mínima importancia, (dejando de lado la explícita negación, tan del gusto de la derecha de este país, del legítimo debate en cuestiones controvertibles) en el asunto central, que no es otro que el desmedido afán de descrédito hacia un gobierno municipal concreto por parte de algunos medios de comunicación que conduce con excesiva frecuencia a la tergiversación y falta de rigor. No es posible ignorar la intencionalidad marcada de emplear, como en tantas otras ocasiones, un asunto totalmente ajeno de política internacional para tratar de minar la imagen de representantes políticos y públicos de formaciones con las que estos medios abiertamente antipatizan.

El fenómeno es tan escandaloso, que no han faltado en los últimos años voces que incluso señalan la responsabilidad de los propios representantes públicos del ayuntamiento de Madrid al no actuar con la debida contundencia, exigiendo el cumplimiento de su derecho de rectificación y defendiendo su imagen mediante el uso de los medios legales pertinentes.

Mientras tanto, la línea narrativa presentada por ABC va siendo replicada en el resto de medios de comunicación, obteniendo este medio nuevamente un éxito en arrastrar el debate a su terreno, aún a costa de cualquier rigor informativo.


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