Redacción •  Actualidad •  20/04/2021

Ecologistas en Acción lanza una campaña por la reducción de la jornada laboral

  • Reducir la jornada laboral, repartir el trabajo y cambiar el modelo productivo para cumplir los objetivos de reducción de emisiones.
  • La campaña busca una alianza entre el ecologismo, el mundo del trabajo y los movimientos sociales que ponga las condiciones de vida en el centro de las políticas.
  • La organización ecologista recalca que se necesitan medidas más ambiciosas que la insuficiente nueva Ley de Cambio Climático.
Ecologistas en Acción lanza una campaña por la reducción de la jornada laboral
Bajo los lemas «Trabajar menos, para trabajar todas y decrecer mejor» y «Menos es Más» Ecologistas en Acción pretende abrir y aportar a un debate social que entiende fundamental: reducir las horas de trabajo asalariado como forma de mejora en materia laboral, medioambiental, social y de salud.
En un momento en el que se establece la primera Ley de Cambio Climático en España y se fijan cláusulas verdes para los fondos de recuperación Next Generation de la Unión Europea, la confederación ecologista sostiene que la reducción de las horas de trabajo supone una medida de carácter estructural necesaria en una transición ecológica y energética.
Ecologistas en Acción pone el foco en los beneficios medioambientales de una medida de este tipo. Se sustenta en datos de informes científicos que avalan cifras como que una reducción de la jornada laboral del 25 % supondría disminuir nuestra huella ecológica un 30 %, la huella de carbono un 36’6 % y una reducción del 10’5 % de las emisiones de dióxido de carbono.
Países de nuestro entorno ya han aplicado fórmulas en esta dirección con gran éxito. Es el caso de los trabajadores públicos de Islandia, empleados de la empresa pública de correos en Reino Unido o ciertos sectores del metal en Alemania. La reciente aprobación en el Parlamento de un proyecto piloto para la jornada semanal de 32 horas muestra la actualidad del tema y su importancia.
La campaña surge como continuación del informe ‘Escenarios de trabajo en la transición ecosocial 2020-2030’ y pretende afianzar las alianzas con el mundo del trabajo y movimientos sociales a fin de repensar el modelo productivo y generar sinergias que favorezcan la mejora de los derechos laborales y medioambientales.

Arturo Martínez, portavoz de Ecologistas en Acción: “Dedicar menos horas al trabajo asalariado no solo es posible sino deseable. Queremos reducir para mejorar. No disminuir nuestros salarios, aumentar nuestros derechos laborales reales, favorecer la conciliación o acabar con las jornadas irregulares no es suficiente si luego tenemos dificultades para acceder a una vivienda, no tenemos escuela pública cerca de nuestros hogares o el centro de salud de nuestro barrio está colapsado. Queremos que menos horas de trabajo signifique más calidad de vida”.

 
Campaña ‘Trabajar menos para vivir mejor’ 

Cuando menos es más

Trabajar menos horas y vivir mejor no es solo posible, si no que es deseable y necesario. Tras más de 100 años de existencia, la actual jornada laboral de 8 horas ha quedado obsoleta. El tiempo que dedicamos al trabajo tiene unas consecuencias directas sobre nuestras vidas y salud. Falta de tiempo para desarrollar nuestras aficiones, aumento del estrés, ansiedad, la incapacidad de pasar tiempo con nuestros seres queridos o el cansancio acumulado tras jornadas laborales extenuantes. Se podría decir que el trabajo nos roba la vida, porque la vida es aquello que sucede cuando no estamos trabajando para otro.

Hoy sabemos que el cambio climático y la crisis ecológica son el gran reto de la humanidad. Una economía basada en el petróleo barato, la obtención de beneficios empresariales y el crecimiento económico, es una economía depredadora. Existe una relación directa entre este crecimiento, el consumo energético y la contaminación o destrucción medioambiental: A más consumo más destrucción, pues nuestro sistema productivo tiene los pies de petróleo. Debemos reducir nuestro consumo energético global para disminuir la degradación ecológica.

Frente a esta crisis socio-ecológica necesitamos cambiar de rumbo nuestra sociedad. Estamos en una cuenta atrás que nos lleva a puntos de no retorno ambientales, a la par que urge tomar medidas de calado y estructurales que mejoren la calidad de vida de las mayorías sociales. No es cuestión (solo) de cambiar hábitos de consumo. De nada nos sirve usar bolsas de tela al hacer la compra mientras importamos toneladas de alimentos cultivados a miles de kilómetros traídos en barcos con cámaras frigoríficas. Es el momento de pensar cuales son las medidas urgentes que a la vez que mejoran nuestra calidad de vida, tienen un gran impacto en la reducción del consumo energético. Nosotras lo tenemos claro: Queremos reducir la jornada laboral.

Los datos nos dicen que una reducción de la jornada laboral del 25% supondría disminuir nuestra huella ecológica un 30%, la huella de carbono un 36’6% y una reducción del 10’5% de las emisiones de dióxido de carbono. También sabemos que mientras la productividad ha aumentado linealmente, los salarios se han estancado desde la década de los 80. Además, en aquellos lugares donde las jornadas laborales son más cortas, los niveles de satisfacción vital son mayores. Hay margen para reducir sin salir perdiendo.

Queremos reducir para mejorar. No disminuir nuestros salarios, aumentar nuestros derechos laborales reales, favorecer la conciliación o acabar con las jornadas irregulares no es suficiente si luego tenemos dificultades para acceder a una vivienda, no tenemos escuela pública cerca de nuestros hogares o el centro de salud de nuestro barrio está colapsado. Queremos que menos horas de trabajo signifique más calidad de vida.

No creemos en los cantos de sirena de la digitalización del mundo laboral. Décadas de avances tecnológicos no han resultado en trabajar menos ni ha hecho desaparecer el desempleo forzado.  Necesitamos un cambio de modelo productivo orientado a satisfacer las necesidades colectivas, no a inundar de productos superficiales el mercado. Este modelo solo podrá ser democrático, ecológicamente responsable y que ponga en valor aquellos sectores que producen bienestar colectivo.

Trabajar menos para vivir mejor, para repartir el trabajo existente y que nadie se vea condenada al paro o la precariedad. Vamos a dar esta lucha con todos aquellos movimientos que deseen un futuro mejor y que quieran una Tierra en la que la vida no sea una mera lucha por la supervivencia. Nos va la vida en ello.


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