Guadalajara Antitaurina rechaza la celebración del concurso de recortadores
La organización antitaurina añade a su tradicional rechazo a este tipo de eventos su preocupación por las consecuencias que puede tener para la salud un acontecimiento de este tipo en pleno contexto de rebrotes por la COVID-19.
Guadalajara Antitaurina ha rechazado la celebración del concurso de recortadores, “donde decenas de animales serán humillados hasta la extenuación por un grupo de inconscientes que encuentran divertimento en saltar sobre reses asustadas”, y es que, según establece la normativa en Castilla-La Mancha, explican los antitaurinos, todos los animales deben ser ejecutados al finalizar el festejo.
Al tradicional rechazo a este tipo de eventos con animales, Guadalajara Antitaurina añade otros argumentos; en esta ocasión, directamente relacionados con la actual pandemia provocada por la COVID-19: “Conocemos el gusto por la sangre que tiene la afición taurina, pero estos delirantes actos resultan irresponsables por no decir terroríficos cuando una pandemia mundial está devastando nuestro pueblo. Millares de personas han fallecido en España a causa del covid19, una enfermedad zoonótica de gran virulencia y difusión por vía aerea, que afecta al sistema respiratorio. Una infección que se transmite principalmente en eventos de masas donde es imposible respetar el distanciamiento, el uso de mascarillas y la higiene de sus asistentes: los festejos taurinos”.
En este sentido, la organización antitaurina se queja del distinto rasero que las administraciones están mostrando a la hora aplicar con mayor o menor rigor las medidas de seguridad: “Mientras que el cumplimiento de estas medidas es exhaustivo en los pocos eventos culturales que se han mantenido, realizándose a puerta cerrada los eventos deportivos, cancelándose innumerables fiestas populares, cociertos, representaciones teatrales… La Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha sigue dando el visto bueno a que la matanza de animales en nombre de la tauromaquia goce de libertad para realizarse sin imposición alguna, como sí nos están obligando al resto de la población”.
Guadalajara Antitaurina denuncia también las subvenciones públicas que recibe el sector del toro, “cantidades ingentes de dinero público que bien podrían destinarse a Sanidad, Educación o Cultura, así como a un plan integral de transformación ética hacia el ecoturismo rural”.
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