Redacción •  Actualidad •  17/09/2022

Denuncian abandono y dejadez en el Monte de El Pardo

  • Las organizaciones ecologistas Arriba las Ramas, Ecologistas en Acción, ARBA, TREPA, Mesa del Árbol de Carabanchel, Entorno Meaques Retamares, Plataforma Salvemos la Casa de Campo denuncian el estado de abandono y dejadez que presenta el monte de El Pardo por parte de las distintas administraciones que lo gestionan: Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid y Patrimonio Nacional.
Denuncian abandono y dejadez en el Monte de El Pardo

Este espacio natural de 16.000 hectáreas, unas 10 veces la superficie de la Casa de Campo, situado a 8 kilómetros de la Puerta del Sol es el mejor ejemplo de bosque mediterráneo que conserva la Comunidad de Madrid. Un pulmón verde que ocupa el 26,4 % de la superficie del municipio de Madrid. Su existencia ha condicionado y limitado la expansión, como mancha de aceite, de la capital y de los municipios colindantes, con efectos altamente positivos para la salud y el equilibrio de toda la región madrileña.

De las 16.000 hectáreas, unas 900, un 5,6% del total, es de acceso libre. El resto está tutelado por Patrimonio Nacional y cerrado al público por una valla de 66 kilómetros de longitud. Es en ese espacio abierto, fuera de la citada valla, donde se producen situaciones indeseadas en uso y gestión que Arriba las Ramas, Ecologistas en Acción, ARBA, TREPA, Mesa del Árbol de Carabanchel, Entorno Meaques Retamares, Plataforma Salvemos la Casa de Campo reclaman sean corregidas e incluso suprimidas por razones de evidente necesidad y de dudosa legalidad.

La creciente demanda de espacios naturales, y nuevas prácticas de movilidad deportiva, exigen  nuevas regulaciones y vigilancia que ahora son inexistentes. La creación de rutas peatonales y ciclistas, de acceso al El Pardo por iniciativas ciudadanas como la Senda Real / GR-124 desde hace unos años y recientemente la Ruta Fluvial del Manzanares, facilitan el acceso a gran número de personas y no todas tienen el un comportamiento respetuoso con el entorno. Por otro lado existen las carreteras históricas que conducen a la población de El Pardo desde Moncloa y desde Fuencarral. Tratamos, pues, de analizar y corregir los hechos que se producen en la zona abierta de 900 hectáreas y que las organizaciones ecologistas entienden que son manifiestamente corregibles.

Por ello reclaman la coordinación entre Patrimonio Nacional y el Ayuntamiento de Madrid, en la tutela y vigilancia de las zonas del Monte de El Pardo con urbanizaciones colindantes. El valor inestimable de este bosque mediterráneo se pone en peligro con prácticas inadecuadas que podrían llegar a incendios, aparte del abandono de residuos.

También reivindican la ordenación, incluida prohibición, del uso de bicicletas todo terreno, que viene produciendo un evidente y visible daño a la vegetación. El terreno de arcosas es muy sensible al paso de bicicletas y sufre la compactación y desertización del mismo.

Asimismo, plantean la necesidad de establecer la señalización y protección de los abundantes vestigios de la Guerra Civil creados en la línea de defensa de la capital en los tres años de asedio

Por último, exigen la supresión de la práctica de tiro en las instalaciones deportivas de Somontes. Esta práctica tiene sus días contados, pero sigue produciendo una grave contaminación por medio de la dispersión de miles de perdigones de plomo. Todo ello a escasos 500 metros de la entrada al Palacio de la Zarzuela y al río Manzanares donde acaban rodando estos proyectiles, por simple acción de la escorrentía y de la ley de la gravedad.

Las organizaciones ecologistas consideran que estas son razones suficientes para exigir a las administraciones con competencias en este espacio (Patrimonio Nacional, Confederación Hidrográfica del Tajo, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Madrid) que corrijan y eliminen, si cabe, estas prácticas indebidas en el espacio de acceso libre al Monte de El Pardo.


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