Redacción •  Actualidad •  15/02/2023

CCOO denuncia nuevas agresiones a funcionarias en la prisión de Campos del Río

Una interna con patologías mentales agredió ayer a una funcionaria y hoy otra interna golpeaba y mordía a otra, ambas trabajadoras del centro penitenciario de Campos del Río (Murcia).

CCOO denuncia nuevas agresiones a funcionarias en la prisión de Campos del Río

Las agresiones en prisiones no son inevitables ni están recogidas en la nómina del personal. Se producen porque no se analizan las causas que las provocan y porque no se aplica la ley de prevención de riesgos laborales al personal penitenciario agredido.

Puede que Instituciones Penitenciarias no considere “agresión” el grave incidente ocurrido ayer en la prisión de Campos del Río a una funcionaria que ha sufrido puñetazos y patadas por parte de una interna con patología mental, y seguramente no investigará el accidente laboral ni adoptará ninguna medida preventiva, tal como obliga la normativa en prevención de riesgos laborales. La administración penitenciaria selecciona las agresiones que denuncia al Juzgado para que sean consideradas como delito de atentado a la autoridad.

La interna agresora es una enferma mental y por eso va a ser difícil que pueda responder disciplinariamente o en la vía penal por la agresión a la funcionaria ocurrida ayer en el módulo 16 del centro penitenciario murciano. Respecto a la segunda agresión, ocurrida en el día de hoy, puede que desde el centro penitenciario se tramite de oficio la denuncia penal.

Las agresiones se han disparado en Instituciones Penitenciarias, con 18,37 personas agredidas al año por cada 1.000 empleadas y empleados públicos penitenciarios, lo que conlleva que el personal penitenciario puede ser agredido más de 4 veces durante su vida laboral en el caso de vigilancia. Para que se puedan comparar datos oficiales, en el año 2010 el número de personas agredidas era de 12,75 por cada 1.000 trabajadores y trabajadoras.

Las causas de las agresiones son múltiples, pero hay tres factores determinantes. El primero es la falta de tratamiento específico para las patologías psiquiátricas, un problema que tiene cada vez mayor incidencia. El segundo es la falta de personal y el tercero, la escasez de formación para intervenir con un colectivo que exige una especialización.

La situación de la enfermedad mental dentro de las prisiones españolas es de una gravedad tal que exige respuestas integrales. Su incremento es directamente proporcional a la disminución de respuestas sociales y políticas. Nos encontramos con una política penal que no evalúa ni valora la incidencia de las patologías mentales y con la falta de un modelo de atención integral eficaz que responda a los problemas de salud mental de la población reclusa, cuando el 50% de los incidentes de las prisiones y más del 60% de las agresiones que sufre el personal penitenciario tienen que ver con internos o internas con patologías psiquiátricas.

En la región de Murcia hay una psiquiatra para atender los dos centros penitenciarios, Murcia I y Murcia II, que realiza visitas cada quince días que son insuficientes para atender todas las necesidades.

Desde CCOO defendemos que se deben investigar y prevenir todas las agresiones y no enmascarar la siniestralidad laboral en el medio penitenciario.

Por último, el sindicato demanda una formación específica y la creación de un grupo especializado de funcionarios y funcionarias para la intervención, un protocolo eficaz de prevención frente a las agresiones, además de las estrategias y medidas encaminadas a dar una respuesta global al grave problema de las patologías psiquiátricas en prisión, abordando actuaciones de educación, prevención, asistencia y rehabilitación.


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