Agencias •  Redacción •  Actualidad •  14/04/2022

La investigación del fraude de las mascarillas apunta datos que contradicen la versión de Almeida

  • Las conversaciones mantenidas entre Elena Collado, jefa de adquisiciones del Ayuntamiento de Madrid y el empresario Alberto Luceño, indicarían que Almeida y Luis Medina mantuvieron conversaciones antes de cerrarse los contratos.
La investigación del fraude de las mascarillas apunta datos que contradicen la versión de Almeida

El alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, mantuvo conversaciones telefónicas directas con Luis Medina, principal encausado por el fraude de las mascarillas del Ayuntamiento de Madrid. Así lo expone el sumario de la investigación, que también recoge las conversaciones entre la responsable de compras del consistorio de la capital, Elena Collado, y Alberto Luceño, socio de Medina y principal investigado de la causa junto a este.

El sumario, que recoge las conversaciones mantenidas en los primeros momentos de la pandemia de COVID-19, muestran como el alcalde de la ciudad mantenía conversaciones durante la adquisición de material sanitario en fechas tan tempranas como el 26 de marzo de 2020.

Un elemento que puede entrar en contradicción con las «explicaciones» dadas por Almeida el pasado mes. Almeida, que ha mantenido una posición desafiante ante las cuestiones sobre el caso, afirmaba el pasado 8 de marzo que realizó una llamada a Medina, hijo del duque de Feria y amigo familiar del alcalde, solo después de la suscripción de los contratos con el Ayuntamiento.

«La llamada que yo hago a Luis Medina… vamos a ver, parece ya sorprendente el reconocimiento de una llamada, que diga en qué consiste y que eso me incrimine. Estamos llegando a extremos surrealistas. Si lo sé, es que no lo digo. Pero si digo que llamo a Luis Medina, digo el objeto de la llamada a Luis Medina», afirmaba entonces el alcalde.

El sumario recoge también numerosas conversaciones entre Elena Collado y Alberto Luceño, en las que se transmite como el escalafón superior del gobierno municipal estaba al tanto de las negociaciones antes de la suscripción de los polémicos contratos, a través de los cuales el Ayuntamiento adquirió escaso material sanitario a precios absolutamente desorbitados.


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