Equo quiere reducir el impacto de la contaminación sobre la salud de las personas

La formación politica verde Equo, pide acciones reales y efectivas en la Zona Oeste de Gijón, dirigidas a mejorar la calidad de vida y reducir el impacto de la contaminación sobre la salud de las personas, sus bienes y su entorno natural.

«El último informe sobre la calidad del aire en la zona del Lauredal, muestra que esta zona junto con Jove, dentro de la Zona Oeste, esta sufriendo un mayor impacto por la emisión de particulas contaminantes, las cuales proceden principalmente de su entorno industrial y portuario. Las organizaciones ecologistas están  advertiendo de manera reiterada de la superación de los limites en la zona». Indica el coportavoz de Equo en Gijón, Eduardo Campomanes .»El estudio indica que en 5 meses se superarón los limites en 32 ocasiones, lo cual muestra una media de más de 6 días al mes, si se traslada a la totalidad del año saldrían 72 días al año, cuando el limite para evitar daños a la salud es de no más de 35 veces al año.  Continuamos igual, y se pregunta ¿que prima: la salud o los intereses económicos? ¿no es posible medidas inmediatas como: uso de nuevas tecnologías en los sistemas de producción, inter-relacionar emisiones y condiciones climáticas, uso de especies naturales, etc. que permitan reducir las emisiónes de particulas y sus efectos?»

«En el caso concreto del Lauredal se trata de una zona con elevada presencia de población joven y con niños pequeños, también extensible a otras zonas del barrio de La Calzada, como Parque Oeste y otros residenciales de nueva construcción, donde se ha producido la expansión del barrio de La Calzada, además de la presencia de colegios, instalaciones deportivas y parques.» dice su otra coportavoz Carmen Ramos. » el Parque de El Lauredal debería ser una zona de ocio y esparcimiento al aire libre, pero los vecinos/as son conscientes de la situación de su entorno y de los problemas de salud asociados, lo cual limitar el uso y disfrute del parque ante la situación ambiental de la zona, además de los daños y molestias que las particulas causan en sus viviendas y vehiculos. Esto tiene su reflejo en la mayor la implicación y participación ciudadana, como muestra el apoyo a  la Plataforma Contra Contaminación de Gijón».

«Diversas organizaciones, como Ecologístas en Acción en su ultimo informe del 2016, estimaban que los costes sanitarios asociados a la contaminación suponían un 3,5% del PIB de España, sin considerar otros costes como los asociados a los ecosistemas naturales. Además de recordar que la Comisión Europea tramita dos procedimientos de infracción contra España por el incumplimiento de la normativa sobre partículas PM10 y dióxido de nitrógeno». Recuerda la formación politica verde «se están aprobando diferentes planes de calidad del aire con medidas y acciones que en el caso de Gijón supondrían la inversión de casi 7 millones de euros,  orientados principalmente a reforzar la vigilancia y control, lo cual no parece haber dado hasta ahora el resultado esperado, así como tampoco  el actual sistema de sanciones, dado que la realidad es que se continuan incumplimento la normativa legal y los ciudadanos sufrimos las consecuencias, todo ello esta provocando una sensación de ocultación o falta de transparencia en relación a las cuestiones ambientales».

«Consideramos necesarias medidas reales y efectivas en la zona, y lo más inmediatas posibles, tanto por parte de las Administraciones Públicas, como por parte de las empresas potencialmente contaminantes.  Se habla de cifras millonarias en inversiones, pero parece las empresas solo lo orientan a obtener el mayor beneficio económico, sin tener en cuenta los costes sociales y ambientales de sus actividades. Sería necesario que las inversiones privadas y las ayudas públicas estuvierán vinculadas a la aplicación de medidas de protección ambiental y social». Opinan desde Equo «Diversos informes consideran necesarios cambios en los modos de producción y de transporte, esto implicaría importantes inversiones, pero los beneficios se estima que superan entre 1,4 y 4,5 veces a los costes que supondría la adopción generalizada de las mejores técnicas industriales disponibles para la reducción de la contaminación. Tambien es necesaria una mayor transparencia,  e información veraz y en tiempo real a la ciudadanía, por parte de las administraciones públicas y las empresas para evitar esa sensación de «engaño o mentiras».