El párroco de Miguel Esteban, en Toledo, anuncia que volverá a saltarse la cuarentena el «Domingo de Resurrección»

El párroco y el sacerdote de Miguel Esteban, una pequeña localidad de apenas 5000 habitantes, enclavada en la zona manchega de Toledo han anunciado públicamente que, tras la violación del confinamiento que tuvieron a bien perpetrar el pasado domingo con motivo de la festividad religiosa del Domingo de Ramos, pretenden volver a saltarase la cuarentena para celebrar la resurrección de Cristo. Así lo han anunciado públicamente, mediante un volante de la parroquia en el que especifican que este domingo, a mediodía y tras celebrar la misa de Pascua de Resurrección en la Iglesia Parroquial, el sacerdote y el párroco saldrán «Con el toque festivo y solemne de las campanas […] con Jesús Sacramentado en la custodia, caminando hasta la Iglesia del Socorro, invocando la salud y la protección del Señor para todo el pueblo».

La aventura procesionaria del pasado 5 de abril ya provocó la reacción airada de buena parte de los vecinos del muncipio, que remitieron sus vídeos a nuestro medio denunciando el flagrante incumplimiento de las medidas de confinamiento. Los habitantes del municipio se muestran molestos tanto por la actitud de los sacerdotes, en un municipio con un gran volumen de población considerada de riesgo por su avanzada edad, como de las autoridades, que toleran y consienten el esperpéntico espectáculo.

«La indignación y las protestas de los habitantes del municipio no les importan. Es Semana Santa y tienen a su dios de su parte», nos contesta Marcos, un vecino de la cercana localidad de Quitanar de la Orden, visiblemente airado por la preocupación que le generan sus familiares, personas de edad avanzada, residentes en Miguel Esteban. «La media de edad del pueblo supera fácilmente los 65 años, Castilla-La Mancha es una de las comunidades que más precaución debería tener, pero aquí parece que esta gente se lo toma a risa», añade.

Castilla-La Mancha es, de hecho, la tercera región con mayor número de fallecidos por la enfermedad del coronavirus, a pesar de contar con apena dos millones de habitantes en toda su extensión. Una población profundamente envejecida que la transforma en una de las comunidades con mayor porcentaje de habitantes de riesgo ante la extensión de la epidemia ayuda a explicar el fenómeno. En el caso concreto de Miguel Esteban, más del 20% de la población cuenta con más de 65 años, elevando a más del 50% los vecinos con más de 50 años.

Algunos vecinos consideran que el gesto de los sacerdotes no tiene ninguna trascendencia, y creen que no es posible que la acción de los curas colabore en la propagación de la enfermedad . Otros muchos, sin embargo, ponen en duda la fiabilidad de eso, exponiendo que los demás municipios de la zona no permiten este tipo de actividades como parte de las medidas para contener la pandemia. Algunas voces, incluso, han advertido que tomarán acciones legales por los hechos.

Sin embargo, desde la parroquia continúan en su empeño y convencimiento. Lejos de asumir las advertencias de los vecinos, en el comunicado de la parroquia se anima a la población a participar: «Animamos a todos los vecinos grandes y pequeños, que se somen a sus ventanas y balcones, haciendo sus alabanzas y aclamaciones, con aplausos o campanillas o flores, al paso de Jesús Sacramentado». «Y si es posible, pueden unirse voluntariamente miembros de las bandas de música, que esde sus casas, toque alguna marcha procesional triunfal y los más pequeños pueden acompañar también desde su casa, con el toque de campanillas y aplausos, y, si es posible, disparo de cohetes», añaden el documento, publicado a 9 de abril de 2020, siglo XXI.