Redacción •  Actualidad •  04/09/2016

Incendio de Chiloeches: los peces no murieron por causas naturales, sino por contaminación

Ecologistas en Acción considera que los datos oficiales de calidad de aguas desmienten a las autoridades y muestran sin género de dudas que la causa de que hayan aparecido peces muertos en el río Henares no eran naturales y apuntan a un vertido que bien pudo ser el ocasionado por el incendio de la nave de residuos tóxicos de Chiloeches.

Incendio de Chiloeches: los peces no murieron por causas naturales, sino por contaminación

Ecologistas en Acción ha analizado los datos que la Red Saica que la Confederación del Tajo tiene accesibles en este enlace . Esta Red dispone de una serie de estaciones fijas de medición de distintos parámetros de calidad de aguas y tiene como objetivo mantener un control constante de las mismas, así como detectar eventuales vertidos. La red dispone de un punto de control, el número 307 llamado “Estación de Santos de la Humosa en el río Henares”. La estación se ubica a poco más de 7 kilómetros aguas debajo del incendio de la planta de residuos de Chiloeches, lo que hace que sea idónea para evaluar la situación de las aguas antes, durante y después del incendio.

Para valorar la calidad de las aguas se han extraído los datos de mediciones de 7 parámetros básicos a lo largo de un periodo de 5 días, entre el 24 de agosto, dos días antes del incendio, y el 29 de agosto, dos días después.

Los resultados, que se pueden ver en los gráficos adjuntos extraídos de la propia información de la Confederación del Tajo y del MAGRAMA, ofrecen dos conclusiones muy reveladoras.

La primera es que en esos días no se produjo ninguna modificación significativa de los parámetros de temperatura y oxígeno disuelto, desmintiendo la versión oficial de que el suceso de mortalidad se pudo deber al calor. Ambos parámetros se mueven, antes y después del incendio, en los niveles habituales con ciclos diarios normales condicionados por el ritmo de la exposición solar.

Gráficos, niveles de oxígeno disuelto y temperatura entre el 24 y el 29 de agosto en el río Henares.

El segundo dato, aún más revelador, es que en la noche del 26 al 27 de agosto, cuando todavía no se habían cumplido 24 horas del vertido, la Red de Control detecta un incremento significativo de la concentración de amonio en las aguas. Esta pasa de niveles de 0,2-0,4 ppm (partes por millón) a 5,6 ppm. Esto es, se multiplican casi por 20 las concentraciones de este parámetro.

Los valores de referencia de amonio para el buen estado de la calidad de las aguas que fija el Magrama son de un máximo de 1 mgr/l, equivalentes a 1 ppm. Estos valores son habitualmente cumplidos en este tramo del Henares, salvo cuando se produce algún tipo de vertido como el detectado por la Red la noche del 26 al 27.

Como es sabido el amonio sirve para detectar fenómenos de contaminación reciente y es esencial para detectar situaciones de riesgo para la vida de los peces, ya que en unión con su precursor, el amoniaco, es altamente tóxico para ellos. Aparte de los vertidos urbanos e industriales, otra fuente de amonio bien pueden serlo los disolventes almacenados en la planta de Chiloeches.

Gráfico, niveles de amonio entre el 24 y el 29 de agosto en el río Henares.Obsérvese el pico de contaminación cerca de las 24 h del día 26.

El pico de amonio detectado por la red de calidad de aguas es coincidente y explicaría el efecto de un vertido que bien pudo proceder del incendio de la nave de Chiloeches. Este se produjo en la madrugada del día 26, a eso de las cinco. Entre las 23 y 24 horas de ese día se detecta el pico de contaminación siete kilómetros aguas abajo. A partir del día siguiente a este pico aparecen los peces muertos en el río, fundamentalmente barbos, especie natural de la zona y sensible a la contaminación.

Cabría la posibilidad de que se hubiera producido algún otro vertido de forma coincidente, accidental o incluso intencionado, pero con los datos de que se disponen todo apunta a que los líquidos provocados por el incendio, como delata la mancha negra que discurre desde el mismo hasta el Henares y el fuerte olor a disolvente que hay en algunos tramos del cauce, han producido un episodio de contaminación grave aún por evaluar.

En el momento actual ese episodio habría cesado debido a la instalación de barreras anticontaminación. No obstante el riesgo continúa debido a los lodos acumulados en las orillas y a los que pudieron fluir antes de la instalación de las barreras o que queden tras ellas. Es esencial conocer qué contienen esos lodos, porque el amonio bien puede ser, a falta de otros parámetros que no mide la red SAICA, un simple indicador del episodio y no la sustancia que haya provocado la muerte de los peces.

Ecologistas en Acción, junto a otras organizaciones como Jarama Vivo, considera que es inadmisible la falta de seriedad y de rigor con que la UME, la Junta de Castilla-La Mancha y la Confederación del Tajo están tratando el problema de la contaminación del río. No es de recibo que en ausencia del máximo órgano responsable de control de la calidad de las aguas, sea una institución militar la que se encargue de dar informaciones inveraces y no contrastadas.

Ecologistas en Acción exige la presencia y los informes de la Confederación del Tajo y que las autoridades de protección civil den una información rigurosa a los ciudadanos. Asimismo pide que hasta que se dé por limpio el cauce del Henares y el arroyo que lo comunica con la zona del incendio se prohíba la pesca en el río Henares y se vigile la calidad de las aguas que se suministran para el riego.


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