FRAVM •  Actualidad •  01/10/2022

La FRAVM pone en valor la capacidad de adaptación de las mujeres mayores

  • En el grupo de edad de 65 a 69 años los hombres perciben 1.379 euros de media de pensión, frente a los 986 euros de media de las mujeres.
  • La tasa de riesgo de pobreza sigue siendo mayor en las mujeres mayores, que también padecen un claro sesgo de género en la praxis clínica.
  • Las personas mayores de la Federación Vecinal reclaman una mayor participación en las políticas que les afectan, mejores servicios sociales, un compromiso para erradicar los estereotipos negativos, la desaparición de lugares segregados solo para mayores y el fin de las macroresidencias.
La FRAVM pone en valor la capacidad de adaptación de las mujeres mayores

La resiliencia, la capacidad de adaptarse a situaciones adversas con resultados positivos, y la contribución de las mujeres mayores a su entorno y a la sociedad en su conjunto es el tema que este año ha querido destacar Naciones Unidas para celebrar el Día de las personas mayores, que tendrá lugar mañana, 1 de octubre. En esta jornada, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), a través de su Comisión de Mayores, hace suya la declaración de la ONU y comparte su análisis global.

No lo podríamos expresar mejor que la propia ONU el por qué de esta elección: “A pesar de que las mujeres mayores continúan contribuyendo significativamente en la vida política, civil, económica, social y cultural, sus aportaciones y experiencias siguen siendo invisibles y desatendidas, limitadas por las desventajas de género acumuladas a lo largo de la vida. La intersección entre la discriminación basada en la edad y el género agrava las desigualdades nuevas y existentes, incluidos los estereotipos negativos que combinan discriminación por edad y sexo. Reconocer las aportaciones vitales de las mujeres mayores, promover la inclusión de sus voces, y conocer sus necesidades y perspectivas es fundamental para crear políticas que atiendan nuestros retoslocales, nacionales y globales”.

Esta visión la confirmamos en la pequeña escala de nuestras ciudades, de nuestros barrios.

Somos conscientes de que las mujeres mayores suman a las dificultades que en nuestra sociedad se derivan de la edad avanzada (mayor precariedad económica, soledad, inadaptación a los nuevos avances tecnológicos…) las que siguen arrastrando, a pesar de los avances conseguidos, por su condición de mujeres: menor presencia y participación pública, menor atención a sus problemas específicos… En resumen, menor consideración social.

Baste recordar para aseverar esto el famoso “techo de cristal” profesional, que, entre otras cuestiones, se refleja en que casi un 90% de las excedencias para cuidados de hijos e hijas fueron solicitadas por mujeres, frente a un 12% por hombres, según datos del INE; o las investigaciones y prácticas médicas, decantadas a lo masculino. “El discurso androcéntrico de la medicina fundamenta la existencia del fenómeno del sesgo de género en la praxis clínica”, subrayan las psicólogas Elisabet Tasa-Vinyals, Marisol Mora-Giral y Rosa Maria Raich-Escursell en un artículo publicado en Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría. Y entrando directamente en la etapa de la vejez, son notables las diferencias existentes entre las pensiones que perciben las mujeres y los hombres, que en el grupo de edad de 65 a 69 años son de 1.379 euros de media para los hombres y de 986 euros para las mujeres, manteniéndose prácticamente la diferencia hasta el final.

Merece citar también que la tasa de riesgo de pobreza para hombres mayores de 65 años que viven solos es de 13,5 frente al 15,9 en las mujeres, tal y como refleja el Informe 2018: las personas mayores en España publicado por el INSERSO.

Por todo ello, nos sumamos a la ONU cuando marca los objetivos del Día Internacional de las Personas Mayores para este 2022, entre los que citamos los siguientes:

– Destacar la resiliencia de las mujeres mayores frente a las desigualdades ambientales, sociales, económicas y de por vida.

– Sensibilizar sobre la importancia de mejorar la recopilación de datos a nivel mundial, desglosados por edad y género.

– Hacer un llamamiento a los estados miembro, las entidades de la ONU, ONU Mujeres y la sociedad civil para que incluyan a las mujeres mayores en el centro de todas las políticas, asegurando la igualdad de género como se describe en el informe del Secretario General, «Nuestra Agenda Común».

Y descendiendo a nuestra inmediata realidad, desde la FRAVM reivindicamos para las personas mayores también:

– Mayor participación y capacidad de influencia en las políticas que les afectan.

– Campañas y acciones varias para erradicar los estereotipos negativos que hoy sufren (edadismo), con especial incidencia en las mujeres.

– Más estudios, mejor conocimiento de la situación de las y los mayores en nuestros barrios, que permitan políticas adecuadas basadas en la realidad de cada momento.

– No a la segregación en lugares solo para mayores, no al alejamiento de las personas mayores de sus espacios vitales, de la sociedad a la que pertenecen y a la que tanto han contribuido.

– En consecuencia con lo anterior, no a las macroresidencias ni al modelo actual de las mismas.

– En consecuencia con ello también, sustancial mejora de los servicios sociales para que puedan llevar una vida plácida y digna hasta el final.

– Más espacios públicos, más bancos, más fuentes, más lugares asequibles para el encuentro, menos barreras arquitectónicas, más adaptación de viviendas, de los transportes públicos, más apoyo con las nuevas tecnologías…

Estas son las líneas que en la FRAVM entendemos que deben guiar las políticas públicas para una mayor atención y mejora de la vida de las personas mayores de nuestra sociedad y muy especialmente, como indica la ONU este año, de las mujeres mayores.

Bienvenido pues este Día al que nos sumamos e invitamos a las asociaciones vecinales a sumarse, para destacar y hacer un reconocimiento público del papel que las mujeres mayores hacen en nuestra sociedad.


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