CCOO solicita que se cubran las necesidades del Hospital de Sagunto por el continuo crecimiento poblacional
- La Conselleria reconvierte plazas pero no refuerza el personal en un departamento que no deja de crecer en población.

La sección sindical de CCOO en el Departamento de Salud de Sagunto solicita que se utilicen las plazas amortizadas, tras el último expediente de modificación de plantilla, para cubrir las necesidades del departamento ante el continuo crecimiento de su población. Recientemente, se han amortizado plazas de categorías a extinguir en diferentes hospitales de la Comunidad Valenciana, tres de ellas pertenecen al departamento de Sagunto, y se crean plazas de personal facultativo especialista que no se asignan al propio departamento sino a centros sanitarios de Valencia o Alicante.
Este sindicato insiste en que en el Departamento de Salud de Sagunto hay muchas carencias de personal y que la reconversión de puestos debería ir destinada a cubrir recursos de esta área de salud.
En estos momentos, Sagunto experimenta un crecimiento demográfico sostenido, es el décimo municipio más poblado de la Comunidad Valenciana, según el INE, y con un aumento de 7,9 % de población en más en cinco años. Amortizar plazas en Sagunto equivale a dejar desprotegida a una población que aumenta cada día y que necesita un hospital totalmente equipado. Este sindicato exige que con los recursos que emanan del propio departamento se cubran las necesidades del mismo.
La Conselleria de Sanitat está utilizando el Decreto por el que se reorganizan las áreas de salud en “macroáreas” (ASI) como una herramienta para redistribuir recursos humanos y materiales entre departamentos sin atender a las necesidades reales de la población ni a criterios de equidad asistencial. Esta medida vacía de personal y medios a departamentos más pequeños, debilitando la atención en zonas con menor peso político o demográfico, mientras se refuerzan artificialmente los grandes departamentos.
Desde CCOO denunciamos que esta forma de gestionar el sistema público responde a una lógica de recentralización y racionalización puramente administrativa, que antepone la gestión de cupos y ratios a la atención integral y de proximidad. Estas acciones se están llevando a cabo sin una evaluación rigurosa del impacto en la calidad asistencial y sin garantizar la participación efectiva de los profesionales ni de la ciudadanía.