Rechazo de Ecologistas Extremadura a la declaración de las monterías y las rehalas como BIC
Comunicado sobre la apertura de expediente para incoar favorablemente la declaración de bien de interés cultural de las monterías y las rehalas en Extremadura.
El día 5 de abril de 2021 se publicó en el DOE el inicio del trámite administrativo para declarar las Monterías y las rehalas Bien de Interés Cultural de Extremadura. Ecologistas Extremadura quiere manifestar públicamente su oposición a que esta declaración se produzca, les extraña a la vez que les alarma que desde la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural se de como favorable la incoación de dicho expediente acogiéndose a la figura de Patrimonio Cultural Inmaterial de Extremadura, como si esta actividad «deportiva» se pudiera considerar una “Manifestación de espontaneidad social extremeña”
La ley extremeña dice lo siguiente en su artículo 60 sobre protección de los bienes intangibles:
Los bienes etnológicos intangibles como usos, costumbres, creaciones, comportamientos, las formas de vida, la tradición oral, el habla y las peculiaridades lingüísticas de Extremadura serán protegidos por la Consejería de Cultura y Patrimonio en la forma prevista en esta Ley, promoviendo para ello su investigación y la recogida exhaustiva de los mismos en soportes que garanticen su transmisión a las generaciones venideras.
Las Monterías y las rehalas no es una práctica exclusiva del pueblo extremeño, ni históricamente ni en la actualidad, si no que por el contrario se realiza en toda la península ibérica, y en el resto de Europa. Tampoco es una actividad espontánea surgida de las clases populares extremeñas, tanto en el inicio de esta práctica deportiva de caza como en la actualidad, ha sido practicada siempre por las élites del poder social y económico. Cuando aparece solo la podían llevar a cabo los reyes y nobles, incluso estuvo prohibida y sancionada para el resto del pueblo, ya que aquel que no pertenecía a estos grupos y la utilizaba como forma de cazar era castigado severamente. En Extremadura también ocurría lo mismo, por tanto, no se puede considerar una práctica arraigada y una tradición del sentir popular, y menos extremeño. Además, carece de valor histórico ya que su práctica es muy reciente en Extremadura, poco más de 100 años, vino importada de otras regiones por personajes como Antonio Covarsi llamado también “El Montero de Alpotreque” que no era extremeño, sino Aragonés.
Con esta futura declaración de Bien de Interés Cultural afirman desde Ecologistas Extremadura que se pretende blindar y subvencionar una actividad económica de privilegiados, los grandes terratenientes dueños de extensos cotos de caza (los cotos sociales donde se realizan monterías con rehalas son una proporción baja del total de monterías). Actualmente participar en monterías con rehalas de perros sigue siendo una actividad sobre todo para personas con un alto nivel adquisitivo debido al precio que tiene acceder a ella.
La ley dice: “la incoación del expediente de declaración conlleva la aplicación, de forma inmediata y con carácter provisional, respecto del bien afectado, del régimen de protección establecido para los bienes que puedan ser declarados. Para evitar la destrucción o deterioro del bien se tomarán medidas cautelares precisas al efecto”, entre ellas las subvenciones económicas, que ya cuenta la caza en Extremadura con demasiadas ayudas en este sentido, afirman.
Existen en Extremadura múltiples bienes de interés cultural, tanto material como inmaterial con verdaderas razones para ser preservados y protegidos, consideran desde esta ONG que el dinero del contribuyente debe ir destinado a lo que verdaderamente lo merece, y no a mantener los gustos y preferencias de un colectivo que no representa a la mayoría del pueblo extremeño.
En el informe antropológico que han presentado para solicitar incoar esta declaración de BIC los representantes de FEDEXCAZA se exponen referencias bibliográficas y artísticas que solo señalan que precisamente no es una “Manifestación de espontaneidad social extremeña” si no del resto de España y de Europa. En ese informe se reseña como algo extraordinario “que en algunos casos las monterías se convierten en un acto social donde se integra la población” sin hacer referencia ni a la localidad ni al momento del temporal en el que esto ocurre, porque realmente no ocurre.
La evolución de la sociedad, y la cultura es lo que permite el avanzar a los pueblos, y que en pleno siglo XXI, se sigan manteniendo prácticas que ya se consideraban salvajes y crueles en el siglo XVI, es un anacronismo. Cada día existe una mayor sensibilidad en la sociedad hacia el respeto por el bienestar animal, lo que ocurre en las monterías con rehalas de perros es una verdadera barbarie, donde a los jóvenes cazadores, niños en la mayoría de los casos se les bautiza cubriéndoles el cuerpo con la sangre de su primer animal abatido, y para este rito piden la protección como Bien de Interés macabro cultural. Esta crueldad no es un valor a transmitir a generaciones venideras por lo que representa de maltrato y bestialidad hacia los animales aseveran desde Ecologistas Extremadura.
Representantes de la “Plataforma en Contra de la Declaración de Bien de Interés Cultural de las Monterías con Rehalas”, en la que está Ecologistas Extremadura, solicitaron a 8 de febrero de 2021 una reunión con la Consejera de Cultura de Extremadura ya fuera presencial o en el caso que no fuera posible, debido a la pandemia por el Covid-19 “ON-LINE”, para exponerle los argumentos por los que se oponen a dicha declaración, no han sido recibidos, a pesar de que los partidarios de la posible declaración, Fedexcaza, si han sido recibidos hasta por el presidente de la Junta de Extremadura.
Consideran que no es lícito que las preferencias y gustos personales de algunos dirigentes políticos estén por encima de la imparcialidad a la que todo gobernante se debe.
La declaración de BIC apoyándose en que es una actividad que sirve para proteger el ecosistema de la dehesa es un asunto difícilmente sostenible, ya que evidentemente no es propia solo de los monteros y los rehaleros, sino también de otros modos de utilización de los ecosistemas como por ejemplo es “los pastores durante el pastoreo” etc.
El debate para declarar Bien de Interés de las Monterías y las rehalas, los cazadores lo centran sobre todo, no en la consideración de si la caza con esta modalidad es ética o no es ética, si no en que es un valor social, que se desarrolla en un entorno natural y que mantiene unos determinados rituales ancestrales (que realmente no logran demostrar), ya que lo que ellos hacen excepto la matanza de animales, se puede realizar en cualquier romería de cualquier pueblo de Extremadura: véase ritual religioso, socialización entre los asistentes, y comida fraternal entre los miembros o romeros y disfrute e interacción con el entorno natural.
94.000 ciudadanos (y sigue subiendo la recogida de firmas) ya han manifestado su posición contraria a dicha declaración, firmando para que esto no se produzca, muchos mas que las licencias de caza que hay dadas de alta en Extremadura. La Consejera de Cultura con esta declaración se va alinear con la postura del Gobierno de Andalucía del PP, CS y VOX obviando a todos los ciudadanos que están en contra de que nuestros impuestos se dediquen a proteger la barbarie y la crueldad hacia los animales.
En breve enlace a modelo de alegaciones contra la declaración de Monterías y rehalas como BIC en Extremadura.