Christian Zampini •  Opinión •  31/01/2021

Fórmulas de probado éxito

Fórmulas de probado éxito

Rubén Doblas Gundersen aka «elRubius» logró saltar a la fama básicamente plagiando hasta la coma el modelo de PewDiePie. Doblas es muy inteligente. No hay que quitarle mérito por no ser original en su propuesta. Sabe perfectamente que hay tendencias creativas adaptables que se pueden presentar como algo completamente novedoso en un mercado distinto. Así que, aunque ha pasado cosa de una década desde la irrupción por tierra, mar y aire de sus cargantes chascarrillos repetitivos y su exaltación permanente de la banalidad, el muchacho permanece fiel a sus costumbres: copiar fórmulas de probado éxito.

Ahora, en su batalla personal por proteger su imagen después de la polémica despertada en la opinión pública por el temita de defraudar impuestos, ha vuelvo a agarrarse a un argumentario que, por viejo que sea, sigue funcionando a las mil maravillas. El discurso de que, como el dinero público no está bien administrado, la evasión fiscal es justa. Desde hace décadas, grandes fortunas y potentados de occidente han agitado ese argumento, desde Ross Perot a Janet Jackson. Desde Silvio Berlusconi al propio elRubius. En realidad, es un discurso que difícilmente podría ser más hipócrita. Su evasión fiscal no tiene absolutamente nada que ver con la gestión de recursos públicos que se realiza, si así fuese, apostarían por otras fórmulas como la exención fiscal vía donaciones. No, lo que quieren es quedarse la panoja. Y no pagar por toda la miríada de servicios públicos que reciben a cambio de sus impuestos. Lo que se dice robar prestaciones y servicios, vaya. (¿Que no recibimos tantos servicios? Prueba a irte a vivir un rato a un país sin apenas estructura estatal y luego me lo cuentas). Son las ardillas glotonas de Wallace.

Además de hipócrita es profundamente destructivo, como apuntaba el otro día en Colgados del Aro Juanma Iturriaga. Si todos nos guiamos por esa premisa y dejamos de pagar impuestos, sencillamente nos vamos a ahogar en la mierda. Es indescriptible el volumen de valor añadido que nos brindan los servicios públicos. Y desaparecerían. No mermados como ahora, del todo. Ni muchos otros servicios que no se pueden adquirir de forma individual por su coste o requerimiento de infraestructuras. Toda tu fortuna individual, no te permite comprar un sistema de saneamiento urbano que impida la propagación de enfermedades, por ejemplo.

Lo interesante es ver a toda la legión de papanatas que salen raudos a decir que «les ha hecho pensar» y que «ha puesto sobre la mesa cosas». No ha puesto sobre la mesa una mierda. Yo pongo sobre la mesa la pésima gestión de los recursos públicos. ElRubius pone sobre la mesa excusas porque no quiere pagar los impuestos que debe. Y ese ejército de defensores (Dani Mateo, Lucía Etxeberría, Huecco, los idiotas esos que dicen en Twitter que son inversores de Wall Street desde casa de sus padres… El gabinete presidencial de Dwayne Elizondo Musculitos Camacho en pleno, vaya) se lo compran porque en realidad le viene muy bien a su sesgo de confirmación por si se pueden apuntar al vagón del fraude fiscal sin consecuencias.


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