Alternativa Republicana •  Opinión •  15/11/2021

Apoyo al diputado Alberto Rodríguez

Ante la situación sobrevenida en los últimos días que ha supuesto la retirada de su escaño de diputado a D. Alberto Rodríguez Rodríguez, diputado de la formación Unidas Podemos, Alternativa Republicana ve necesario posicionarse dada la sucesión de acontecimientos que revelan una clara intromisión del poder judicial sobre el poder legislativo, poniendo en jaque la independencia de este último.

Para Alternativa Republicana se trata de un nuevo episodio que muestra la deriva de una justicia española, politizada, y que como antaño la Santa Inquisición, es usada como instrumento político, en este caso – una vez más – contra personas que gozan de la legítima representación de los ciudadanos.

Al diputado canario se le condena sin las mínimas pruebas exigibles en un estado de derecho, por hechos que se remontan a 2014, aplicándole la severidad que no se ha aplicado en el caso de otros parlamentarios o en el del propio Rey emérito, sin respetar en este caso sus derechos más elementales como ciudadano y como diputado, y basándose en interpretaciones torticeras de una ley pergeñada para cercenar, amordazar y cortar de manera contundente cualquier intento de movilización social.

Una legislación y modo de actuar que nos sitúan de lleno, tristemente, en aquel paradigma siniestro de “la calle es mía” que defendiera sin pudor el antiguo ministro franquista Fraga Iribarne, siendo ministro en 1976 del actual rey emérito.

Asimismo, denunciamos el abandono, finalmente, que el diputado ha sufrido de la propia organización que debió defenderle, Unidas Podemos, y que debería hacer de esta una causa fundamental de su actuación política. Ello en la medida que gran parte de ella tiene su origen en una organización del poder judicial basada en el reparto entre el socio de gobierno de la coalición, el PSOE, y el PP, principal valedor y beneficiario de la actual estructura judicial. Una estructura que en su composición y designación por parte de los partidos monárquicos permite que las viciadas herencias de la Dictadura continúen atenazando a la justicia española.

Como Republicanos que denunciamos la herencia franquista, aún vigente en las más altas instancias del Estado y la ilegitimidad del sistema actual del 78 en tanto en cuanto proviene de su viciado origen, no podemos más que transmitir nuestro más sincero y contundente apoyo a Alberto Rodríguez.

No dudamos en elevar la voz para gritar que se ha actuado contra un diputado que ha sido, más que nunca, un firme aliado de la clase obrera a la que en formas y maneras representaba, y en tal medida persona de convicción y valores. Más allá de militar en otro partido ajeno a Alternativa Republicana, desde nuestra formación no toleraremos este ataque que desde las instancias judiciales se lleva a cabo para anular a los legítimos representantes de las clases populares, a la vez que el poder fáctico lanza un mensaje claro de amenaza sobre los diputados que realmente se impliquen en la calle con los problemas que día a día demuestran el continuo fracaso del régimen del 78. Bajo el martillo, que no maza del Juez Marchena, y por encima de dos contundentes votos en contra y de los argumentos de los juristas del Congreso, se ha silenciado no ya a un Diputado, sino a la voz de todos los que le han votado.

Alternativa Republicana aspira a un estado republicano en el que la justicia sea verdaderamente independiente y en el que todos y todas, sea cual sea su ideología, género, clase social o condición sean juzgados por igual. Ratificamos por tanto nuestro compromiso republicano a luchar políticamente en las urnas contra el entramado actual, en el que la figura de la justicia del régimen del 78 muestra sin ningún tipo de pudor que carece de venda y de balanza.


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