André Abeledo Fernández •  Opinión •  01/06/2020

Rusia y China parte fundamental de un nuevo equilibrio geoestratégico mundial.

El fin de la hegemonía norteamericana en el mundo será positiva para los pueblos, desde la desaparición de la URSS y del llamado campo soviético y el Pacto de Varsovia el mundo es un lugar más peligroso.

Porque los EEUU al no tener un contrapeso ha utilizado la fuerza a diestro y siniestro para imponer la «pax americana» y robar los recursos energéticos y las riquezas de aquellos paises que oponen un mínimo de resistencia a entregar su soberanía.

Ese papel de equilibrio geoestratégico podrían jugarlo ahora Rusia y China. Y a mí entender ese equilibrio es deseable y sería bueno en general para los pueblos del mundo.

Los gobiernos de Occidente a las ordenes de EEUU y el resto de gobiernos mamporreros al servicio de los intereses Yanquis en todo el mundo se han dedicado a demonizar a Rusia y a China a sabiendas de que este momento tarde o temprano llegaría.

Pero la pandemia del COVID-19 ha supuesto un cambio muy importante en como los pueblos del mundo y muchos gobiernos ven ahora a Rusia y China.

Han sido países como Rusia, China y Cuba los que han ofrecido su ayuda al mundo, los que han sido solidarios y no la OTAN, los EEUU, el FMI o el Banco Mundial.

Esta nueva realidad o nueva normalidad también supone una nueva visión del mundo.

Ya Rusia y China no forman parte de aquel «eje del mal» que desde los EEUU pretendian vendernos, la pandemia ha cambiado muchos estereotipos y tal vez también pueda cambiar para siempre el mundo que conocemos.


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