Reuters / R. Garrido •  Santiago Mayor / RT •  Internacional •  23/03/2019

La derecha sudamericana constituye un nuevo bloque: Prosur

Santiago de Chile será la sede del encuentro inaugural de la entidad de coordinación regional impulsada por el mandatario anfitrión, Sebastián Piñera y el presidente de Colombia, Iván Duque.

La derecha sudamericana constituye un nuevo bloque: Prosur

El Foro para el Progreso y el Desarrollo de América Latina (Prosur) realiza su primera cumbre este viernes en Santiago, capital de Chile. Allí se firmó la declaración que dio nacimiento a este organismo «para la renovación y el fortalecimiento de la integración de América del Sur».

Este nuevo espacio de integración de los Estados de la región es impulsado principalmente por el mandatario anfitrión, Sebastián Piñera (que será presidente pro témpore de la nueva entidad), y su par colombiano, Iván Duque.

Cuando este último anunció el pasado 14 de enero que estaba impulsando la conformación de esta nueva organización, explicó que uno de sus objetivos era reemplazar a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur). En ese sentido, el presidente de Colombia sostuvo que la nueva entidad «más que una organización burocrática o al servicio de un gobierno particular, será un organismo de coordinación suramericana«.

En la misma sintonía, la ministra vocera del Gobierno de Chile, Cecilia Pérez, declaró a Tele13 que Unasur «hace 5 años que no se junta» y terminó siendo «un foro lleno de burocracia, sin ningún tipo de acuerdo«. En cambio, ahora, se propone «algo distinto, que potenciará a América del Sur con distintas ideologías» y «se los ha convidado a todos a participar». De hecho, explicó que entre 9 y 10 países confirmaron asistencia ya sea con sus presidentes o cancilleres.

Sin embargo, a mediados de febrero, Piñera sostuvo que el Gobierno de Venezuela encabezado por Nicolás Maduro no estaba invitado a formar parte de Prosur. Según su mirada, esto se debe a que «no cumple» con los requisitos: «La vigencia plena de la democracia y del estado de derecho, y respeto pleno a las libertades y derechos humanos».

En esa sintonía, si bien se había anunciado que el diputado opositor y autoproclamado presidente venezolano, Juan Guaidó, asistiría a la cumbre, finalmente desistió y en su lugar lo hará su esposa, Fabiana Rosales.

Así lo comunicó el canciller chileno, Roberto Ampuero, en diálogo con Radio Cooperativa, aunque sin dar detalles de por qué tomó esa decisión. No obstante, aclaró: «Cuando hablemos de Venezuela, hay que ponerse del lado o del dictador o de los demócratas«, dejando asentado que Chile respalda a estos últimos.

Unasur paralizada

En abril del año pasado, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, seis de los 12 países que conforman la Unasur, enviaron una carta a Bolivia, país que ostentaba la presidencia pro témpore del bloque, para supuestamente pedir la reactivación del organismo, debido a su «parálisis».

Esos países señalaron que, mientras no se reactivaran las actividades, no participarán de las distintas instancias del organismo. Cuatro meses después y una vez que Duque asumió el poder en Colombia, ese Estado anunció directamente su salida del bloque regional.

Aunado a ello, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, informó en julio de 2018 el traslado de la sede de Unasur construida al occidente de Quito, donde ahora funcionará una universidad indígena. Además, apenas unos días atrás, anunció su retiro definitivo de la organización.

Críticas chilenas a la cumbre

Más allá de la apuesta de los jefes de Estado de Chile y Colombia, los cuestionamientos a Prosur han llegado desde diversos espacios, incluso desde el país anfitrión. El expresidente chileno Ricardo Lagos declaró a Radio Duna que «no puede haber una entidad latinoamericana que sea ideológica, eso no está en el orden de las cosas».

«Otra cosa es que haya una coincidencia en un momento dado porque en eso consiste la democracia», explicó, y dijo que puede suceder que América del Sur «esté más a la izquierda o más a la derecha por sus presidentes». Sin embargo, insistió en que no le parece «lo mejor para Chile el Prosur».

El periodista José Robredo analizó en diálogo con este medio que «el presidente Piñera se ha empeñado en fortalecer su liderazgo en la región aprovechando la oleada neoliberal que afecta a Latinoamérica y con ello busca dejar atrás el ostracismo regional de su primer gobierno».

Al mismo tiempo, apuntó que «la agenda internacional ha sido una herramienta para desviar la atención de una gestión mediocre, que ha tenido malos resultados económicos, que propone una agenda antiderechos y cuyo eslogan de campaña ‘tiempos mejores’ está muy lejos de cumplirse».

Robredo también destacó que en paralelo a la cumbre se llevarán a cabo «una serie de actividades de manifestación contra este encuentro«. Además, parlamentarios de la oposición, «encabezados por el Frente Amplio chileno», declararon persona no grata al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que llegó al país un día antes.

Al servicio del norte

Cuando Duque anunció que se daría nacimiento a este nuevo organismo no tuvo problemas en aclarar que Prosur coordinará acciones conjuntas para que «termine» el gobierno de Maduro en Venezuela, al cual calificó como una «dictadura».

Tomando en cuenta esto, el analista internacional Leandro Morgenfeld sostuvo que esta nueva organización «claramente tiene que ver con la estrategia estadounidense de dividir para dominar a los países de la región». «Este nuevo engendro que quieren poner en marcha» es una coordinación de «los Gobiernos de ultraderecha para atacar a lo que era el eje bolivariano y cada una de las opciones políticas que los desafían», agregó en comunicación telefónica.

Al respecto, llamó a «no confundirse» ya que este foro «más bien habría que caracterizarlo como ‘Pronorte’ porque no tiene nada que ver con fomentar una integración regional para tener mayor autonomía y negociar con las potencias extrarregionales con mayor fuerza».

Por el contrario, según el experto, «tiene que ver con empoderar a esos sectores y Gobiernos de ultraderecha que compiten semana a semana para ver quién se subordina más a las órdenes y los intereses de Washington».

Cabe recordar que algunos países han rechazado sumarse a esta iniciativa. Es el caso de Venezuela, pero también Bolivia, Uruguay y Surinam que se abstuvieron de firmar la declaración constitutiva de Prosur.

En rueda de prensa el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, dijo que hay que evitar «cometer errores que se cometieron anteriormente». En ese sentido, consideró que si el problema de Unasur fue que tuvo «una determinada ideología política», generar otro proceso de integración «también con una finalidad ideológica política es cometer el mismo error anterior».

Continuando esa línea de análisis, Robredo dijo que «a pesar de que en palabras de Piñera no es un bloque ‘ideológico’ viene a cumplir con la agenda regional de los sectores conservadores, de extrema derecha y vinculados al Gobierno de de Donald Trump».

«Piñera, Duque, Bolsonaro y Mauricio Macri encabezan la oleada neoliberal que afecta al continente y que cuenta con la resistencia del movimiento social, las organizaciones de izquierda y las mayorías sociales», subrayó.

Finalmente, Morgenfeld explicó que Prosur no solamente busca «consolidarse para cristalizar la ofensiva conservadora en la región», sino también «debilitar a Cuba, Venezuela, Bolivia y México», que está teniendo una posición «mucho más soberana en términos de política exterior y no injerencia en los asuntos internos de otros países».


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