HRW y Amnistía denuncian injusticia y ejecuciones en Arabia Saudí

La directora de investigación de AI para Asia Occidental y el Norte de África, Lynn Maalouf, tachó el martes de completamente defectuoso el sistema de justicia penal en Arabia Saudí, donde esta semana se ha aplicado la pena de muerte, tras un proceso “flagrantemente injusto”, a más de 80 personas.

“Una cantidad tan impactante de muertes también revela la falta de transparencia de Arabia Saudí en los casos de pena de muerte, ya que sabemos que la cantidad de juicios en los que los presos pasan a ser condenados a muerte siempre es significativamente mayor de lo que se informa públicamente”, apostilló.

A su vez, el subdirector para Asia Occidental de HRW, Michael Page, declaró que la reciente ejecución de 81 personas en Arabia Saudí constituye “una muestra brutal” de la autocracia del régimen de los Al Saud y pone en entredicho la “imparcialidad” en los juicios.

Además, consideró impactante que muchas familias de las víctimas se enteraron de la ejecución de sus seres queridos a través de los medios de comunicación, como todo el mundo.

Esta medida no es nueva. En 2016, Riad ordenó la ejecución del prominente clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr, junto con otras 46 personas y, en 2019, aplicó la pena capital a al menos 37 personas, la mayoría varones chiíes, tras procesos judiciales falsos.

Asimismo, 41 detenidos chiíes de Al-Qatif fueron llevados al cadalso, después de ser arrestados por participar en manifestaciones que nada tienen que ver con las acusaciones vertidas por las autoridades saudíes,

Arabia Saudí persigue este enfoque —ejecuciones masivas y emisión de declaraciones— con el objetivo de soterrar los crímenes contra la oposición pacífica y la población chií en las regiones de Al-Ahsa y Al-Qatif. Riad cree que, si estas personas inocentes son ejecutadas junto a ​​afiliados de los elementos takfiríes-wahabíes de los grupos terroristas de Daesh y Al-Qaeda, puede tapar sus brutales crímenes.

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