Abucheos e insultos a Salvini en su gira por el sur de Italia

Matteo Salvini, el líder de la Lega y, por el momento, ministro del Interior italiano se encuentra en el sur de Italia realizando lo que ha denominado su “beach tour”, una gira por las regiones meridionales del país en las que trata de extender su imagen de aspirante a primer ministro en una coyuntura de crisis política que amenaza con conducir a unas nuevas elecciones generales anticipadas. Sin embargo, su acogida no ha sido la que deseaba.

En la provincia calabresa de Catanzaro, primera parada de su tour, una sucesión de manifestaciones y actos ha dejado patente el profundo rechazo y resentimiento que aún produce entre la población de esta región del sur de Italia, antiguo objetivo de los ataques de la Lega Nord cuando, hace escasos años, se presentaba como una fuerza política a favor de la autonomía del norte de Italia frente al “sur corrupto e improductivo”.

Con el “beach tour”, Salvini busca iniciar su particular precampaña electoral a la espera de precipitar unas elecciones generales que le abran las puertas del Palazzo Chigi, sede del ejecutivo italiano, en calidad de primer ministro, en un contexto de crisis de gobierno que parece dirigir de forma inevitable a la ruptura de la coalición entre el Movimento 5 Stelle y la Lega.

Sin embargo, su recepción en las regiones del sur dista mucho de la que habría deseado. Días antes de su llegada a Calabria, colectivos y manifestantes llenaron la localidad de Soverato de pancartas de rechazo al líder ultraderechista. Tras su llegada, concentraciones de repulsa y sabotaje de sus actos públicos con cientos de personas increpando al jefe leghista.

“Estamos aquí para rechazar este Decreto de Seguridad Bis, Soverato es una ciudad que siempre ha acogido”, apuntaba Sara Fazzari, asesora de políticas sociales del ayuntamiento de Soverato. “Somos calabreses con la cabeza dura y no nos olvidamos de sus insultos a esta tierra, las cosas que ha dicho sobre Italia y la tricolor”, apuntaba otro manifestante. “Nosotros también estamos preparados para las elecciones”, indicaba.

Tras el desencuentro calabrés, ha llegado el turno de la región de Basilicata. El municipio de Policoro ha preparado una bienvenida similar al virtual candidato, con un gran despliegue de pancartas y carteles de rechazo. “El sur no olvida”, rezaban numerosas de las pancartas. Mientras Salvini realiza su obscenamente propagandístico acto de introducirse en el agua del mar Mediterráneo, la multitud entona el canto antifascista Bella Ciao.

Desde la Lega restan importancia a las manifestaciones de rechazo. Hechizados por los optimistas datos demoscópicos que ofrecen una holgada victoria a su partido en un hipotético adelanto electoral, con una proyección de más del 30% de los votos, valoran como anecdótico el rechazo recibido en las regiones del sur de Italia y confían en el éxito de su discurso simplón y efectista.

Mientras tanto, los medios afines a la fuerza ultraderechista, los mismos que anteriormente impulsaron y sostuvieron a Silvio Berlusconi durante dos décadas mientras la economía italiana se ahogaba en el estancamiento, transmiten una imagen triunfalista y minimizan o directamente omiten la contestación a Salvini.