Al Mayadeen •  Internacional •  09/03/2022

Afganistán celebra el Día de la Mujer bajo la mirada del gobierno talibán

Afganistán celebró este martes el Día Internacional de la Mujer de forma apagada, con activistas acobardadas por la amenaza de ser arrestadas o detenidas a manos del gobierno talibán.

Afganistán celebra el Día de la Mujer bajo la mirada del gobierno talibán

Desde que volvieron al poder el 15 de agosto, los talibán han hecho retroceder dos décadas de logros conseguidos por las mujeres del país, a las que se ha excluido de los empleos públicos, se les ha prohibido viajar solas y se les ha ordenado vestir según una estricta interpretación del Corán.

«Los talibán nos han quitado tanto el cielo como el suelo», dijo una activista del Grupo de Unidad y Solidaridad de la Mujer, que pidió no ser nombrada.

Aunque han prometido una versión más suave del duro régimen islamista que caracterizó su primera etapa en el poder entre 1996 y 2001, las restricciones se han ido introduciendo, si no a nivel nacional, sí a nivel local, según el capricho de los funcionarios regionales.

«Si se preocupan por los derechos de las mujeres -en cualquier parte del mundo- deberían observar Afganistán con profunda alarma», dijo Heather Barr, de Human Rights Watch.

«Ha sido impactante ver lo rápido que se ha retrocedido en los avances de los últimos 20 años y lo poco que ha hecho la comunidad internacional para defender a las mujeres afganas», declaró el martes a la AFP.

Al principio, algunas mujeres afganas se opusieron con fuerza a las restricciones de los talibán, celebrando pequeñas manifestaciones y protestas en las que exigían el derecho a la educación y al trabajo.

Pero los talibán no tardaron en cansarse del espectáculo y detuvieron a varias de las cabecillas, manteniéndolas incomunicadas aunque negando que hubieran sido detenidas.

Desde que fueron liberadas, la mayoría guardó silencio, aunque los talibán distribuyeron vídeos de algunos en los que supuestamente confesaban que habían sido animadas a protestar por activistas en el extranjero, que decían que eso les ayudaría a conseguir asilo.

Varios grupos de derechos dijeron que las supuestas confesiones fueron forzadas, calificándolas de «vídeos de rehenes».

Los talibán al menos reconocieron el Día Internacional de la Mujer, y el Ministerio de Asuntos Exteriores lo calificó de «auspicioso». Añadió que se les proporcionaría «una vida honorable y beneficiosa a la luz de la noble religión del Islam y de nuestras tradiciones aceptadas».

Prohibidas las protestas

Zabihullah Mujahid, principal portavoz de los talibán, tuiteó que el día era «una gran oportunidad para que nuestras mujeres afganas reclamen sus legítimos derechos», a pesar de que las protestas están prohibidas a menos que se conceda un permiso.

Poco después de tomar el poder, el nuevo gobierno suprimió el Ministerio de Asuntos de la Mujer, sustituyéndolo por su temida policía religiosa: el Ministerio de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio.

Detrás de los muros del extenso complejo de las Naciones Unidas en las afueras de Kabul, una exposición organizada conjuntamente por la ONU y la Cámara de Comercio e Industria de Mujeres Afganas mostraba productos fabricados por empresas locales propiedad de mujeres.

«Es una esperanza y algo positivo», dijo Tayeba Mashal, de 47 años, propietaria de una empresa que lleva su nombre.

«Tenemos la esperanza de que las mujeres que se esconden en sus casas por el miedo a la inseguridad se levanten de nuevo en la sociedad, retomen su trabajo y reanuden sus actividades».

Los grupos de mujeres no tenían previsto ningún otro acto público importante este martes, aunque uno de ellos dijo que sus miembros celebrarían la ocasión con una suelta de globos.

«Debido a las restricciones que se nos impusieron, no pudimos hacerlo (colectivamente)», dijo a la AFP un miembro del Grupo de Unidad y Solidaridad de la Mujer.

«Ahora, cada uno lo hará individualmente en sus casas».

Un puñado de miembros de otro grupo, el Movimiento de Mujeres Poderosas de Afganistán, planeaba donar sangre en un hospital local, pero los talibán les negaron el permiso.

«El director del Hospital Jamhuriat dijo que la donación de sangre por parte de las mujeres no está permitida según la ley Sharia», dijo la miembro Zakia Zahadat.


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