Redacción •  Wikimedia •  Internacional •  09/03/2019

Greenpeace recuerda el innecesario riesgo de ampliar la vida de las nucleares en el aniversario de Fukushima

  • El apagón nuclear en España pactado con las eléctricas significa mantener el peligro nuclear de las viejas nucleares durante 15 años
     
  • La organización denuncia los engaños del Gobierno japonés a la ONU sobre las consecuencias de Fukushima en la infancia y el personal de la planta
     
  • La nueva investigación de Greenpeace desvela altos niveles de radiación dentro y fuera de las zonas de exclusión
Greenpeace recuerda el innecesario riesgo de ampliar la vida de las nucleares en el aniversario de Fukushima

Coincidiendo con el 8º aniversario del accidente de Fukushima (el 11 de marzo) Greenpeace recuerda el riesgo que supone la energía nuclear y denuncia que mantener las centrales durante 15 años más, tal y como plantea el acuerdo sobre el apagón nuclear en España, es un peligro innecesario.

Los accidentes nucleares son una realidad que afecta dura e injustamente a la sociedad, pero en España se está firmando un acuerdo con las eléctricas que mantendrá el riesgo de sus viejas nucleares hasta 15 años sin contar con la participación pública“, ha señalado Raquel Montón, responsable de la campaña de Nuclear.

Respecto a Fukushima, la organización ha publicado una nueva investigación que revela que el Gobierno japonés está confundiendo deliberadamente a los organismos de derechos humanos de las Naciones Unidas y a los expertos sobre la actual crisis nuclear en las áreas de Fukushima (1).

El informe de Greenpeace Japón, Trabajadores e infancia en Fukushima: en primera línea de la catástrofe, revela altos niveles de radiación en las dos zonas de exclusión y en áreas abiertas, incluso después de los enormes esfuerzos de descontaminación. Además documenta cómo las medidas del Gobierno violan las convenciones y directrices internacionales de derechos humanos, en particular las relativas al personal de la planta y la infancia.

En las áreas donde parte del personal de descontaminación está operando, los niveles de radiación se considerarían una emergencia si estuvieran dentro de una instalación nuclear. Los trabajadores casi no han recibido formación, están mal pagados, expuestos a altas radiaciones, y pueden perder su trabajo si que quejan”, ha añadido Montón.

En este sentido, la organización ecologista considera que los Relatores Especiales de la ONU están en su derecho de advertir al Gobierno japonés sobre estos riesgos y violaciones de los derechos humanos (2).

Los principales hallazgos de la investigación de Greenpeace Japón son:

  • La radiación en la zona de exclusión y las áreas de evacuación de Namie y Iitate supone un riesgo significativo para el público, incluidos menores. Los niveles varían por encima del máximo recomendado internacionalmente (de 5 a más de 100 veces más) y se mantendrán así durante muchas décadas y hasta el próximo siglo (3).
  • En la zona de exclusión de Obori en Namie, los niveles de radiación promedio fueron de 4.0 μSv por hora. Tan altos que si un trabajador estuviera allí ocho horas por día durante un año completo, podría recibir una dosis equivalente a más de cien radiografías de tórax.
  • En un bosque enfrente de un jardín de infancia y una escuela en la ciudad de Namie donde se levantaron las órdenes de evacuación, el nivel de radiación promedio fue de 1.8 μSv por hora. Los 1.584 puntos medidos superaron el objetivo de descontaminación a largo plazo del Gobierno japonés de 0.23 μSv por hora. En el 28% de esta área, la dosis anual para niños podría ser de 1020 veces más alta que la máxima recomendada internacionalmente.
  • La explotación de los trabajadores es generalizada, incluido el reclutamiento de personas desfavorecidas y sin hogar, no hay capacitación efectiva en protección radiológica, falsificación de la identificación y certificados de salud, y registros oficiales poco confiables.

Este informe de Greenpeace se publica un mes después de que el Comité de los Derechos de la Infancia de la ONU emitiera una serie de recomendaciones condenatorias para el Gobierno nipón que, de implementarse, pondrían fin a las políticas actuales en Fukushima, incluida la suspensión del levantamiento de las órdenes de evacuación, la compensación total a los evacuados, y la plena aplicación de todas las obligaciones relevantes de derechos humanos para los evacuados y trabajadores (4).

Actos antinucleares en España por el Aniversario
En España, Greenpeace participará en diferentes eventos relacionados con el 8º aniversario del accidente nuclear de Fukushima en Tarragona, Pamplona y Madrid (5).

La organización recuerda, ante la ausencia de un diálogo social sobre el apagón nuclear, los seis criterios para el cierre nuclear entre los cuales la seguridad nuclear debe ser objetivo prioritario. Para ello los reglamentos y los protocolos de seguridad deben ser respetados, y deberían restituirse todos aquellos que se han modificado sin mejoras para la seguridad.


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