Rolando Pérez Betancourt / Granma •  Cultura •  14/12/2020

La muerte de Kim Ki-Duk

La obra de Kim Ki-Duk ha sido ampliamente divulgada en nuestros cines y en la televisión, y quien la recuerde pudiera asegurar que era uno de los directores más polémicos y originales del ámbito internacional.

La muerte de Kim Ki-Duk

La muerte de Kim Ki-Duk por la COVID-19, a los 59 años de edad, ha sorprendido a la comunidad cinematográfica internacional, sabedora de que se ha sido uno de los grandes de nuestros días. El cineasta surcoreano se encontraba viviendo en Letonia, donde preparaba un próximo largometraje.

La obra de Kim Ki-Duk ha sido ampliamente divulgada en nuestros cines y en la televisión, y quien la recuerde pudiera asegurar que era uno de los directores más polémicos y originales del ámbito internacional. Un artista autodidacta que fue aprendiendo cine haciendo cine y que en sus más de veinte películas mostró, en gran medida, personajes marginales traumatizados por la vida que llevaban, en un mundo regido por  el más despiadado capitalismo y sus dolorosas consecuencias en las relaciones humanas.

Retratos fílmicos los de  Kim Ki-Duk que toman como modelo la parte más triste de una sociedad movida por los motores de la ambición y el dinero, una constante pletórica de matices y expuesta en un tipo de cine en el que la violencia y la ternura van de la mano, como es el caso de Piedad (2012), ganadora  del León de Oro en el  Festival de Venecia, un drama acerca de las perversiones que envuelven a un joven matón a sueldo que se gana la vida extorsionado y mutilando a pobres trabajadores, deudores de su patrón.

Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera, Hierro 3 y el Arco son algunos de los títulos que hicieron grande a este director multipremiado al que le gustaba repetir que sus filmes estaban llenos se secretos, como una incitación constante a que el espectador los desentrañaran, y para quien la mejor escuela de cine era la vida misma.