César Pérez Navarro •  Cultura •  08/02/2022

La producción chilena «Bestia», nominada a Mejor cortometraje animado en los Premios Oscar

  • Inspirada en hechos reales, “Bestia” se interna en la vida de una agente de la policía secreta en la dictadura militar en Chile. La relación con su perro, su cuerpo, sus miedos y frustraciones, desvelan una macabra fractura en su mente y un país. Es la quinta nominación a los premios Oscar que recibe Chile este año.
  • “Bestia” ya fue el ganador del Festival Chilémonos 2021, el cual quedó seleccionado entre 282 proyectos que postularon a la Competencia Latinoamericana de Cortometrajes Animados.
  • La lista completa de nominados a la categoría de Mejor Cortometraje animado en los Oscar de este año es: “Affairs of the Art”; “Bestia”; “Boxballet”; “Robin Robin”; “The Windshield Wiper”.
La producción chilena «Bestia», nominada a Mejor cortometraje animado en los Premios Oscar

Su director, Hugo Covarrubias, se graduó en Diseño Gráfico en la Universidad ARCIS, y se ha especializado en dirigir y animar en stop motion. En 2007 estrenó el corto El almohadón de plumas, adaptación de la novela de Horacio Quiroga, y luego ejerció como codirector de la exitosa serie chilena Puerto papel. El ogro y el pollo y Horacio y los plasticines son otras de sus dos producciones de animación para televisión.

Sin diálogos, recurriendo al stop motion (animación en volumen​ o animación fotograma a fotograma​) como técnica durante 15 minutos, este perturbador cortometraje se ha erigido como uno de los títulos más comentados del último año en el mundo del cine de animación. El filme se dio a conocer en junio en el Festival de Annecy (Francia), el certamen más importante para las películas animadas. Fue el primero de numerosos premios internacionales, 30 por el momento.

La historia se inspira en la vida de Íngrid Olderöck, quien llego a ser Mayor de Carabineros antes de integrarse a la DINA en 1973, donde se le conoció como “la mujer de los perros”. Hija de alemanes y con ideas ligadas al nazismo, perpetró todo tipo de atrocidades en centros de tortura como Venda Sexy en el transcurso de la dictadura de Pinochet. Allí entró con el grado de capitana y participó en la Escuela Femenina, donde instruyó a alrededor de 70 mujeres para cometer torturas y realizar tácticas represivas contra opositores a la dictadura militar.

El origen de su apodo está en su crueldad y sadismo al recurrir a perros para que estos violaran a las detenidas. Dentro de su historial se encuentran tareas de espionaje, secuestros, torturas, desapariciones y su participación en la Operación Cóndor. Olderock también fue destacada al interior de la brigada Purén, encargada de los asesinatos y desapariciones en la DINA, antes que se encargara de esas tareas la Brigada Lautaro. La mujer, quien jamás fue interrogada judicialmente, también conoció secretos de Contreras, que lo relacionaban con el “proyecto Andrea” para fabricar el gas sarín, como también sus relaciones con Colonia Dignidad.

El corto explora sus miedos y desilusiones, ya que presenta el momento en que la domina “la frustración porque no va a poder torturar más”.

El 15 de julio de 1981 sufrió un atentado ocurrido en su domicilio, al recibir un disparo en la cabeza por integrantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Murió el 17 de marzo de 2001 a la edad de 58 años, tras una hemorragia digestiva aguda.

«Era un muñeco de este sistema siniestro. No tenía expresiones faciales en su rostro, como una muñeca de porcelana. Sirvió para representar mejor al personaje y retratarlo de la manera psicológica y surrealista (…) Falleció en 1991, en absoluta impunidad y nadie fue a su funeral. Ese es el nivel de lacra humana que genera esta maquinaria perversa. Murió en la impunidad y sola»,  declaró Hugo Covarrubias a finales del año pasado, haciendo referencia a Olderock.

El retrato de esta siniestra mujer también se plasmó en “Ingrid Olderock, la mujer de los perros” (Ceibo Ediciones), de la periodista Nancy Guzmán.


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