Eduardo Montagut Contreras •  Memoria Histórica •  10/07/2016

El derrotismo en la guerra civil

El Diccionario de la Real Academia entiende por derrotismo “la tendencia a propagar el desaliento en el propio país con noticias o ideas pesimistas acerca del resultado de una guerra o, por extensión, acerca de cualquier otra empresa”. En todas las guerras, los gobiernos y ejércitos han perseguido con dureza a los derrotistas. La República estableció el derrotismo como delito en un decreto de 22 de junio de 1937. Lo definía como la difusión de noticias o juicios desfavorables en relación con las operaciones militares y a la autoridad, así como la difusión de noticias favorables del enemigo o sobre la conveniencia de pactar o buscar acuerdos con él. La concepción del delito era más amplia, ya que incluía los actos o manifestaciones que tendiesen a deprimir la moral general o del ejército.

En el bando de los sublevados, el derrotismo también fue perseguido. En un bando del 28 de julio de 1936, es decir, al poco tiempo de comenzar la guerra, se establecía que se castigaría a quienes propagasen noticias falsas o tendenciosas que buscasen quebrantar el prestigio de las fuerzas militares y de quiénes luchaban.

Creemos que el estudio del derrotismo, de sus motivos, su influencia real y la composición social de los considerados como derrotistas puede ser muy importante. En el caso republicano sabemos más de este fenómeno: uno de los objetivos de la Quinta Columna era, precisamente, el fomento del derrotismo. Pero, además, conocemos las posturas más o menos derrotistas de algunos personajes de primera y segunda fila, especialmente cuando fueron conscientes de las dificultades o imposibilidades de ganarla. No tenemos conocimiento de que se hayan realizado estudios sobre el derrotismo en el bando franquista pero sería interesante poder conocer sí existió y en qué grado.

 


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