Redacción •  Actualidad •  30/08/2017

El gobierno maneja datos que le contradicen con respecto al fin de la crisis

Llama la atención que en la respuesta a una ‘solicitud de informes y documentos’ del diputado de Izquierda Unida Ricardo Sixto, y pese a que el Ejecutivo de Rajoy dio por acabada la crisis económica y bancaria hace años, 2016 sea uno de los ejercicios en el que más oficinas bancarias se cerraron, en concreto 2.279, mientras que este año casi dobla los empleos eliminados respecto al anterior, 9.565 frente a los 5.096 de 2015.

El gobierno maneja datos que le contradicen con respecto al fin de la crisis

El Gobierno ha informado a Ricardo Sixto, diputado de Izquierda Unida por Valencia, que entre los años 2009 y 2016 -ambos incluidos-, ya iniciada la grave crisis económica que aún soporta una mayoría de la sociedad y con el rescate bancario y las multimillonarias ayudas de la Unión Europea con dinero público por medio que aún hay que devolver, las distintas entidades bancarias que funcionan en territorio español cerraron un total de 17.019 oficinas y eliminaron 82.285 empleos, es decir, se desprendieron de un 30% de sus plantillas o, lo que es lo mismo, 6 oficinas suprimidas y 28 puestos de trabajo destruidos de media al día durante esos ocho años.

Estas cifras, que tienen como fuente al Banco de España, están incluidas en la ‘solicitud de informes y documentos’ que Sixto dirigió al Gobierno desde el Congreso el pasado mes de mayo y a la que el Ejecutivo ha respondido este verano.

No obstante, la petición del diputado era mucho más pormenorizada. Entre otras cuestiones, reclamaba información al Ejecutivo sobre cómo afectaban estas actuaciones a cada banco o caja de ahorros, qué localidades eran las más afectadas por estos cierres o supresión de empleos, así como la “relación de localidades en las que en la actualidad no existe ninguna sucursal de entidades de crédito y número de habitantes”.

El Gobierno afirma que esta es la “información disponible”, por lo que tampoco ofrece datos sobre el número de oficinas “con una persona desplazada que abre la sucursal una o dos veces por semana y su conexión con la correspondiente entidad de crédito que presta el servicio”, así como su localización, que también reclamó Ricardo Sixto.

Llama la atención el hecho de que, aunque el Gobierno de Mariano Rajoy dio por acabada la crisis económica en general, y la bancaria en particular, hace varios años, el último ejercicio del que se ofrecen cifras -2016- sea el tercero en el que más oficinas bancarias se cerraron, en concreto 2.279, lo que casi triplica las 897 que desaparecieron en 2015. Además, la cifra de empleos desaparecidos en 2016 también subió hasta los 9.565, lo que casi dobla a los 5.096 puestos de trabajo suprimidos sólo un año antes.

Así, según los datos globales de los que ahora dispone Izquierda Unida, se ha pasado de las 45.660 oficinas bancarias existentes en 2008, un año antes de que bancos y cajas de ahorro empezaran a cerrarlas por miles, a las 28.641 que había a finales de 2016. En lo que se refiere a los puestos de trabajo, han descendido drásticamente de 268.959 a 186.674 en ese mismo periodo de tiempo.

El Gobierno informa también a Sixto, citando como fuente al Banco Central Europeo (BCE) y a Eurostat, que “desde el año 2005 hasta 2014, España ocupó, en todos los años del periodo, el segundo puesto en el ranking de oficinas por habitante dentro de la Unión Europea. En el año 2015 (últimos datos disponibles), España subió hasta el primer puesto del ranking”.

Pese a ello, el territorio español pasa de 0,95 oficinas bancarias abiertas por cada 1.000 habitantes en ese 2005, hasta las 0,67 de 2015. Entre los países que en este mismo periodo y pese a la crisis mejoran su porcentaje por habitante están Francia, Portugal (en este caso pese al rescate también con fondos europeos) o Polonia.


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