Cambio de recorrido en la protesta contra el cierre del centro de salud de Abrantes y en defensa de la Atención Primaria en Carabanchel

Un jueves más llamamos a todos los vecinos y vecinas de Carabanchel a unirse a la manifestación semanal frente al Centro de Salud de Abrantes en defensa de nuestra sanidad pública y nuestros centros de salud. Aunque empezará ante el Centro de Salud de Abrantes, como hemos hecho siempre desde que, hace ya dos años, iniciamos las movilizaciones, hecho siempre, destacamos la manifestación recorrerá la Avenida Abrantes hacia la Plaza Meninas -donde está el solar para el nuevo centro de salud- para luego subir al Camino Viejo de Leganés por la Plaza de Alcalde Brell para terminar en la plaza de Tarifa.

Con ello queremos recordar que la construcción del nuevo centro de salud ha sido desde hace más de 20 años una de las muchas reclamaciones de los vecinos y vecinas. Sin que haya todavía plan oficial de inicio por lo que no parece que vaya a ser construido a corto plazo.

Así, la manifestación de este jueves, ya no es solo para reclamar mejoras en la sanidad. Con este recorrido pretendemos concienciar y denunciar la situación de abandono que vive no solo este barrio, sino otros muchos y otros municipios de la región. La promesa incumplida del centro de salud es solo la punta de todo un problema estructural, el de la falta de recursos fruto del progresivo pero continuado desmantelamiento de la Atención Primaria y, más en general, del conjunto del SERMAS, el servicio madrileño de salud. La Comunidad de Madrid, en atención primaria, para el 2022 va a invertir el 10,73 % del gasto sanitario, muy lejos del 25% y del gasto medio de las otras comunidades autónomas, que es del 14,93% .

Este desmantelamiento explica que según los datos más recientes -agosto de 2022- en solo 30 días la bolsa de personas pendientes de una intervención quirúrgica, una cita con el especialista o una prueba diagnóstica. ha aumentado en 52.000, pasando de 835.000 a 886.686 de julio a agosto.

Este recorte de recursos en la sanidad madrileña lo hemos sufrido de forma descarnada en el Centro de Salud de Abrantes. En septiembre 2020 en la puerta del ambulatorio apareció un cartel indicando “No hay médicos ni de mañana ni de tarde”. Aunque según la administración madrileña el centro seguía ‘abierto’, para el vecindario no tener atención médica en un centro de salud era su cierre. Desde entonces, salvo un breve parón durante las navidades y los meses tórridos del verano, cada jueves cientos de vecinos y vecinas nos hemos movilizado ante nuestro centro de atención primaria para exigir que este no se cerrara. Dos años de protestas que han permitido que este ambulatorio haya recuperado algunos facultativos y facultativas y actualmente tiene de forma más o menos regular -su número puede variar según los días si hay bajas- se ha quedado con sólo once profesionales médic@s. Mejor eso que nada pero de todas formas se trata de un brutal recorte: este centro de salud que atiende un área con una población de 30.000 personas tenía en febrero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia, 16 facultativos de familia.

Dos años de protestas semanales que han servido -evidentemente con la ayuda y esfuerzo fundamental de los y las trabajadoras del centro, que han doblado o alargado turnos- a evitar que este centro de salud perdiera más profesionales como le está ocurriendo a otros ambulatorios cercanos.

Esto nos obliga a los y las vecinas a estar movilizados y mantener las protestas para defender la Atención Primaria, la base y primer nivel asistencial del sistema sanitario público. Y mantenemos estas protestas porque no queremos que se normalicen su desmantelamiento, que demos por buenos los recortes, que nos acostumbremos y aceptemos una situación de maltrato que para miles de madrileños y madrileñas deja nuestro derecho a la salud en papel mojado.

Para defender ahora nuestra sanidad pública hay que seguir con la movilización vecinal y popular.

Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no sólo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!