Manifestación en Madrid por la libertad de expresión ante un gran despliegue policial
- La manifestación, que había sido señalada durante toda la semana por medios conservadores, concluyó en Atocha sin llegar a acceder al Paseo del Prado.
Miles de personas se congregaron en Atocha en la tarde de ayer para protestar contra el encarcelamiento de Pablo Hasel y contra la represión y por la libertad de expresión. La movilización, que en principio debía recorrer el Paseo del Prado, concluyó como concentración en la misma Atocha, ante el elevado despliegue policial que impidió el acceso.
«Había literalmente una lechera (nombre coloquial por el que se conoce a los furgones policiales) cada 15 metros», apunta a una activista presente en la movilización y que prefiere no revelar su nombre. «A mi me ha parecido un despliegue policial muy desproporcionado, pero como habían estado haciendo tanto ruido con esta convocatoria…», plantea, en referencia al elevado nivel de atención que ha recibido la convocatoria en medios de comunicación, especialmente cabeceras conservadoras, durante toda la semana.
Y es que durante los días previos a la movilización, la cobertura de la convocatoria, en un todo altamente alarmista, disparó la preocupación en sectores de la opinión pública. Para muchos, un temor acrecentado de forma deliberada en un contexto de criminalización.
«A mi me sorprende que no haya habido carga policial», apunta Carlos un veterano activista y uno de los pocos manifestantes de avanzada edad, en una movilización con una muy joven concurrencia. «Yo temía que provocasen un enfrentamiento, porque esto le vendría bien a Ayuso para su campaña electoral», afirma Carlos, haciendo alusión al clima preelectoral presente en Madrid tras la sorpresiva convocatoria de elecciones por la presidenta Isabel Díaz Ayuso.
A pesar de sus temores, la movilización concluyó sin registrarse ningún tipo de incidente en el acceso de Atocha, disolviéndose con normalidad tras desconvocarse. Los organizadorea han adelantado que continuarán las movilizaciones y la reivindicación hasta que se derogen los apartados del Código Penal y las leyes que atentan contra los derechos civiles, y sean liberados todos las personas que cumplen condenas por delitos de opinión.
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