Redacción •  Actualidad •  20/05/2016

Incendio de neumáticos en Seseña: el fuego está controlado, la nube tóxica no

Tras una semana del inicio del siniestro, Ecologistas en Acción hace un balance muy negativo de la gestión llevada a cabo por la Junta de Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Seseña. Tampoco el Gobierno central está asumiendo sus responsabilidades ni liderando ninguna acción significativa para paliar la crisis. Estas administraciones, por la desinformación y actuación a remolque de las circunstancias, no están protegiendo de forma adecuada la salud de la población y están agravando las consecuencias ambientales del incendio

 

Incendio de neumáticos en Seseña: el fuego está controlado, la nube tóxica no

Tras días de incertidumbre, el miércoles y el jueves se empezaban a conocer por fin los primeros datos que ponen de manifiesto la gravedad de las emisiones que está produciendo el incendio y el peligroso grado de exposición al que está sometida la población y el medio ambiente, sobre todo de las localidades más cercanas. Y eso que hasta dentro de una semana, al menos, no se dispondrán de datos de las sustancias más peligrosas que se están emitiendo, como el benzo-a-pireno y otros hidrocarburos aromáticos policíclicos, los metales pesados o las dioxinas.

 

La situación se puede resumir del siguiente modo: cuando el viento no empuja el humo hacia donde están los medidores, estos tienen registros normales. Pero cuando llega el humo, los datos se disparan, y con ellos, claro, las afecciones a la población que vive en los alrededores. El problema es que, ante cambios súbitos de viento, no hay mucho tiempo para reaccionar y tomar medidas adecuadas de protección de la población.

 

En el informe de calidad del aire publicado ayer a última hora por la Junta de Castilla-La Mancha se reflejaba, por ejemplo, que en la urbanización El Quiñón de Seseña los indicadores para partículas PM10 estaban siendo muy malos el pasado miércoles día 18, cuando se alcanzó un pico de 390 microgramos por metro cúbico (μg/m3), un dato que multiplica por 10 los valores medios tolerables y que coincidió con un cambio de viento hacia esta zona. Desgraciadamente la Junta, a pesar de que dispone de ellos, no ha dado datos de benceno, que también debieron ser muy altos, en especial los picos coincidentes con la humareda.

 

Conviene recordar que este mismo miércoles no se decretó la suspensión de las clases ni el confinamiento de la población del Quiñón hasta muy a última hora de la tarde, por lo que durante todo ese día, en el que las condiciones meteorológicas derivaban la columna de humo hacia la urbanización, hubo una fuerte exposición a los tóxicos ambientales sin que protección civil ni sanidad pública previnieran a la población, ni siquiera a la escolar.

 

Por su parte, en la Comunidad de Madrid, las autoridades tampoco previnieron de la entrada de contaminación del martes, cuando el viento derivó el penacho del incendio afectando a una amplia zona entre Valdemoro y Villanueva de la Cañada. Ese día un reconocible olor a goma quemada se extendió por muchas poblaciones y se recogieron aumentos significativos de algunos contaminantes.

 

Entre tanto, el ayuntamiento de Seseña mantenía las guarderías abiertas mientras pedía que se cerraran los colegios y enviaba equipos de limpieza en el momento de máxima contaminación, exponiendo a unos trabajadores que no estaban preparados ni equipados para abordar la descontaminación de la zona. Un desconcierto.

 

En cuanto al Gobierno central, Ecologistas en Acción se pregunta dónde está el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), del Ministerio de Sanidad, y dónde los departamentos de calidad del aire del Ministerio de Medio Ambiente. Pareciera que un Gobierno en funciones no debe atender emergencias.

 

En medio de este escenario, la población afectada está cada vez más confusa y desinformada, y acude a organizaciones como Ecologistas en Acción pidiendo consejos para afrontar la situación y manifestando su perplejidad y enojo por lo que estaba pasando. Ecologistas en Acción lleva días exigiendo a las administraciones protocolos claros de actuación para que las personas puedan actuar de forma que se minimice su exposición a las sustancias tóxicas.

 

El fuego podrá estar relativamente controlado (aunque se sabe que se ha renunciado a apagarlo activamente, ante la falta de medios y conocimientos adecuados para hacerlo, y se está a la espera a que se extinga de forma espontánea), pero a la vista de los hechos, la nube tóxica no lo está y tardará en estarlo. La situación, pues, se encuentra a merced de los vientos y brisas que la dirigen a un lado u otro en función de la dirección e intensidad del viento, sin que nadie tome medidas eficaces y contundentes para proteger la salud de la población, como la evacuación de las zonas más próximas.

 

En definitiva, una semana después, los diagnósticos de la situación que protección civil de la Junta de Castilla-La Mancha y de la Comunidad de Madrid se siguen haciendo con información parcial e intentando minusvalorar el problema. Y, lo que es peor, no se aborda correctamente el pronóstico de la evolución de la situación en virtud de las condiciones meteorológicas, por lo que la población no sabe qué hacer de un día para otro, y se ha visto sorprendida por la alta contaminación que de forma súbita llega a zonas habitadas.

 

Ecologistas en Acción ha pedido insistentemente a los responsables de Castilla-La Mancha y de Madrid y reclaman de los ayuntamientos que den información completa de las emisiones y que se anticipen en los avisos a la población para que esta pueda reaccionar a tiempo y correctamente. Considera que la no evacuación del Quiñón ha sido un error de bulto tanto de la Junta como del Ayuntamiento de Seseña, que no han sido capaces de prevenir la situación y de dejar a un lado sus diferencias políticas. Circunstancia que también se ha dado en la Comunidad de Madrid, como se vio en el triste espectáculo acontecido ayer en la Asamblea de Madrid. Y todo ello, ante la clamorosa inacción del Gobierno central.

Ecologistas en Acción comparte con los vecinos la sensación de desamparo y reitera una vez más la ausencia de protocolos y criterios precisos para abordar este tipo de situaciones, y hace un llamamiento urgente para que se reconsideren e incrementen las medidas de protección a la población. Muchas de estas medidas se han recogido en una ciberacción.

 


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