Redacción •  Actualidad •  10/08/2022

Un calvario que termina en un plato en un centro turístico: El transporte de terneros a las Islas Canarias

Todas las semanas se transporta ganado vacuno a las Islas Canarias en condiciones inaceptables. Estos transportes son extremadamente largos. Los animales permanecen en el camión incluso más de 100 horas sin descanso. Ahora, en verano, hay que añadir el calor sofocante, el escaso suministro de agua, la falta de alimento o la escasez del mismo, el material de cama lleno de excrementos y orina, la falta de espacio y un acre olor a amoníaco. Una vez en las islas, los animales, de pocos meses, esperan la muerte en el matadero. Un comercio que se ve favorecido por las subvenciones y las primas por sacrificio.

Un calvario que termina en un plato en un centro turístico: El transporte de terneros a las Islas Canarias

Los terneros sacrificados en las Islas Canarias proceden, por ejemplo, de Francia, España, Alemania, Holanda, Irlanda o Dinamarca. Algunos ya cuentan con un transporte de larga distancia a sus espaldas, porque fueron traídos al norte de España para su engorde cuando sólo tenían unas semanas. Otros son enviados directamente desde su país de origen en uno de los transportes más largos de la Unión Europea (UE). Sólo la travesía en ferry desde el puerto de Cádiz, en el sur de España, dura al menos un día y medio. Pero antes, a veces los animales ya llevan días de viaje. Y una vez que llegan a las islas, la odisea continúa: Largas esperas debido a la mala organización, recarga en camiones más pequeños o saltos de las islas principales a otra isla de Canarias.

Está demostrado científicamente y sin lugar a dudas que los transportes de larga distancia son extremadamente estresantes y peligrosos para los animales. La situación se vuelve especialmente delicada cuando las temperaturas son altas. Debido a la falta de espacio en los vehículos, los animales no tienen la oportunidad de alejarse unos de otros y de regular su temperatura corporal. Por lo general, tampoco tienen la oportunidad de tumbarse y, si lo hacen, el riesgo de sufrir lesiones es alto porque son fácilmente pisoteados por los demás. Así, al verse obligados a permanecer de pie, el constante movimiento en el barco que se balancea les lleva rápidamente a un agotamiento extremo. A esto hay que añadir la sed, el hambre y el olor acre a amoníaco de su orina y heces.

Según las leyes de bienestar animal de la UE, el ganado puede ser transportado durante un máximo de 29 horas, tras las cuales debe ser descargado del camión durante 24 horas para ser atendido y descansar en un establo. Pero para los transportes en ferry dentro de la UE, el legislador hace una absurda excepción: el viaje que transcurre en el barco, cuenta como tiempo neutro, lo que significa que el tiempo a bordo del ferry no se suma al tiempo de transporte.  Esto es así a pesar de que los animales tienen que permanecer en el barco en el estrecho camión y el transporte en ferry es muy probablemente incluso más estresante que el transporte por carretera.

En julio y agosto de 2022, Animals’ Angels y la organización española de defensa de los animales ANDA documentaron varios transportes en esta ruta. Los resultados de la investigación in situ son estremecedores: un ternero muerto, temperaturas de hasta 39°C en el interior de los camiones durante la travesía marítima y horas de espera para la descarga tras la llegada a Canarias. Camiones que no tienen nada de comida para los animales para alimentar a los animales durante la travesía, camas completamente empapadas y malolientes. Transbordos de animales entre camiones realizados de forma caótica al borde de la carretera, un viaje de ida y vuelta de Tenerife a la isla de La Palma sin dar un respiro a los animales. Todos estos ejemplos son violaciones del reglamento de transporte de la UE. El estado de las granjas de engorde también es devastador en algunos casos. En Gran Canaria, un transporte nos llevó hasta una enorme instalación donde ya se encontraban unos terneros de origen alemán. El establo estaba completamente mugriento, algunos de los animales se mantenían hacinados a más de 30°C, con estiércol hasta los tobillos bajo un techo de hierro bajo. Otros estaban expuestos a un sol abrasador sin protección de ningún tipo.

Lo que también nos choca es la complicidad de los veterinarios oficiales.  Debido a la continua ola de calor en España, todos estos transportes no deberían haberse autorizado en origen ya que está prohibido transportar animales cuando la temperatura excede de 32 grados y la actual ola de calor ha sido anunciada desde hace semanas. La indiferencia de los servicios veterinarios también es terrible: un veterinario francés autorizó un transporte desde el sureste de Francia, pasando por Cádiz y Tenerife, hasta la isla de La Palma, indicando en la documentación que sólo tardaría ¡¡¡ 12 horas!!!

«Cada vez me escandaliza más lo que tienen que soportar los animales destinados a «matadero» en la UE. Todos los transportes suponen estrés y sufrimiento para los animales, pero esta ruta es especialmente horrible por su extrema longitud y el terrible agravante que supone la larga travesía por el Océano Atlántico soportando las condiciones meteorológicas o del estado del mar», afirma Chloé Favorel, asistente de proyectos de Animals’ Angels.

En su documento de posición conjunto sobre la revisión de la legislación de la UE en materia de transporte de animales, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca y Suecia piden que se introduzca un tiempo máximo de transporte de ocho horas para todos los animales destinados al sacrificio y que el tiempo que pasan en un camión cargado en un barco no se considere tiempo de descanso sino de transporte.

Acogemos con gran satisfacción estas exigencias.  Ya es hora de que se ponga fin a los transportes completamente innecesarios y agonizantes de los animales destinados al sacrificio. Es urgente dotarnos de un sistema que garantice de forma veraz y eficaz una auténtica protección de los animales desde su nacimiento hasta su sacrificio, en todas las etapas. Este objetivo ni es discutible ni es negociable según circunstancias, es un principio elemental de nuestro ordenamiento jurídico. Y si para cumplirlo necesitamos cambiar las cosas y los procedimientos para trabajar de otra manera, hagámoslo.

Estos problemas y deficiencias han sido transmitidos a la autoridad competente.


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