Redacción •  Actualidad •  08/07/2016

EQUO exige el cierre “inmediato” de los pozos y regadíos ilegales que ponen en peligro la supervivencia de Doñana

Para la formación, las Administraciones deben abordar el estado crítico del acuífero con un plan estratégico que contemple la reconversión de los actuales cultivos. Hay que acabar con “las políticas de hechos consumados” y “primar el bien común por encima de los intereses concretos de un sector”, afirman.

EQUO exige el cierre “inmediato” de los pozos y regadíos ilegales que ponen en peligro la supervivencia de Doñana

Ante el continuo deterioro de los recursos hídricos de Doñana y la deforestación del entorno del Parque Nacional pese a las continuas llamadas de atención de ecologistas y de las más altas instancias europeas, EQUO Andalucía ha exigido esta semana la puesta en marcha de un plan de actuación “inmediato” que frene la sobrexplotación del acuífero.

“No podemos mantener la política de hechos consumados que se viene siguiendo en estos últimos años”, ha sentenciado la coportavoz de EQUO Andalucía, Isabel Brito, que ha reivindicado que en las políticas del agua, “más allá de los anuncios electoralistas que hemos escuchado en las últimas semanas y de medidas que tratan de contener la furia momentánea de unos cuantos, debe primar el bien común por encima de los intereses concretos de un sector”.

En este sentido, Brito ha explicado que se exigirá a las Administraciones, tanto a la Junta de Andalucía como al Gobierno Central  -pues “ambas deben velar por la protección de un entorno como Doñana”-, la implementación de un plan estratégico que paralice el deterioro de la zona de humedales de Doñana, lo que “debe pasar por una serie de actuaciones internas y externas en los alrededores del parque y sus zonas de influencia”.

Para EQUO Andalucía, dicho plan estratégico debe contemplar el replanteamiento del Plan Almonte-Marismas, con el “rescate de parcelas sensibles” para Doñana y la reforestación de las mismas, mientras que en el resto de parcelas debería llevarse a cabo “la reconversión de los cultivos actuales a cultivos de secano o poco demandantes de agua”.
Además, habría que llevar a cabo y mantener en el tiempo la limpieza de cauces y arroyos para evitar el aterramiento de las marismas, así como “diseñar un plan de seguimiento real de las necesidades de agua y de los productos utilizados en los ciclos productivos”.

La formación ecologista considera que la problemática que afecta al parque natural y a su zona de influencia no puede seguir extendiéndose en el tiempo, por lo que hay que proceder de inmediato “al cierre y desmantelamiento de las extracciones no autorizadas en la provincia de Huelva y Sevilla”. En este sentido, desde EQUO Andalucía han exigido a la Junta de Andalucía que, lejos de ceder a las presiones y chantajes de determinados empresarios del sector agrícola, que “debe primar un cultivo sostenible en el entorno en el que se desarrolla y entender que el beneficio económico no puede estar por delante del mantenimiento de nuestros recursos”, ponga en marcha las actuaciones necesarias para “garantizar la eliminación de los regadíos ilegales y que están poniendo en peligro la supervivencia del Parque Nacional”.

Asimismo, desde EQUO Andalucía proponen, además de esta supervisión de la actividad agrícola y de uso de los pozos, el “control y la erradicación de las especies invasoras presentes en los humedales, mediante la implantación de un centro especializado en combatirlas”, así como el estudio de “alternativas al sistema de cultivo actual en los arrozales, proponiendo otros con menor impacto en el entorno”.
Cabe recordar que la propia Unión Europea ha llamado la atención a nuestro país por no actuar con la debida diligencia en la protección de Doñana, reprochando al Gobierno que haya sido incapaz de cumplir con su obligación de conservar el acuífero del que dependen numerosas especies y un hábitat único en Europa.

“No podemos permitir que Europa nos siga sacando los colores y que nuestro entorno se seque en pro de una actividad que, de seguir así, no va a poder ser sostenida en el tiempo. Hay que actuar ya”, ha sentenciado Isabel Brito, que ha hecho además hincapié en la necesidad de abordar la gestión del agua “en su conjunto, y no por trozos o problemas específicos. No se puede priorizar sólo un sector como el agrícola porque el mal uso incide también en la calidad del suministro, en la depuración de las aguas y sus efectos en la Costa, perjudicando al tiempo sectores adicionales como el turismo y la pesca,  también importantes para la economía”.

 


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