Este domingo, la 57ª Marea Blanca abrazará el amenazado hospital de Móstoles

Esta noticia saltó a los Medios cuando el propio Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos lo anunciaba como una medida del nuevo plan funcional diseñado para este centro público. Era el mes de abril cuando dijo que convertiría 130 camas del Hospital Universitario de Móstoles en camas para uso de media y larga estancia; la noticia se divulgó rapidamente; siendo parcialmente desmentida por él mismo tras las respuestas planteadas por los profesionales y por la movilización masiva de todos los defensores de la Sanidad Pública en contra de la misma. Ese desmentido realizado al socaire de las ocurrencias de este administrador “público” es uno de los tantos a los que nos tiene acostumbrados este Consejero que cambia sus planes de forma imprevisibles para algo tan importante como la Sanidad Pública Madrileña; lo que da idea de su trabajo improvisado o del cinismo cuando habla de ser el mayor defensor de la misma.

En el programa de movilizaciones organizado para este año 2017, la MEDSAP – Marea Blanca anunció que simultanearía las manifestaciones al Ministerio de Sanidad con abrazos a nuestros hospitales, en los que se hace muy visible su descapitalización programada. El avance sobre Móstoles que hizo el Consejero, su posterior retracto y su nueva declaración sobre la existencia de un plan a 10 años para la reconversión de las funciones de todos los hospitales públicos madrileños nos dieron la clave de que el Hospital Universitario de Móstoles era el segundo eslabón de este rosario pro- privatizador de ataque directo a un Hospital 100% Público. Este importante centro, eje de una zona amplia, fue inaugurado en 1983, por tanto cumple 34 años de vida y de experiencia; fue además el primer hospital construido fuera de la capital y llegó a tener en sus comienzos una población a cargo de más de 400.000 usuarios, luego repartidos con la Fundación Alcorcón y finalmente arrebatados con el hospital privado de Móstoles.

Su anuncio perseguía reconvertirlo de su condición completa como hospital de agudos a un centro de otra índole, dándole un pretendido giro a usuarios como crónicos y ancianos; excelente excusa para aumentar las derivaciones a ese hospital, modelo PPP que es Hospital Rey Juan Carlos. Este último fue inaugurado en 2012 y modelo típico neoliberal que usa el dinero de nuestros impuestos, o sea el dinero público, para mantener una empresa privada que tiene como primer objetivo el máximo beneficio económico para sus accionistas. Por tanto, la conversión del Hospital Público Universitario de Móstoles encubre una operación de trasvase de pacientes de la Sanidad Pública al Hospital Rey Juan Carlos, propiedad del consorcio Fresenius-Helius, la empresa alemana que compró el conocido como Grupo Capio, que después se denominó Idc Salud que luego se fusionó con el Grupo Quirón para acabar en esas manos alemanas con grandes beneficios para sus dueños a costa de nuestro patrimonio. Este hospital está recibiendo muchas derivaciones mientras se ha ido descapitalizando el Hospital Público.

El coste por cama/día del Hospital privado Rey Juan Carlos es un 14,95% más caro y ya cuenta con más tarjetas sanitarias que el Hospital Público Universitario de Móstoles, un negocio redondo, como la derivación de agudos a la Fundación Jiménez Díaz, que también pertenece al mismo grupo Fresenius. Por ello y tras el Hospital de la Princesa, primer centro amenazado por la megaoperación de privatización encubierta y sostenida bajo la tapadera del Plan de Sostenibilidad de la Sanidad Madrileña, Móstoles es ahora otra diana a reservar que con este tiro de gracia lo dejaría con un tercio de camas menos. La Comunidad de Madrid alega la necesidad de camas para crónicos y ancianos; cierto, pero fácilmente puede enviarlos al Hospital Rey Juan Carlos en tanto no adecúen el antiguo Hospital Puerta de Hierro, que se abandonó en un fin de semana inolvidable para sus trabajadores y que podría albergar entre 500 y 600 camas de ambos tipos. ¿ Porqué no lo hace? Eso no da beneficios a la especulación.

Una vez más los colectivos defensores de la Sanidad Pública esa que pertenece a la ciudadanía denuncian la incapacidad de este gobierno de la Comunidad de Madrid y de su Consejero de Sanidad para defender con lealtad el patrimonio público, el dinero de nuestros impuestos que debe ir a la Sanidad Pública y les exigen su retirada si no son capaces de mantener el mismo en su plena titularidad 100 % pública, en su condición de universal y en la calidad que merece; la han puesto muy en peligro mediante un modelo que enriquece a muy pocos a costa de los demás y que va contra los derechos de pacientes, usuarios y trabajadores. El Hospital Universitario de Móstoles es otro ejemplo de que se ese plan depredador continúa soterrado a pesar de sus constantes intoxicaciones con titulares carentes de verdad.