Redacción •  Actualidad •  03/04/2020

La red estatal de sindicatos estudiantiles reivindica medias para minimizar las repercusiones de la emergencia sanitaria a causa del COVID-19 en el ámbito académico

La red estatal de sindicatos estudiantiles reivindica las diferentes problemáticas y contradicciones con las que se están encontrando las estudiantes de todo el país y exige una serie de medidas con el objetivo de minimizar las repercusiones de la emergencia sanitaria a causa del COVID-19 en el ámbito académico.

La red estatal de sindicatos estudiantiles reivindica medias para minimizar las repercusiones de la emergencia sanitaria a causa del COVID-19 en el ámbito académico

Tal y como se ha ido denunciando públicamente a través de las redes sociales, la red estatal hace referencia a la segregación que produce el estudio telemático inmerso en un sistema educativo y socioeconómico que agudiza en estos momentos de crisis sanitaria sus altas deficiencias. Se evidencia la falta de respuesta desde el Gobierno Central ante esta problemática que deja al 33% del estudiantado sin la posibilidad de seguir recibiendo su correspondiente formación académica mediante la vía telemática, así como en la falta de homogeneización y dotación de herramientas formativas al profesorado en torno a la enseñanza telemática hacen vislumbrar las deficiencias y contradicciones que esta alternativa conllevan dentro de nuestro modelo educativo.

Desde Estudiantes en Movimiento exigimos al Gobierno central, y en consecuencia a cada Universidad, las siguientes medidas a tener en cuenta:

  • Devolución del tanto por ciento del coste de los créditos del cuatrimestre en función del tiempo que se prolongue la suspensión de las clases presenciales. Analizando que la docencia telemática no cumple con una eficiente transmisión de los conocimientos y, en muchos casos, con ningún tipo de transmisión, es inaceptable que no se nos devuelva el dinero de una matrícula que, además, nunca deberíamos haber pagado en una escuela pública que debiera ser gratuita.

  • Los rectorados de las distintas universidades deben asegurarse de que ninguna profesora evalúa a sus estudiantes por unos contenidos académicos cuya base bibliográfica ella misma no ha facilitado.

  • Reacondicionamiento del calendario académico en función del tiempo que se prolongue la suspensión de clases presenciales, de manera que se redistribuyan todos los plazos académicos respetando al máximo los periodos de aprendizaje, preparación de exámenes finales y descanso del estudiantado. Tras conocer ayer mismo que el curso académico y las evaluaciones se completarían de forma telemática, exigimos que los exámenes sean presenciales cuando podamos volver a las facultades, incluso en septiembre si fuera necesario, ya que la brecha digital entre clases hace inviable la preparación y realización de los exámenes para aquellas estudiantes que no gozan de los recursos digitales necesarios. 

  • Ante la falta del material necesario para desarrollar las actividades académicas telemáticas que se nos exigen, deberemos tener derecho a una evaluación final con la que se determine la totalidad de la nota. Si bien hemos defendido y defenderemos siempre la evaluación continua y aproximada a la estudiante, en situaciones como la actual, en la que el estudio telemático agudiza la segregación, un examen final es una herramienta viable para paliar mínimamente estas desigualdades.

  • Cada una de las estudiantes contagiadas de COVID-19 deberá recibir atención especializada y su evaluación se tendrá que estructurar de forma individual. 

  • Al igual que se anunció para el caso de la FP, se tiene que dar una respuesta rápida a las prácticas curriculares de la Universidad, cuya finalización deberá ser facilitada para que la estudiante pueda matricularse el año siguiente según los plazos contemplados o buscar empleo en las condiciones esperadas.

  • Inmediata devolución del pago de residencias a las estudiantes que han tenido que abandonar su residencia para volver a sus hogares. Más teniendo en cuenta que en muchos casos el cierre ha sido obligado por la administración. En caso de ampliarse de manera excepcional el periodo académico, para algunos grupos que pudiesen realizar prácticas u otras actividades no evaluables ni sustituibles durante la cuarentena, se exige que se habilite de manera gratuita el uso de residencias. La ampliación del periodo académico no puede suponer un sobrecoste para los estudiantes, muchos de los cuáles no pueden asumir un mes más de alquiler, especialmente los y las estudiantes de extracción popular. Exigimos asimismo medidas destinadas a ayudar a las estudiantes que viven en pisos de alquiler en los pagos que deban abonar mientras dure la cuarentena.

Estas exigencias en el ámbito universitario serán trasladadas mediante todas las herramientas de todos los espacios en los que Estudiantes en Movimiento participe ahora que no puede salir a reivindicarlo en las calles, ya que la organización estudiantil quiere ser escuchada y minimizar de esta manera el impacto de esta emergencia sanitaria en el ámbito académico.


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