El nuevo primer ministro francés se muestra abierto a debatir la reforma de la jubilación

Todos los debates son posibles si se hacen con realismo, señaló el mandatario en la comuna L’Haÿ-les-Roses, de la Región Parisina, en su primer desplazamiento desde que el presidente Emmanuel Macron lo volviera a nombrar anoche como jefe del Gobierno, pese a su renuncia el lunes al cargo por la crisis política imperante.

Los socialistas demandan la supresión de la reforma de la jubilación impuesta en 2023, particularmente rechazada por extender la edad de retiro de 62 a 64 años.

Teniendo en cuenta que ya la mayoría de los partidos opositores afirmaron que buscarán la censura de Lecornu, los socialistas se han convertido en un elemento clave para la continuidad del primer ministro, quien el lunes se convirtió en el más efímero de la V República, con 27 días de gestión, y en el tercero que cae en 10 meses, pero Macron lo designó nuevamente.

Según dijo el titular en L’Haÿ-les-Roses, no estaban disponibles muchos candidatos para sucederlo, por lo que decidió aceptar el pedido de Macron.

En ese sentido, manifestó su voluntad de escoger un Gobierno con libertad, sin ataduras partidistas.

Lecornu camina sobre la cuerda floja, ante las demandas de la oposición de ruptura con las políticas de Macron.

Fuerzas como La Francia Insumisa y Agrupación Nacional adelantaron que censurarían a cualquier Gobierno, al fijar como objetivo el regreso a las urnas.

Los comunistas y los ecologistas se sumaron al propósito de derribar al primer ministro, ya que esperaban que el jefe del Estado designara para ese puesto a un representante de la izquierda.