¡Ultimátum ! O Irán se rinde o será aniquilado

En 1979, la revolución islámica, bajo la conducción del líder espiritual Ayatolá Jomeini, triunfó derrocando el régimen corrupto y pro-occidental del sha Reza Palevhi. A partir de ese momento, Irán se lanza al reto de convertirse en la potencia hegemónica del mundo musulmán.
El Ayatolá Jomeini dejó escrito en su testamento el compromiso inalienable de Irán a defender «los derechos de la oprimida nación Palestina ». En el año 2012, el ayatolá Ali Jameini confesó por primera vez la implicación directa de Irán con los grupos yihadistas de Hamas y Hezbolá. Además de reafirmar el juramento de «extirpar el tumor canceroso que representa a Israel », « ese xaitan (el demonio) debe ser eliminado, pues pretender desbaratar nuestra economía, destruir nuestro comercio y agricultura y apropiarse de nuestras riquezas».
En la época en que el finado Ismael Haniyeh fungía como jefe del gobierno islamista de Gaza, declaró que « Hamás nunca reconocerá la existencia del estado de Israel» . La lucha se prolongará indefinidamente hasta conseguir la liberación de toda la tierra palestina, Jerusalén y el regreso de los refugiados».
En los últimos años, en el Oriente Medio, la carrera armamentística ha experimentado un gran repunte. En la última gira de Donald Trump por los países del Golfo y Arabia Saudita, acaba de anunciar la mayor venta de armas de la historia (con Arabia Saudita 142.000 millones de dólares, Emiratos Árabes 1.400 millones de dólares, Qatar 40.000 millones de dólares, Bahréin 3.000 millones de dólares). Los arsenales continuamente se renuevan, pues nadie desea quedarse anticuado. De ahí que el gasto militar sea el primer renglón del PIB en toda la región. Los traficantes de armas gozan de gran prestigio y cuentan con una gran cartera de pedidos, sobre todo destinados a grupos como la Yihad Islámica, la Brigada de los Mártires de al-Aqsa, Hamas o Hezbolá. La mayor feria de armamento en el Medio Oriente , «Sofex Jordan», se organiza cada dos años en Amán, Jordania, y cuya finalidad, según sus organizadores, es la de promover «la paz y la seguridad en el mundo».
Si Irán llegara a obtener la bomba atómica, muchos países árabes sunitas como Argelia, Egipto, Marruecos, Túnez, Jordania, Arabia Saudita y EAU estarían también tentados a seguir el mismo camino. Es tal el odio contra los chiitas iraníes que, en caso de un ataque de las FAI, de las fuerzas de defensa IDF, las monarquías sunitas como Jordania y Arabia Saudita estarían dispuestas a concederles un estrecho corredor en su espacio aéreo para facilitarles la misión. Por eso todas las variables están abiertas con tal de impedir que Irán corone con éxito su programa nuclear.
De acuerdo con la resolución de 1995 de la ONU, se había proyectado realizar una conferencia sobre la paz y el desarme en Medio Oriente. En la misma se iba a establecer un protocolo que regularía el control de las armas de destrucción masiva, biológicas, químicas y nucleares. Desafortunadamente, ningún gobierno de la zona ha prestado el más mínimo interés en organizarla. En todo caso, Israel —que no es signatario del TNP (Tratado de No Proliferación Nuclear)— se muestra reacio a debatir en un foro asuntos tan escabrosos con sus rivales. En resumen, un acuerdo de paz justo y duradero en el Oriente Medio es prácticamente una quimera. Todo se queda en nada más que pura retórica y buenas intenciones que no producen más que frustración y ánimos de venganza.
En la madrugada del 13 de junio, Israel lanzó un ataque por sorpresa «León Naciente», en el que utilizó más de 200 F-35, misiles balísticos Blue Sparrow y comandos del Mossad activados in situ. Los principales objetivos son las fábricas de misiles balísticos tierra-tierra, sistemas antiaéreos y cuarteles militares en todo el país. Sin olvidarnos de la joya de la corona, la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, donde Irán ha puesto en marcha 3.000 nuevas centrifugadoras capaces de producir barras de combustible nuclear. En la misma ya existen 6.000 centrifugadoras enriqueciendo uranio y polonio 210 necesarias para la fisión nuclear. Desde su fundación, el Mossad ha adoptado una filosofía del ataque preventivo tal como reza en el Talmud: «Si alguien viene a matarte, levántate y mátalo primero». En este caso, las acciones se han dirigido contra el programa nuclear iraní que representa una amenaza existencial para Israel. La seguridad de Israel es un asunto que no se discute. i
Ya desde hace más de una década se preparó un plan secreto para neutralizar el desarrollo de la bomba atómica iraní. La clara implicación de agentes israelíes de la unidad Cesarea en una serie de atentados y asesinatos de científicos y profesores de Física y Química de prestigiosas universidades y centros de investigación demuestra hasta dónde puede llegar la larga mano del sionismo internacional. Estos agentes especializados en terrorismo han contactado con mercados pertenecientes a grupos izquierdistas, rebeldes kurdos, sunitas (Jundallah), Muyahidin Jalq o quizás Kalimis para sabotear el programa nuclear iraní. El ataque preventivo sionista tenía un extraordinario y meticuloso diseño por parte del cuerpo de inteligencia y contrainteligencia del Mossad en colaboración con la CIA y el MI6 británico que actúan en conjunto. El golpe de mayor relevancia se llevó a cabo con la activación de cientos de drones que tenían como cometido eliminar los silos de misiles, túneles de almacenamiento de misiles tierra-tierra, misiles de crucero y sistemas antiaéreos. Evidentemente, los iraníes esperaban una ofensiva aérea desde Israel, pero no desde su propio territorio. «El arte de la guerra es el arte del engaño».
Por medio de un detallado seguimiento de agentes de inteligencia del Mossad, conoció a la perfección los movimientos y rutina diaria de la cúpula militar y los científicos del programa nuclear iraní. Y desde luego que los tomaron por sorpresa, pues cada uno de ellos murió en la cama la madrugada del viernes pasado. El gobierno iraní se pensaba que, mientras estuviera negociando con los EE.UU. en Mascate (Omán) un acuerdo sobre el programa nuclear, no tenía por qué preocuparse de nada. Pero los engañaron. Esta ofensiva ha contado con la complicidad de EE.UU., Francia y Gran Bretaña.
El ayatola Jamenei afirmó que «Israel había desatado su mano perversa y sangrienta». «Un crimen contra Irán que no quedará impune».
Si tuviéramos que hacer una lista de los asesinatos de científicos y sabotajes, tendríamos que remontarnos a décadas atrás: por ejemplo, Ardeshir Hosseinpour (2007), Masud Ali Mohammadi (2010), Majid Shahriari (2010), Dariush Rezaeinejad (julio de 2011) y Mostafa Ahmadi-Roshan (enero de 2012). El actual director de la Agencia Atómica Iraní, Fereydun Abbasi-Davani, fue gravemente herido en noviembre de 2010. Además, en 2011, en una base militar a 45 km de Teherán, se produjo una enigmática explosión, matando a 17 guardianes de la revolución, entre ellos el general Hassan Moghadam, responsable del programa iraní de misiles. Estos trágicos sucesos, muy al contrario de lo que se creía, han servido de estímulo a los iraníes para acortar los plazos previstos de su programa atómico.
El sabotaje se ha circunscrito también al ámbito de la guerra cibernética, pues expertos en informática de EE.UU e Israel lograron infectar con el gusano Stuxnet el centro de computación que controla los rotores de centrifugado de la central de Natanz. Los propios iraníes reconocieron que esta planta de enriquecimiento de uranio se ha visto infectada por un «software malicioso».
Comandos del Mossad infiltrados en Irán, antes de que comenzaran los bombardeos, sabotearon las baterías de defensa antiaérea iraníes. «Una declaración agresiva de guerra». Irán había advertido que si era atacado por Israel o EE.UU., sin pensarlo dos veces respondían lanzando misiles contra las bases militares de Qatar, Bahréin, Emiratos Árabes, Jordania, Kuwait, Arabia Saudita o Irak. Por ahora se ha abstenido de responder. Al parecer, el ayatola Jamenei está en un dilema y tiene que calcular bien la jugada, pues si desata la ira de Donald Trump y sus aliados, inmediatamente quedarán destruidas las bases militares, aeropuertos, refinerías y pozos petrolíferos. Algo que sin duda alguna significaría el fin de la República Islámica.
Debemos analizar en primer término que Israel, desde que declaró su independencia en 1948, es un país en estado de guerra permanente. Buena parte de sus ciudadanos —jóvenes y niños incluidos— portan armas. Hablamos de una sociedad ciento por ciento militarizada cuyo proyecto fundamental es blindar su territorio (se creen el pueblo elegido) con muros de hormigón y vallas electrificadas . Los judíos en el año 2024 invirtieron 20.000 millones de dólares en armas, lo que representa un 4% del PIB. Ellos saben muy bien que su supervivencia depende de su capacidad de respuesta ante un eventual ataque de sus enemigos . « Estamos listos para actuar sin contemplaciones contra los terroristas que atentan contra la paz y seguridad de Israel». Es paradójico que un país de tan sólo 20.700 kms cuadrados y 9 millones de habitantes se haya convertido en el ejército más poderoso de la región y uno de los más poderosos del mundo. Se imponen una base de la tecnología í a militar punta y la guerra electrónica controlada por los servicios de inteligencia.
«Irán responderá con puño de hierro ante un ataque exterior». «La yihad es nuestra esencia existencial a la espera de que regrese el duodécimo Iman-Mahdi, mesías de Allah». « Pero antes de que venga a reinar sobre la tierra, primero necesita destruir a Israel, el pequeño Satán, ya EE.UU., el gran Satán » . —Ayatolá Ali Jamenei, líder supremo de la Revolución Islámica.
Pero ya lo advertía Barak Obama, presidente de EE.UU. y premio Nobel de la Paz. «El peligro de Irán es grave, es real, y mi objetivo es eliminar esa amenaza… Haré lo que esté en mi poder para impedir que Irán obtenga un arma nuclear» . « La opción de ataque no está descartada ».
Existen antecedentes muy clarificadores, pues si nos remontamos al 29 de febrero del año 2012, un grupo de senadores norteamericanos encabezado por Joe Lieberman presentó en el Congreso un proyecto de resolución que da vía libre al presidente a ordenar el bombardeo de Irán. No obstante, Israel había previsto un ataque preventivo en 2010, pero EE.UU. lo desautorizó.
Resulta insólito que hoy la máxima preocupación de los países occidentales sea el programa nuclear iraní cuando Israel desde hace más de cincuenta años posee la bomba atómica. Y en el colmo, siempre se ha opuesto a aceptar el control de la OIEA.
La ONU ha emitido distintas resoluciones de condena a Irán porque se sospecha que desarrolla en secreto un programa nuclear de carácter belico. Para presionar, Estados Unidos y la Unión Europea decidieron el embargo a las importaciones de petróleo iraní y el bloqueo de las transacciones financieras.
Desde los años 90, el Mossad, la CIA o el M16 se han dedicado a investigar a fondo el programa nuclear iraní. Una y otra vez lo han venido repitiendo las autoridades israelíes: que su principal propósito es el impedir que Irán desarrolle la tecnología que le permita construir una bomba atómica.
«Un ataque de Israel sobre Irán sería un grave error de consecuencias impredecibles», expresó el canciller ruso Serguéi Lavrov. Rusia firmó un tratado de Asociación Estratégica Integral el 17 de enero del 2025 para ampliar la cooperación económica, mitigar el impacto de las sanciones estadounidenses y fortalecer las alianzas militares y políticas. Pero los BRICS se quedan de brazos cruzados. Su solidaridad solo existe en la teoría pero no en la práctica.
No podemos pasar por alto que el método preferido de Israel son los ataques relámpago o preventivos, golpes de mano y asesinatos selectivos. Si tienen un problema, lo solucionan eliminando el mal de raíz. Algo que ha aplicado al pie de la letra en su campaña de exterminio en Gaza y Cisjordania.
El gobierno de Israel bajo la premisa de que «el holocausto justificaría cualquier medida que ellos tomen ». Desde los años cincuenta iniciaron los experimentos para la construcción de la bomba atómica. Ben Gurión lo anunció con firmeza : «Nunca seremos más los corderitos camino del matadero». En un principio eligieron el desierto de Neghev como el lugar más idóneo para instalar el centro de investigación nuclear e iniciar la exploración de reservas de uranio. En ese entonces, la cooperación francesa fue decisiva para la construcción de la central nuclear de Dimona , productora de agua pesada y fuente de plutonio. Este complejo ultrasecreto, camuflado bajo la apariencia de una fábrica textil, burló desde el primer momento las inspecciones de la OIEA. Según informes desclasificados de la CIA, en 1966 Israel ya estaba en capacidad de colocar cabezas nucleares en sus misiles . En 1974 poseía entre 10 y 20 bombas de 20 kilotones. Se considera que en la década de los 90 la producción pudo haber llegado hasta las 200 cabezas nucleares. En el año 2000 subió la cifra hasta 400 armas nucleares y una bomba de hidrógeno. Mientras tanto, la Israel Aircraft Industries viene desarrollando distintos tipos de misiles como el Rafael, el Popeye, Jerico I y Jerico II. Algunos de estos se encuentran ya operativos en los submarinos nucleares tipo Dolphin de fabricación alemana. Todas las ciudades del litoral mediterráneo (Tel Aviv, Ashdod, Hadera, Akko) están protegidas con sistemas antibalísticos Arrow, el Iron Dome que conforma un eficaz paraguas defensivo. Como medida disuasoria, Israel ha exhibido públicamente sus misiles Gabriel, LORA y Jericó 3 (a base de combustible sólido, son capaces de sobrepasar los 3.000 kilómetros de distancia) cargados de ojivas nucleares, gas mostaza, gases binarios neurotóxicos y armas bacteriológicas.
El programa sionista de armas atómicas fue denunciado al mundo por el técnico disidente Mordejai Vanunu. Este avezado científico israelí en 1986 entregó al The Sunday Times planos y fotografías que él mismo había tomado en Dimona durante un período de diez años (del 75 al 85). Con dichas pruebas se publicó un reportaje donde acusó a Israel de fabricar más de 100 ojivas nucleares. Desafortunadamente, Vanunu cayó en una trampa tendida por un agente del Mossad. Un tribunal de Tel Aviv lo condenó a 18 años de cárcel por el delito de espionaje y traición a la patria.
« Después de tantas guerras y agresiones, nuestra existencia estaba amenazada, así que tomamos la decisión de optar por el desarrollo nuclear », declaraciones de Simón Peres, presidente del Estado de Israel, a un programa de la BBC de Londres en 2005. Netanyahu y sus halcones saben a ciencia cierta que Israel está en peligro y que no basta con tener los mejores servicios secretos ni un ejército invencible para dormir tranquilos.
Estamos ante unas operaciones de castigo calcadas a lo sucedido con Hezbollah en Beirut.
Israel logró el control del espacio aéreo y asesinó a más de 20 altos mandos militares, entre ellos el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Mohammad Hossein Bagheri, y el máximo responsable de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salami, entre los que hay que incluir el jefe de dirección de inteligencia del estado, Gholam-Reza Marhabi. Todos se han convertido en nuevos mártires. Parece increíble, pero habían sido marcados como objetivos prioritarios por agentes secretos y colaboracionistas. Algo que nos demuestra hasta qué punto llega el nivel de infiltración en las más altas esferas de la República Islámica de Irán.
El impacto que representan estas muertes en la cadena de mando y la moral de las Fuerzas Armadas iraníes es dantesco. Definitivamente, esta operación, León Naciente, los conduce ineluctablemente a una derrota catastrófica, a no ser que se sientan a negociar una salida digna. EE.UU. e Israel se proclaman los amos y señores de Oriente Medio. ¿Y quién puede contradecirlos tras haber aniquilado el Eje de la Resistencia (Hezbollah, Hamas, la Yihad Islámica, Bachar al Assad en Siria, los hutíes en jaque e Irán prácticamente en llamas)?
30 años de espionaje de inteligencia y sabotajes y asesinatos selectivos por parte del Mossad israelí desencadenaron uno de los golpes más contundentes y sorpresivos de la historia. Los expertos del Tzáhal (Fuerzas Armadas Israelíes) barajaban múltiples opciones y distintos escenarios, aunque el que tuvo la última palabra fue el primer ministro Benjamin Netanyahu. «Porque Israel tiene derecho a defenderse». «Una agresiva declaración de guerra contra Irán».
¿Podrá Israel consumar con éxito un ataque sobre las instalaciones nucleares de Irán?
¿Cómo no lo va a conseguir si Israel cuenta con el apoyo logístico y armamentístico de la OTAN, EE.UU.? UU. ¿Y la Unión Europea?
No obstante, todo esto ya lo sabían las autoridades iraníes desde hace mucho tiempo porque había muchos indicios que preveían la catástrofe, pero no supieron anticiparse a los hechos consumados. ¿Y es que acaso no conocieron los ataques preventivos llevados a cabo por Israel? Se olvidaron del bombardeo de los aeródromos egipcios al principio de la guerra de los Seis Días en 1967. En 1981, en el desarrollo de la denominada «operación Ópera», una escuadrilla de aviones F16 A Netz destruyó el reactor nuclear Osirak al sureste de Bagdad. En 2007, durante la «operación Huerto», una flotilla de cazas bombarderos F-15 I Raam inutilizó el reactor nuclear experimental sirio en Tall al-Abyad, localizado en una zona desértica al oeste de Damasco, donde, según fuentes del Mossad, se preparaban las denominadas «bombas sucias» en cooperación con Corea del Norte.
El ataque sobre Irán fue llevado a cabo por escuadrones de F-35 y F-35I Adir, F-15I Raam y F-16I Sufa de la IAF (Heyl Ha’Avir) que despegaron al amanecer (es la hora más apropiada según los expertos) desde sus bases en Tel Nof, desierto de Neguev, Hazerin o Etzion. Los aviones volaron a través de Jordania, Irak o Arabia Saudita, separándose en varias escuadrillas y utilizando instrumentos de guerra electrónicos que permiten anular los radares, las telecomunicaciones y los sistemas antiaéreos. Atacaron los cuatro objetivos a batir señalados perfectamente por el satélite espía Ofeq y Tec SAR. Se trata de la planta hidráulica de Gara, el nuevo reactor Bushehr construido por Rusia en Ispahan, el búnker fortificado de Fordo cerca de la ciudad santa de Qom y la central de Natanz. Muchos de estos complejos se encuentran escondidos a cientos de metros de profundidad, por lo que sería necesario utilizar bombas bunker DNE o la SUP. Israel de 55 misiles antibunker y bombas GBU-28. La aviación israelí dispone de aviones F-15I Raam capaces de volar 2.500 kilómetros sin repostar (entre Tel Aviv y Teherán hay 1.600 kilómetros). Los obstáculos que debe enfrentar la IAF para una intervención a una distancia tan considerable son muy complicados y las posibilidades de éxito solo las puede garantizar el apoyo de su aliado incondicional EE. UU. Es del todo probable que los americanos se involucren en la operación prestando ayuda con la flota de aviones no tripulados (drones) aptos para bombardeos de precisión y el lanzamiento de misiles de crucero Tomahawk.
Desde hace casi 10 años las fuerzas armadas iraníes permanecían en estado de «alerta máxima»?. Para su defensa cuentan con 28 sistemas Tor-M, radares de sistemas móviles superavanzados para lanzar alertas tempranas, innumerables baterías de misiles tierra-aire S 300 situadas cerca de sus instalaciones nucleares y el ELINT, un sistema ruso de interceptación electrónica de última generación destinado a vigilar las fronteras del golfo Pérsico y el mar Caspio.
Irán ya hizo pruebas con nuevos sistemas de misiles balísticos de largo alcance y los costa-mar marca Qader en el estrecho de Ormuz en tres islas estratégicas en el golfo de Omán, que tienen la potencia de atacar navíos o flotas enemigas. Si por alguna razón se produce el ataque sionista, el estrecho, por el que se mueve el 40% del tráfico petrolero mundial, sería inmediatamente bloqueado. Irán también amenaza con bombardear las refinerías y oleoductos situados en el territorio saudí.
Los soldados del ejército iraní han sido instruidos religiosamente para elegir el martirio : «Nosotros amamos la muerte tanto como los judíos aman la vida». El nacionalismo persa persigue exportar la revolución islámica y ejercer un mayor predominio sobre los países musulmanes.
Como lo afirmaba el líder espiritual de la revolución islámica, el Ayatolá Jomeini : «Israel debe ser borrado del mapa». «La nación musulmana no permitirá a un enemigo histórico vivir en su propio corazón ». «La revolución islámica no habrá acabado hasta que las manos de EEUU, Gran Bretaña e Israel hayan sido cortadas».
Desde 2005 no han cesado las amenazas: el presidente de entonces, Ahmadinejad, declaró en un discurso en la universidad de Teherán que su meta era la «destrucción física y total de Israel». El actual programa nuclear iraní pretende equilibrar las fuerzas que por ahora son favorables a sus enemigos. «Sólo con el temor que inspiran las armas de destrucción masiva es posible hacerse respetar»
El gobierno israelí le da gran credibilidad a estas amenazas, pues no hace más que confirmar lo que viene repitiendo con respecto a la negación del Holocausto: «Irán está sentando las bases para la exterminación y no cabe la menor duda de que llevará a cabo sus aviones maquiavélicos», confesó Benjamin Netanyahu al Jerusalem Post. «Si las personas están listas para usar una bomba de dichas características, no podemos quedarnos esperando de brazos cruzados ». «Irán es la más grande amenaza para la paz y el más grande problema de Oriente Medio» . Desde la década de los noventa, Israel prevenía al mundo sobre los riesgos del programa nuclear iraní y dio un plazo de 8 años para que estos obtuvieran la bomba atómica. Algunos expertos sospechan que en cualquier momento Irán podría realizar una prueba nuclear en el desierto de Markazi igual a la que efectuó Pakistán en el año 1998 en un claro desafío a la India, su histórico rival.
Israel sabe que a los iraníes les queda poco tiempo para acumular el suficiente uranio enriquecido como para producir una ojiva nuclear. El claro propósito es adelantarse a cualquier agresión belica israelí o norteamericana. Irán ha aprendido bien la lección de la guerra (1980-1988) impuesta por el Irak de Sadam Hussein que dejó el reguero de 1.000.000 de muertos y pérdidas económicas estimadas en 500.000 millones de dólares.
De acuerdo con los cables decodificados de Wikileaks, los gobiernos occidentales y algunos del Medio Oriente, como Jordania, Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Egipto, estarían de acuerdo con que Israel bombardee Irán, aunque su primera reacción sería la de emitir un comunicado de condena.
El día 21 de febrero del 2012, el general Mohammad Hejazi, jefe de las fuerzas armadas de Irán, pronunció una nueva amenaza : «Nuestra estrategia ahora es que, si sentimos que nuestros enemigos quieren poner en peligro los intereses nacionales de Irán, vamos a actuar sin esperar sus acciones».
Para el general John Abizaid, exjefe de las misiones del ejército de EEUU en Irak y Afganistán, los ayatolas están locos y hay que neutralizarlos . El príncipe heredero de Emiratos Árabes Unidos, jeque Mohamed Bin Zayed, le exigió a EE.UU. que tomara medidas contra Irán lo antes posible. «Ataquen Irán o asuman que tendrá la bomba nuclear», manifestó el presidente del Senado jordano, Zeid Rafai. Las monarquías suníes se muestran favorables a una intervención preventiva que devuelva la tranquilidad a la zona del Golfo Pérsico. Tel Aviv coincidía con la misma opinión de los reyes y emires: «Hay que eliminar el peligro iraní en un plazo no mayor a un año».
Bahréin, un país gobernado con mano de hierro por el rey sunnita Hamad Ibn Isa Al Khalifa (aunque de población mayoritariamente chiita), se encuentra en el punto de mira, pues allí recala la V Flota norteamericana, cuya misión es asegurar el libre flujo de petróleo por el Golfo Pérsico.
Muy pocos creyeron al gobierno de los ayatolás cuando dijeron que sólo estaban interesados en el uso civil de la energía nuclear. Los satélites espías norteamericanos han constatado el inusual trasiego en sus instalaciones. La Agencia Internacional de la Energía Atómica certificó que el programa nuclear iraní tiene multas militares, aunque no han logrado demostrarlo con documentos o hechos probatorios materiales.
Los iraníes, como medida de precaución, han desperdigado estratégicamente las instalaciones nucleares por todo el país (Irán tiene 90 millones de habitantes y una extensión de 1.648.000 de kms²). La mayoría de las centrifugadoras que enriquecen el uranio se encuentran protegidas bajo tierra. Se estima que en un supuesto ataque aéreo sería necesaria la intervención de no menos de cien reactores con apoyo de aviones cisterna para conseguir averiarlas. Algo muy difícil de imaginar teniendo en cuenta la magnitud de la operación y la obvia respuesta de las fuerzas armadas iraníes. Con orgullo abrazan el martirio como lo dicta el sagrado Corán.
En el punto de mira está Fordo, que es una planta de enriquecimiento de uranio escondida a un kilómetro y medio de profundidad. Como Israel no tiene capacidad para atacar las instalaciones de enriquecimiento de uranio iraníes la única posibilidad de destruirla es con una bomba antibunker MOP de 13 toneladas que posee EE.UU.
Con arrogancia y sin medir las consecuencias, Netanyahu y sus halcones decidieron dar el golpe, aparentemente sin consultar con EE.UU. En todo caso, al lanzar la operación León Naciente, recibió las felicitaciones de Donald Trump y del Departamento de Estado por su «heroico proceder». No nos debe sorprender esta actitud, pues Israel viene haciendo desde hace décadas lo que le da la gana sin que reciba ninguna condena al respecto por parte de la comunidad internacional.
Las autoridades iraníes han amenazado con terribles consecuencias en el caso de una ofensiva aérea. Quizás respondan disparando sus misiles de largo alcance hipersónicos Fattah-3 contra Tel Aviv o la central nuclear de Dimona en el Neguev. Irán, en cooperación con los norcoreanos, ha desarrollado un misil llamado Zijap III y IV con un alcance mayor a los 3.000 kilómetros. En dos años Irán tendría la capacidad de alcanzar con sus misiles el territorio de EE.UU.
Para nadie es un secreto que este conflicto belico es consecuencia directa del genocidio cometido por los judíos contra el pueblo palestino.
Ya no está Bashar al Assad en Siria, que podría haber hecho alguna escaramuza en los altos de Golán; ya no está Nasralah, el líder de Hezbolá, que desde el año 1982 recibió el apoyo económico, moral, político y material de la República Islámica de Irán . «Si Israel osara algún ataque a las infraestructuras iraníes, cosa que no me parece probable, tomaremos las decisiones correspondientes». Hezbolá aparentemente tenía 120.000 cohetes apuntando al suelo israelí; Tampoco está presente Ismael Haniye de Hamas, que también hubiera ordenado lanzar una lluvia de cohetes desde Gaza, pero sus capacidades han sido completamente anuladas. En tan solo dos años se ha reconfigurado un nuevo orden geopolítico en Oriente Medio
Los norteamericanos y los ingleses, empeñados en hacer valer su poderío, han iniciado el despliegue aeronaval en el Mediterráneo y en el estrecho de Ormuz. Desde luego que las predicciones no pueden ser más pesimistas, pues en el caso de una conflagración bélica a gran escala, ésta desencadenaría una crisis mundial de petróleo muy parecida a la que aconteció en el año 1973. El barril de petróleo Brent podría llegar a cotizar a 120 dólares.
«Para evitar una acción militar irreparable tenemos que soportarcer las sanciones». En el 2012 , la Unión Europea ha decidido no importar más crudo iraní . Norteamericanos y europeos esperan convencer a más países para que se sumen al embargo. Arabia Saudita confirmó que va a aumentar sus exportaciones de petróleo para compensar el déficit. Irán ha decidido unilateralmente cortar el suministro de petróleo al Reino Unido y Francia. La opción diplomática no se ha descartado y la comunidad internacional hace ingentes esfuerzos para que Rusia y China, valedores de Irán, medien en el conflicto. Rusia ha conminado a Israel a contenerse, pues una operación de estas características tendría consecuencias catastróficas en toda la región.
Una hipotética intervención en Irán le brindaría un espaldarazo al gobierno de los ayatolás, fortaleciendo su imagen dentro y fuera del país, pues los convertiría en víctimas de la «rapiña sionista». Los clérigos chiitas harían un llamado a sus ciudadanos a olvidar las divisiones internas y aunar esfuerzos en la defensa del territorio patriótico. El programa nuclear iraní, sea cual sea la magnitud del ataque, apenas sufriría un retraso de algunos meses, quizás un año, pero no más, de dos o tres años, según los observadores israelíes más optimistas.
El 20 de enero del 2012, el presidente de la junta de jefes del Estado Mayor de EEUU, Martin Dempsey, de visita a Israel, le pidió al jefe del Tzáhal, Benny Gantz, que no actuara por su cuenta contra Irán. «Con astucia vamos a ganar esta batalla que es la lucha por un mundo libre y seguro para todas las naciones», añadió el alto oficial. Luego puntualizó: «Atacar las cuatro grandes centrales nucleares de Irán al mismo tiempo; Natanz y Fordo, Arak, Isfahán con 3.400 kms de ida y vuelta, enfrentando las defensas antiaéreas y aviones iraníes es algo irreal que no entra en mis cálculos». Pero se equivocaba, pues Israel junto con EE.UU-OTAN. prepararon silenciosa y meticulosamente esa misión imposible.
La OIEA ha admitido su fracaso en su misión especial en Irán, pues no han recibido el visto bueno por parte del gobierno para visitar los complejos del programa nuclear. Sobre todo en Parchin, donde al parecer se preparan cohetes para instalar ojivas nucleares. Yukiya Amano, director general de dicho organismo, dispone de información creíble que indican que Teherán está trabajando para un programa nuclear con finos militares.
«Gana el que se atreve » «Qui audet adipiscitur». Este es el lema de Sayeret Matkal, la unidad de élite de las fuerzas de defensa israelíes. Este lema traduce al pie de la letra la filosofía de los mandos militares sionistas y, en especial, la de su jefe, el primer ministro Benjamin Netanyahu. Nos estamos refiriendo a curtidos estrategas militares a los que no les tiembla el pulso a la hora de apretar el gatillo. Somos testigos excepcionales de un duelo al mejor estilo del lejano oeste que mantiene en vilo a la media humanidad. Pero acuerdense que el que dispara primero dispara dos veces. I rá nf í a su suerte a sus misiles hipersónicos Fattah. Pero el 40% de sus lanzaderas ya no están operativos .
«Haré que Elam (Persia) se inclina delante de sus enemigos y traeré sobre ellos desgracia, mal y el ardor de mi ira y enviará en pos de ellos espada hasta que los acabe. Y pondré mi trono en Elam. » Versículo 37 del profeta Jeremías.
Irán descarta la negociación pero en secreto sus intermediarios hacen ingentes esfuerzos para concretar un alto el fuego. Si no se apresuran e l ayatola Jamenei sería el próximo blanco a abatir.
» Evacú en inmediatamente Teher á n! rí ndanse y entreguen el uranio enriquecido. Que Dios los bendiga a todos» -Es la sentencia del Presidente Donald Trump.
Carlos de Urabá 2025.