Fernando Dorado •  Opinión •  02/05/2023

La tarea central, urgente, importante, indispensable

Es apoyarse -sobre todo- en los pequeños y medianos productores y en los «profesionales precariados» para impulsar los procesos de industrialización de nuevo tipo y de transición energética.

Estos sectores nunca han contado con un verdadero apoyo del Estado, se han mantenido y avanzado por su propia cuenta, incluso en muchas ocasiones han tenido que movilizarse y protestar (en el Paro Agrario de 2013 fueron la fuerza principal y en el estallido social participaron en la primera etapa).

Por otro lado, esos pequeños y medianos productores tienen grandes contradicciones con la oligarquía financiera (bancos que los explotan a través del crédito) y con los monopolios y grandes transnacionales que los subordinan en la cadena productiva.

No rechazo que el gobierno le ofrezca subsidios a la «población vulnerable» pero ese no debe ser el eje central de la política progresista dado que el paternalismo y asistencialismo no es ninguna solución como se demostró en Venezuela.

Sólo si avanzamos hacia un nuevo tipo de industrialización sobre bases democráticas, asociativas y con tecnología de punta, se puede generar verdadera riqueza y empleo formal y, además, el Estado puede recaudar ingresos importantes para financiar y sostener sus programas sociales.

Esa tarea central no está bien clara y definida por el gobierno de Petro. Está «formulada» en forma general pero a la hora de la práctica y de la ejecución no se es coherente y consecuente.


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