El 20N el Tribunal Supremo ha hecho un homenaje al golpismo
El 20N murió Franco y se ha elegido ese mismo día para escenificar la muerte de la justicia española, el Tribunal Supremo que estuvo cinco años secuestrado por la derecha que se negó a renovarlo como exige la constitución, no ha enseñado el cuerpo de una justicia que llevaba años muerta, porque huele a podrido desde siempre.
El Tribunal Supremo en plan Jesucristo ha repetido el milagro de los panes y los peces, y han convertido al defraudador a hacienda en una víctima y han condenado al Fiscal General del Estado por indicios, sin ninguna prueba, y con testimonios de periodistas que negaban que hubiese sido el fiacal quién les dió l información sobre el defraudador confeso y novio de Isabel Díaz Ayuso.
Ahora los golpes de Estado se dan en los juzgados, y apoyados por los medios de desinformación de masas. Pasa en España y en el mundo, no hace tanto tiempo ocurrió en Brasil para que la ultraderecha llegase al poder, golpe blando le llaman al sistema podrido.
Donde hay poca justicia es peligroso decir la verdad, en España dá más miedo porque no ha cambiado desde el Franquismo, son las mismas familias, las mismas élites, tenemos muchas leyes y poca justicia.
O se democratiza la carrera judicial y los hijos de los trabajadores pueden ser jueces, en la proporción que representa realmente la sociedad, no como ahora que son una anécdota, la excepcional que confirma la regla, o la justicia seguirá en manos del franquismo y la ultraderecha siempre con las oligarquías y nunca con el pueblo.
El Fiscal del Estado tendrá que pagar incluso 10000 euros a un defraudador a hacienda que es además la pareja de Ayuso. La ultraderecha con toga ha conseguido arrastrar la justicia por el barro y empinzoñar la democracia hasta niveles impensables.
No hay duda de que se han usado las instituciones del Estado para hacer política, desde hace mucho tiempo, en este caso el Tribunal Supremo contra el Fiscal del Estado, pero la politización y el clasismo de la justicia en España es indiscutible.
El homenaje a Franco ha venido del Tribunal Supremo que el día de su muerte ha dejado claro que el franquismo no murió con Franco, los golpistas están en la judicatura. En el franquismo la ultraderecha se defendía y reprimía al contrario político con tricornios, ahora lo hacen con togas.
Rufián: «A ver si algún día también se puede celebrar la muerte del franquismo». Se murió el perro pero no se curó la rabia.
Un Golpe de Estado judicial del Tribunal Supremo, no existe separación de poderes, se demuestra que la ultraderecha controla los poderes del Estado y los medios de comunicación.
La sentencia del Tribunal Supremo contra el Fiscal General del Estado es una vergüenza y demuestra la politización de la justicia y la indefensión de la ciudadanía.
La justicia española es digna hija del franquismo, de la falsa transición, del control del OPUS y la ultraderecha, una pantomima. El Tribunal Supremo ha dejado claro que la justicia en general en el Estado español es una farsa, es de ultraderecha, arbitraria, clasista, corrupta, y lo quieren todo atado y bien atado como dejó dicho el dictador.
