Lois Pérez Leira •  20/12/2019

Los Fernández se adueñaron de la argentina

Los Fernández se adueñaron de la argentina

Los descendientes de gallegos y asturianos que sembraron el antiquísimo apellido Fernández  en la Argentina, se han convertido en una especie de “Fernándezcracia”, como la ha bautizado mi amigo Jorge Coscia. Alberto Fernández y Cristina Fernández, ambos de origen gallego u asturiano, son la máxima expresión de las segundas y terceras generaciones de españoles en la argentina.

Pero no solamente ellos, son portadores de este singular apellido de almaceneros, panaderos, colectiveros, de los propietarios de los bares, que preparan la  más rica pizza del mundo o de los hoteles, donde el amor por horas, se convirtió en el deporte nacional. Los Fernández son símbolo de poder político y de peronismo. No, nos olvidemos de Aníbal Fernández, ex jefe de gabinete de Néstor, del ex Secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia Fernández o del famoso cantante peronista, Guillermito Fernández. También es Fernández, Nicolás el ex senador de Santa Cruz y líder provincial justicialista.

Estos días la senadora mendocina  Anabel Fernández Sagasti, recibió la distinción a los legisladores más laboriosos.

También la dinastía de los  Fernández,  cuenta con Ofelia Fernández, la más joven diputada de la historia Argentina.

Para no impresionar con tantos Fernández, podemos citar por ultimo a la intendenta de Moreno, Mariela Fernández y a Gerardo Fernández de la Matanza, ambos líderes del Movimiento Evita.

Si usted también es portador del apellido Fernández, debe de llevarlo con orgullo.  Su origen se remonta al romance, idioma medieval, cuando el latín se iba transformando. Por aquellos tiempos los germánicos a través de los suevos constituyeron el reyno de Galicia. Su origen está en el galaico portugués y extendido entre Galicia y Asturias especialmente. Con la aparición del castellano, el apellido mudo la F por H convirtiéndose en Hernández.

Cómo muchos apellidos es un patronímico: Fernández hijo de Fernando. 

En portugués la z se convierte en s. 

Los italianos con el apellido Macri, han quedado muy maltrechos, seguramente tardarán muchos años en recuperar la estirpe de la lengua de Dante Alighieri. Los Fernández están de moda, es un apellido con vocación a quedarse.