Elson Concepción Pérez •  Opinión •  17/11/2020

En Venezuela también «se inventan» un fraude

Trump cantó «fraude» cuando ni se habían comenzado a contar las boletas enviadas por correo. Ahora, el guion, con otros actores, se pretende llevar a Venezuela, donde el próximo 6 de diciembre habrá elecciones parlamentarias.

Lo sucedido en Estados Unidos no es único. Trump cantó «fraude» cuando ni se habían comenzado a contar las boletas enviadas por correo, y hasta celebró su «victoria» en la Casa Blanca en un acto que dejó varias decenas de contagiados con el coronavirus.

Ahora, el guion, con otros actores, se pretende llevar a Venezuela, donde el próximo 6 de diciembre habrá elecciones parlamentarias.

Los mismos entes externos de la «democracia», llámese Grupo de Lima, oea, Departamento de Estado norteamericano o Unión Europea, además de reconocer a un «presidente autoproclamado» en un mitin con unas decenas de personas,  dieron la espalda a un Gobierno legítimo elegido de forma democrática y por mayoría popular, y ahora no quieren reconocer el proceso electoral por el que tanto clamaron.

Son factores externos y alguno que otro personaje interno, asalariados de Washington, cuya cara más visible es la de Juan Guaidó, obsesionado con la salida de Maduro y el declive de la Revolución Bolivariana. Saben, los unos y los otros, que sería imposible aceptar semejante humillación a la democracia y tan vulgar injerencismo en los asuntos internos de un país.

En los últimos días, Guaidó, ante la incertidumbre de quedar desamparado tras la derrota de Trump, se ha propuesto aparecer ahora, en los próximos comicios parlamentarios de la República Bolivariana, como «supervisor» de las mesas electorales, en busca de un «fraude» que ya vaticinó.

Sabiéndose en los finales de su carrera de autoproclamado presidente, presiente que el piso se le derrumba, y decidió no participar con su agrupación política y algunos de sus seguidores llamados de «la oposición» en los próximos comicios, y ahora concentran su energía en desprestigiar la cita a las urnas.

Está claro que la lógica de la oea y la de su secretario general Luis Almagro no podía ser otra, por cuanto, qué se puede esperar de quienes organizaron y validaron el golpe militar contra Evo Morales y el mas el pasado año, en Bolivia.

¿Qué valor moral y político se le puede conceder a quien se autoproclama presidente, a los que organizan y ejecutan golpes de Estado o asumen la genuflexión como costumbre de actuación, cumpliendo al pie de la letra lo que le ordenen desde la cuna imperial que intenta volver a aplicar la Doctrina Monroe contra nuestros pueblos?

Quizá sea el tiempo para que América Latina y el Caribe –unidos–, se propongan enterrar a la oea y sus vestigios de entidad antidemocrática, conspiradora y, principalmente, contraria a las naciones a las que supuestamente representa.

Por qué no preguntarnos si el momento que vive nuestra región es el de fortalecer a una organización más joven, pero con mucha más moral y aval solidario para con los países del continente: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), donde pueden estar todos, no importa la ideología que sustenten o el sistema de gobierno que tengan.

La otra entidad que cuestiona los comicios en Venezuela es la Unión Europea que, lamentablemente, insiste en la política de sanciones contra la Revolución Bolivariana y su presidente legítimo, Nicolás Maduro.

Fuente: http://www.granma.cu/mundo/2020-11-16/en-venezuela-tambien-se-inventan-un-fraude-16-11-2020-22-11-00


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