Abel Ros •  Opinión •  16/12/2016

De Esperanza y demagogia

Según Esperanza Aguirre: «los sueldos de los políticos no dan para mucho, y donde podemos ir es a tiendas low cost como Primark». La crítica no puede pasar de puntillas ante semejante declaración. No puede, queridísimos lectores, porque tales palabras son demagógicas y oportunistas. Demagógicas, si subrayamos que durante el 2015, Rajoy ySantamaría recibieron 6.515,42 euros brutos al mes y 6.123,86 respectivamente. Demagógicas si tenemos en cuenta que un Secretario de Estado – cargo de libre designación – cobra más que un ministro. Y demagógicas, y perdonen por la redundancia, si destacamos que un ex presidente del Gobierno – por ejemplo Felipe González – cobra 75.000 euros al año.

Las palabras de Esperanza son demagógicas. Lo son porque en este país – el suyo y el mío – la mayoría de los trabajadores cobra mil euros al mes. Mil euros que, como ustedes saben, no dan para ir a boutiques; vestir con ropa de marca y salir a cenar los fines de semana. Con mil euros, la mayoría se contenta con comprar en el Primark. Se contenta con comprar en tiendas low cost porque sus salarios «no da para mucho». Por ello tales establecimientos tienen tanto éxito en la España del ahora. Una España donde unos pocos ganan mucho y, la mayoría gana poco – poquísimo -. Así las cosas, Soraya Sáenz de Santamaría – por poner un ejemplo – gana en un mes, lo que Alejandro – un anónimo de la calle – gana en seis. Y los gana, trabajando ocho horas, con un contrato temporal, en una fábrica cualquiera.

La declaración de Aguirre es demagógica – y no me cansaré de repetirlo – porque intenta crear una falsa identidad entre la clase política – el establishment – y nosotros: los tontos, los idiotas. Los sueldos de los políticos, en contra de lo que dice esta señora, dan para mucho. Para tanto que se pueden permitir viajar en primera, comprar ropa de marca, conducir coches caros y comer «gamba roja» los siete días de la semana. Las palabras de la ex presidenta, aparte de ser demagógicas son oportunistas. Lo son porque ha aprovechado la visita deSantamaría a las instalaciones de Primark, para extrapolar que «los sueldos de los políticos no dan para mucho». Es una falacia – y ella como licenciada en Derecho, lo debería saber – hacer generalizaciones de evidencias puntuales. No es extrapolable que la clase política compre en el Primark. Hagan ustedes la prueba; vayan al Primark durante varias semanas consecutivas, y a renglón seguido cuenten los políticos que hay escarbando en los montones.

Fuente: http://elrincondelacritica.com/2016/12/14/de-esperanza-y-demagogia/


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