Seis años vista del #15M ¡Seguimos!

Se cumple el sexto aniversario de las manifestaciones que nos llevaron al mayor cambio social, cultural y político desde la aprobación de la Constitución del 78 en España. Y hoy más que nunca, los motivos para denunciar que seguimos viviendo en un régimen continuista con el franquismo, sin una democracia real, siguen vigentes. En Europa y el mundo, el auge del fascismo y la xenofobia resultan preocupantes. Ante la situación de podredumbre de la vida política y económica, cada vez más gente se rebela en España y en muchas partes del mundo. En 2011 el 15M puso en marcha un proceso de cambio, pero todavía no somos suficientes las personas despiertas como para lograr las mayorías necesarias. Ante esta situación, solo cabe mantener la protesta, desvelar todos los entresijos de la mafia gobernante, fomentar los medios de comunicación que hacen verdadero periodismo, desarrollar nuestras propias herramientas de trasformación económica cooperativa, y seguir construyendo una red de solidaridad que nos permita afrontar la transformación social radical que necesitamos.

 

Y es que todos los estamentos del Poder están podridos: empresarios corruptores, partidos políticos financiados ilegalmente, evasión de impuestos milmillonarias, jueces y fiscales colocados a dedo, el entorno de la jefatura del Estado salpicado por varios casos, prensa y periodistas haciendo de altavoz mediático de los corruptos… Todo el sistema está corrupto, de tal forma y con tanta profundidad que no nos queda más remedio que reconocer que la deriva capitalista neoliberal ha conseguido su propósito: libertad total para robar de los recursos comunes, para esquilmar lo que es de todos y entregárselo a los más pudientes. Robin Hood, pero al revés.

Y el coste de esta corrupción es enorme, 120.000 millones de euros según las últimas estimaciones. Esta fortuna que se escapa de nuestras manos significa desempleo, inseguridad en jubilaciones, recortes en protección social, degradación de servicios públicos, privatizaciones de Sanidad y Educación, falta de desarrollo, control de la prensa, represión masiva y en definitiva, falta de democracia política, económica y merma de Derechos Humanos. Frente a ello, tenemos a un PSOE arrodillado ante el valedor de la mafia, el PP,  un Ciudadanos que en vez de regenerar la política, han servido de sostén y soporte con ‘caras bonitas’, el timo del tocomocho. Y un Podemos que, aún pretendiendo recoger el espíritu quincemayista, no ha sabido materializar la principal consigna: democracia real ya. Otras formaciones políticas, y en especial los famosos Ayuntamientos del Cambio, están muy limitadas desde lo institucional, atenazadas entre la falta de poder real, los ataques de la caverna mediática y una timidez acomplejada. De los sindicatos mayoritarios no podemos esperar nada, como desde hace ya décadas.

 

¿Qué nos queda? Seguir reivindicando lo mismo que en 2011: democracia real, en lo político y lo económico. Igualdad, equidad y respeto a los derechos humanos y medioambintales. Aún en un ciclo de menor movilización social, apoyamos y apoyaremos todas las manifestaciones que reivindiquen la transformación social, así como las iniciativas de autogestión solidaria que permiten escapar de un sistema que nos oprime en lo colectivo y nos machaca en lo individual. Y mantendremos nuestro compromiso de denuncia y difusión de todas las prácticas corrruptas y antidemocráticas del régimen del 78, siempre de manera independiente y críticia de cualquier partido político. No se trata de cambiar de políticos, si no de cambiar la manera de hacer política.

 

Por ello, anunciamos que estamos trabajando en un proyecto que debería culminar tras el verano 2017, en el que pondremos en tela de juicio los cimientos mismos que sostienen un edificio podrido. Por que la única lucha que se pierde es la que se abandona, perseveremos, porque sí se puede.