La necesidad de una banca pública extremeña

En estos últimos años hemos visto como las grandes entidades bancarias no satisfechas con las millonarias ayudas y subvenciones recibidas gratuitamente del Estado, que aún no han devuelto, siguen con el afán de incrementar sus ganancias a costa de la población. De este modo, abandonan el mundo rural, despiden a sus empleados y cierran sus oficinas bancarias.

En nuestra región, este estado de cosas ha obligado a la Diputación a abrir cajeros manejados por una entidad bancaria privada de la región, pero costeados por la administración pública con un presupuesto de varios millones de euros.

La no existencia de ninguna Banca Pública, la desaparición de las Cajas de Ahorro y quedar un grupo mínimo de entidades bancarias privadas, que además de saquear a la ciudadanía con comisiones y descubiertos, y con la manipulación del manejo del dinero, han provocado que muchas personas mayores encuentren muchas dificultades para la utilización de los cajeros y la aplicación de ciertos trámites que dificultan el acceso a sus cuentas.

Desde EXTREMADURA DIGNA exigimos al gobierno regional la puesta en marcha de una Banca Pública de ámbito regional que evite los problemas indicados que tienen las personas mayores, que anule todo tipo de comisiones y descubiertos, y que sea un pilar básico de apoyo a todas las iniciativas de los sectores laborales de la región extremeña.

Por otro lado, desde EXTREMADURA DIGNA tenemos que expresar nuestro apoyo a los trabajadores y trabajadoras que están luchando porque Correos sea una entidad pública que mantenga su plena actividad en nuestras localidades, y denunciar el desmantelamiento que se está realizando de la empresa pública estatal Correos con la supresión y el recorte en la contratación de puestos de trabajo.