André Abeledo Fernández •  Opinión •  13/11/2025

Reunión de terroristas en la Casa Blanca

Dos terroristas se vuelven a reunir en la Casa Blanca, primero Donald y Benjamín Netanyahu, y ahora Donald Trump con un exjefe de Al Qaeda que hasta hace poco tenía precio puesto a su cabeza y era uno de los terroristas más buscados.

Desde la llegada de Donald Trump al poder la frase que más se ha repetido en las noticias es «Trump amenaza», ha amenazado hasta a una colonia de pingüinos con ponerles aranceles, pero lo peor es que no tiene problemas en pasar de la guerra económica al terrorismo y del terrorismo a la agresión militar.

El nuevo Volodymyr Zelensky con barba de Occidente en Siria, es el líder de terroristas transformados por la prensa occidental en rebeldes opositores, de miembro de Al Qaeda a opositor revolucionario según los EEUU y Occidente.

Ningún país del mundo puede sentirse seguro cuando se niega a entregar su soberanía y sus recursos energéticos, desgraciadamente necesitan intentar armarse para poder defenderse de un Occidente que no tiene límites, ni moral, ni ética, ni empatía o humanidad.

Siria como Libia o Afganistán, otro Estado destruido y entregado al extremismo Islámico por Occidente.

La caída de Siria en manos de los terroristas y mercenarios del Estado Islámico, de Al Qaeda y sus ramificacións, segun la prensa de Occidente de un día para otro los terroristas se convirtieron en rebeldes, opositores o revolucionarios, es una muy mala noticia para la humanidad, Occidente ha entregado a otro pueblo al terrorismo islámico.

Otro Estado destruido y entregado en manos del extremismo religioso, otro pueblo devuelto a la edad media para poder robar sus recursos energéticos.

Nada nuevo bajo el sol, el Afganistán Socialista fue destruido gracias a que los Estados Unidos y la CIA trabajase en la organización de los Talibanes, armandolos, dándoles instrucción militar, y financiando al extremismo Islámico.

Es un modo de vida para los Estados Unidos destruir un Estado para robar sus recursos energéticos y su riqueza para dejar en manos del terrorismo islámico y de los señores de la guerra, una larga lista de víctimas y un mar de sangre, como ejemplos de como actúan tenemos los casos de Iraq, Libia, Afganistán y Siria, sin olvidar la continua amenaza sobre Venezuela.

Detrás del terrorismo islámico como herramienta para destruir todo aquel Estado que no entregue sus recursos sin condiciones están los de siempre, los EEUU, Israel, Reino Unido, Francia, y en esta ocasión, en Siria también Turquía y Arabia Saudí.

No deberían quedar muchas dudas de que los EEUU y sus satélites son quienes arman y financian al terrorismo en todo el mundo, sin importar el sufrimento que van a provocar, sobre todo a niños y mujeres que pasan a ser nada más que mercancías, esclavas, víctimas como en Afganistán. Siria es otra víctima de la avaricia de Occidente y de su hipocresía.

El conflicto comenzó en marzo del 2011, porque así lo decidió Occidente, el mismo que decidió reactivar el conflicto en 2024 para abrir un segundo frente a Rusia e Irán que apoyaban a Siria contra el terrorismo Islámico en esta guerra, la toma de Damasco por parte de los terroristas y mercenarios fue una derrota para la humanidad.

EEUU con sus satélites e Israel alimentan el radicalismo Islámico con armas, municiones y financiación para conseguir que los ojos del mundo dejen de ver barbaridades como el genocidio en Palestina y la guerra en Ucrania.

El radicalismo Islámico sirve a las potencias occidentales en su juego geopolítico para controlar zonas estratégicas, para seguir provocando guerras de rapiña de recursos, son las guerras por petróleo, litio, coltán, gas, agua, guerras para robar.

Los países occidentales son culpables, de tumbar gobiernos a cualquier precio, los terroristas del Estado Islámico o de Al Qaeda son una herramienta de destrucción.

El Islamismo radical sirve a las potencias occidentales en su asqueroso juego geopolítico de las grandes potencias para controlar zonas estratégicas, para seguir provocando guerras de rapiña de recursos, son las guerras por petróleo.

La caída de Síria y su destrucción no abren ningún proceso de esperanza, se abren las puertas del infierno de otro Estado destruido, descuartizado, en manos del extremismo Islámico radical y terrorista.

«Cada vez que Estados Unidos ‘salva’ a un país, lo deja convertido en un manicomio o en un cementerio». Eduardo Galeano.


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