DD.HH. Perú: Continuismo, constituyente o fujimorismo
La crisis política en Perú es añeja, no la provocó Pedro Castillo. No obstante, ante su encarcelamiento y la negativa del Congreso a convocar elecciones o solicitar la renuncia de Dina Boluarte, las opciones del pueblo peruano para ejercer su derecho a una salida democrática a su situación, oscilan entre el continuismo de la crisis, la posibilidad de refundar el Estado mediante una Constituyente, o el afianzamiento del fujimorismo latente en suelo inca. (1).
El mundo mira Perú. En caretas.pe destacaban este 8 de febrero el exhorto de 14 países del mundo al Estado peruano para que “garantice la vigencia de los derechos humanos en el contexto de las protestas”, en el marco de la presentación de su informe al Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos. Nueva Zelanda destacó “la plena protección de la protesta pacífica” mientras Irlanda instó a estar alerta ante “los mecanismos de vigilancia de las fuerzas de seguridad” en garantía al “derecho a libertad de reunión y asamblea para todos”.(2)
Ketty Marcelo, presidenta de Onamiap (Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú) refirió que esa instancia presentó información sobre violaciones a DD.HH en el marco de las protestas, al tiempo que alertó: “la protesta es el derecho a ejercer nuestras luchas, a elevar nuestras voces frente a nuestros derechos vulnerados. Nosotras estamos preparadas para enfrentar la violencia del extractivismo, del narcotráfico y demás, pero no deberíamos tener que enfrentarnos a un Estado violento”. (sic). (2).
Asimismo Onamiap denunció que la violencia ejercida en las protestas civiles recientes contra los indígenas “demuestra el racismo y la discriminación por parte del gobierno”. Marcelo fue contundente: “Las masacres en Ayacucho y Puno, donde la población supera el 80% de personas autoidentificadas como indígenas es solo una muestra de la dolorosa realidad que encarnan estos actos de violencia que es la criminalización de nuestras hermanas y hermanos”.(sic). (2).
En su web, Onamiap denuncia, además, que el gobierno súbito de Boluarte procura “instalar una Junta de Administración y aprobación de Manuel de Operaciones que compromete nuestros derechos como pueblos indígenas”. Hay preocupación por doquier. (3). Los gremios peruanos convocaron a paro nacional este 8 de febrero, y el Ministerio del Trabajo lo declaró “improcedente”.
La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) denunció en exitosanoticias.pe, que Boluarte “se ha enquistado en el palacio de Gobierno” y que “tras eso han seguido las muertes indiscriminadas que ya todo el mundo lo conoce”. (4). Diario Uno recoge en Twitter expresión del colectivo de artistas Rimay’ sobre detenciones a dirigentes peruanos. (5).
Entretanto, la entrevista realizada en prisión al “profe” Castillo y publicada por elsaltodiario.com este 7 de febrero, confirma en voz de Guido Croxatto, director de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado de Argentina, que al dirigente peruano “se le restringen derechos que a cualquier otra persona privada de su libertad se le reconocen”. (6).
El líder de las rondas campesinas de Perú denuncia que se le violenta el derecho a comunicación con su familia y acceso a sus abogados. Ambas, coacciones a sus derechos que Croxatto califica como “discrecionalidad administrativa del Estado” y “persecución política”. El diario lajornada.com.mx, recoge la denuncia de Castillo, con las palabras que éste subrayara: “terrorismo de Estado”. (sic). (6).
De acuerdo al diario mexicano, Castillo denunció “el uso desmedido de la fuerza” contra quienes se mantienen protestando en las calles peruanas. “Están matando a mis compatriotas; a hermanos con quienes recorrí Arequipa, Cuzco, Ayacucho…Sí, creo que el Perú vive terrorismo de Estado por este gobierno”, fustigó desde la cárcel de Barbadillo.(6).
Al respecto, el Artículo 10, numeral 1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece que: “Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano”. (7). Significa que deben garantizarle a Castillo su vida, su salud, su alimentación, su derecho al debido proceso, su comunicación con la familia y sus abogados, entre otros derechos civiles, políticos y sociales.
En este sentido, es notoria la diferencia de trato por parte del Estado peruano entre los casos de Pedro Castillo, hoy presidente depuesto por el Congreso, y Alberto Fujimori, el ex presidente sentenciado por crímenes de lesa humanidad a quien el ex mandatario Pablo Kuczynski concedió durante su mandato un indulto por presuntas razones humanitarias, mismo que fue revocado por la Corte Suprema de Perú en 2018. (8).
La ONU publicaba en su web news.un.org en marzo de 2022 su rechazo a aquel indulto. La nota de la ONU recordó que el papá de Keiko Fujimori (ex candidata presidencial de Perú y congresista) “fue condenado a 25 años de prisión en 2009 por crímenes de lesa humanidad, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, tortura, desapariciones forzadas y secuestros”. (sic).(9)
De acuerdo a la web de la ONU, “la decisión del Tribunal Constitucional de Perú de restablecer un indulto presidencial y poner en libertad al ex presidente Alberto Fujimori es un retroceso inaceptable en la lucha del país contra la impunidad por graves violaciones de derechos humanos”. (sic). (9)
¡Saltan las desigualdades! La situación política en Perú ha tenido ya un punto de inflexión. Paredes, M. y Encinas, D. (2020), en su artículo científico “Perú 2019: Crisis política y salida institucional”, dan cuenta de que fue hace 3 años cuando la situación política de Perú agudizó, con “el cierre constitucional del Congreso”. (10)
Sin embargo, como lo sostienen estos investigadores, este hecho solo repercutió en el afianzamiento del poder Ejecutivo, y apenas “el debilitamiento del fujimorismo y del aprismo”, imperantes en la escena política peruana desde 2001, con “el regreso de la democracia” a Perú. (10).
Esto subraya la volatilidad política en tierra inca. Con base en Levitsky (2013) los articulistas antes citados lo confirman: “(…) la temporalidad de los políticos en Perú es “bastante corta, su aparición y desaparición ocurre frecuentemente y la distribución de poder entre estos otros políticos es bastante fragmentada e inestable”. (sic).(10).
Atribuyen ese estado etéreo, en gran medida, a “la debilidad de los partidos políticos”, que -asentados en Levisky y Zabaleta (2019)- describen como “vehículos personalistas o meros cascarones que presentan su inscripción legal para las candidaturas de turno”.(sic) (10).
A este respecto, y respaldados en los mismos autores, los investigadores concluyen que, en consecuencia, “presidentes, congresistas y autoridades subnacionales tienen una tendencia a ser outsiders, tránsfugas y novatos” (sic). Probablemente en eso estriba la diferencia con Castillo, emergido del liderazgo docente, curtido en las luchas ronderas del Perú profundo. Eso explica tanta gente descontenta en la calle. (10).
Al respecto, hay que ver con lupa lo que Paredes, M. y Encinas, D. (2020), sentencian en el último párrafo de su conclusión, pues ofrecen lo que pudiera ser una prospectiva de la situación peruana: “La democracia se salvó el 2019, en el futuro no lo sabemos”. (sic). (10). Llegamos al llegadero. Perú se encuentra frente a una encrucijada demoledora, con tres caminos en ristra:
1. La continuidad de un parlamentarismo divorciado de las mayorías y sus necesidades sociales; casado con las clases pudientes en el reparto y acceso a los derechos políticos, y en consecuencia, a los derechos económicos, sociales y culturales.
2. La posibilidad de transformación profunda del Estado mediante una Constituyente democrática, que acoja plenamente los derechos humanos, donde los grupos organizados de la sociedad civil tengan el mayor peso y haya espacios para la renovación de la clase política y dirigente del país.
3. La vuelta al continuismo político que representan fuerzas políticas tradicionales como el fujimorismo o el aprismo y la instauración por más tiempo del estatus quo existente, que cada cuanto, produce un peligroso estado de volatilidad política que tiene guindando la democracia peruana.
Las cartas están echadas. Las masas peruanas y de otros países parecen tenerlo claro y han anunciado que estarán apostadas en las calles expresando su descontento con la clase gobernante de Perú…
Referencias:
3. https://sputniknews.lat/20230207/peru-continuan-las-protestas-aumenta-la-represion-1135495336.html
5. https://twitter.com/DiarioUnoPeru/status/1623311124639764481?s=20&t=Hgy49_BGedAwYdFZFTn1aw
7. https://www.jornada.com.mx/2023/02/08/mundo/022n1mun
https://convoca.pe/agenda-propia/toma-de-lima-las-caravanas-de-la-indignacion
https://www.jornada.com.mx/notas/2023/01/26/politica/la-ronda-campesina-en-la-situacion-de-peru/
8. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45740135
9. https://news.un.org/es/story/2022/03/1506012
10. http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-090X2020000200483
Solidaridad . Jueves 9 de febrero: movilización en CABA contra el golpismo en Perú
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